El baile de Yerry Mina: el show del nuevo fichaje del Barcelona cuando marca un gol
Los que le conocen le definen como un jugador poderoso por arriba, rápido y con buena salida de balón, aunque deberá mejorar su fuerza y madurar un poco más para adaptarse del todo
Yerry Mina lo lleva en la sangre. Nacido en Cauca, en el Pacífico colombiano, no puede reprimir un baile cuando está feliz. Así que si marca un gol con el Barcelona, su nuevo equipo (tras pagar 11,8 millones de euros al Palmeiras), la felicidad más pura del fútbol sale corriendo al fondo del campo, mira a la grada y comienza a encadenar ritmos espasmódicos, como si el futuro dependiese de la grandiosidad de la danza. Es especialmente espectacular si se tiene en cuenta que Mina mide 1.95, una altura en la que cualquier movimiento cuesta trabajo. Claramente no a este defensa central que viene a cubrir el hueco dejado por Mascherano.
"Yo el baile de Yerry lo tengo que ver en el Camp Nou, no tienen más que ver en redes sociales lo que es, ver esas actitudes en un templo del fútbol va a ser muy chévere", cuenta Sebastián Vargas, periodista de 'Radio Caracol', la principal emisora de Colombia. Efectivamente, basta con poner el nombre de Yerry en el buscador de Youtube para que intente autocompletarlo con "bailando" y son muchos los recopilatorios de sus danzas.
Mina, aunque con lo dicho no lo parezca, es un hombre calmado. "Como jugador es muy calmado, también ante los medios, muy pausado", cuenta Vargas. Y futbolísticamente lo demuestra con algunas de las cuestiones que exige la filosofía Barça: "Es un central muy limpio, tiene las piernas largas y va bien en el hombre a hombre porque es rápido a pesar de su altura". Pero no se queda solo en eso, también recuerdan como Ospina, el meta de la selección, suele sacar en corto a sus pies porque es perfectamente capaz de manejarse con el balón y sacarla jugada.
"Es un jugador muy técnico, va muy bien en el juego aéreo tanto en fase ofensiva como en defensiva, te aporta muchísima potencia en el juego aéreo, es difícil que le ganen la mano, va muy bien a los costados. Ha tenido participaciones con Colombia y se ha acomodado muy bien al esquema", explica Omar Sánchez, también periodista colombiano. La juega bien, pero si se ve presionado también reacciona. "Si el partido está apretado no se complica la vida, si tiene que mandar el balón al Mediterráneo lo hará, aunque también puede salir jugando con calidad", explica Sánchez.
Mina empezó de portero
"El padre fue arquero en las divisiones inferiores del Deportivo Cali, siempre le inculcó el tema del deporte. Yerry empezó de portero, pero pronto pasó a ser central con el Deportivo Pasto", explica el periodista. Allí no duró mucho, Mina pronto llamó la atención y recaló en un equipo histórico, el Independiente Santa Fe. "La gente preguntaba por qué fichaban a un chico de Cauca, pero les salió muy bien, allí jugó más de 120 partidos", recuerdan aquellos que siguen su carrera.
La llamada del Palmeiras
En algún momento la experiencia se le quedó corta. Recibió una llamada del Palmeiras, uno de los grandes de Sudamérica. Por aquel entonces ya tenía experiencia internacional, había jugado la Libertadores y marcado un recordado gol contra Colo Colo en Santiago de Chile. Haber ido a Brasil es un buen paso para llegar al Barcelona, él ya ha sentido el desarraigo, salir de su país, llegar a un entorno diferente. La transición a España no tiene que ser más compleja. "Habla el mismo idioma, es una ventaja, yo recuerdo a Davinson Sánchez, que le costó un poco pero salió adelante, estuvo en el Ajax y ahora en el Tottenham. Yerry llega a un país con su misma lengua y, además, ya se adaptó muy bien a Brasil porque desde pronto tuvo minutos de juego", enumera Vargas.
Lo cual no quiere decir que Mina sea ya un producto futbolístico finalizado. "Aprenderá múltiples cosas en Barcelona, sin duda, tiene más que aprender él de Europa que al revés, su fútbol madurará será más recio y, probablemente, le dará un poco más de fuerza, que a veces le falta", narra el periodista de 'Caracol'. Como joven jugador que es también tiene algún episodio en los últimos años de los que no estar tan satisfecho.
Y es que en el fútbol hay días que se termina en una tangana y eso es, precisamente, lo que le ocurrió a Palmeiras con Peñarol en un partido de Libertadores. Mina, para sorpresa de todos, se llevó un trípode que descansaba en una banda de un fotógrafo algo despistado. "En el campo es un jugador tranquilo, le han enseñado muy pocas tarjetas rojas y las amarillas normales para alguien de su posición. Además es muy leal, siempre va al balón, esa es una de sus virtudes, no tiene mala fe", cuenta Vargas.
Pero eso no quita para que sea un chico normal. "Es de una extracción humilde y el fútbol no le ha agrandado, no es prepotente. El Barcelona ha fichado bien tanto la persona como al jugador", desarrolla Sánchez.
Primer colombiano jugando en el Barça
Mina es el primer jugador colombiano en vestir la camiseta del Barcelona, y eso en sí mismo ya es motivo para que un país entero gire sus ojos a la Ciudad Condal. "Por supuesto que se va a seguir mucho a Yerry, todos le vamos a seguir independientemente de cuál sea nuestro equipo, es el primer colombiano allí y a buen seguro la marca deportiva que viste al equipo venderá muchísimas camisetas en Colombia", cuenta Vargas. No esperen, eso sí, el nivel de fiebre al que se llegó con James. "James era James, nuestro crack, la estrella de la selección, a Yerry le quiere mucho la gente, pero no es lo mismo", explica. Fuentes de la Liga recuerdan con cariño el éxito abrumador que tenía cualquier iniciativa que sumase a James, todo un ídolo en Colombia. A Mina aún le queda.
Llega a Barcelona, uno de los equipos más grandes del mundo, con una larga lista de cosas por hacer y por aprender. Son muchos los centrales que no pudieron superar las expectativas, que se quedaron por el camino. Es una posición difícil en la que tendrá que suplir a Mascherano, ya camino de China, que le ha abierto un hueco antes de lo que estaba pensado. Las cualidades están ahí, es alto, es rápido, saca el balón jugado... y su baile es hipnótico, que una vez se ha marchado Neymar, como anteriormente hizo Alves, igual el club necesitaba un poco de chispa.
Yerry Mina lo lleva en la sangre. Nacido en Cauca, en el Pacífico colombiano, no puede reprimir un baile cuando está feliz. Así que si marca un gol con el Barcelona, su nuevo equipo (tras pagar 11,8 millones de euros al Palmeiras), la felicidad más pura del fútbol sale corriendo al fondo del campo, mira a la grada y comienza a encadenar ritmos espasmódicos, como si el futuro dependiese de la grandiosidad de la danza. Es especialmente espectacular si se tiene en cuenta que Mina mide 1.95, una altura en la que cualquier movimiento cuesta trabajo. Claramente no a este defensa central que viene a cubrir el hueco dejado por Mascherano.