Julen Lopetegui, tras el fracaso con el Real Madrid, se quita el estrés con el boxeo

El que no conozca a Julen Lopetegui se puede pensar que el exentrenador del Real Madrid y exseleccionador español está metido en su casa, deprimido, rumiando los cuatro meses más malos que se le pueden imaginar a un técnico, con dos despidos. Uno con la crueldad que supone dejar de competir en el Mundial de Rusia a dos días de su comienzo después de haber clasificado a España sin haber perdido un solo partido y otro por una mala racha de resultados que tuvo el final con una goleada en el Camp Nou. Lopetegui podría estar roto. Con ganas de no pisar la calle y romper el carné de entrenador. Un gafe o algo parecido le ha caído encima. Pero no es así. Lopetegui está activo, animado, tranquilo y rodeado de buenos amigos. No se ha metido en la cueva.

Por dentro llevará los nervios y la frustración de las dos destituciones en tan poco tiempo. Ese estrés hay que soltarlo, y el martes decidió ponerse unos guantes de boxeo para soltar lo que lleva dentro. Lopetegui acudió al gimnasio madrileño Fightlander para asistir a una clase con el preparador José Luis Serrano, exboxeador profesional que fue dos veces campeón de España y cinco de la Comunidad de Madrid. Serrano tiene un exitoso historial con 114 combates y 102 triunfos. Fue directivo de banca y ahora se dedica de pleno al boxeo dando clases a altos directivos y ejecutivos. Lopetegui ya es uno de sus alumnos. Ha probado los beneficios físicos y psicológicos que ofrece este deporte. Sobre todo en momentos de estrés.

"En la vida, como en el boxeo, no pierde quien cae al suelo. Pierde el que no se vuelve a levantar", es uno de los lemas que se pueden leer en el gimnasio Fightland. Se le puede aplicar Lopetegui porque aunque esté fastidiado por no haber podido seguir en el Real Madrid, está con una sonrisa en la cara y la actitud para seguir adelante con su profesión. Ofertas le van llegando. Sobre todo el interés de algunas federaciones —entre ellas la Estados Unidos— para pulsar si le atrae la idea de dirigir un proyecto con otra selección. En España, en la Liga, no puede entrenar esta temporada porque lo impide el reglamento.

Lopetegui se tomará su tiempo para pensar y reflexionar lo que ha sucedido desde el mes de junio hasta el de octubre. Desde que le despidió Luis Rubiales porque aceptó la oferta de entrenar al Real Madrid después del Mundial hasta hoy, cuando se encuentra sin banquillo. Sin la Selección ni el Real Madrid. Está fastidiado porque considera que podía haber dado la vuelta a la mala racha de resultados —culpa mucho a las lesiones que tuvo el equipo— y le repitió a Florentino Pérez y José Ángel Sánchez —director general del Real Madrid— que estaba con fuerzas y energías para recuperar la dinámica positiva. Pero el presidente perdió la paciencia y lo destituyó. Hoy, algunos jugadores, los más cercanos, todavía tienen contacto con él. Julen no ha caído a la lona. De momento se ha subido a un ring a soltar adrenalina, sufrir, mantener las forma física y desestresarse.