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La defensa del Barcelona fue una verbena y el Liverpool hizo sangre
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debacle del equipo azulgrana en wembley (4-0)

La defensa del Barcelona fue una verbena y el Liverpool hizo sangre

El Barcelona de Luis Enrique dio facilidades en defensa una y mil veces, lo que aprovechó el Liverpool para firmar una goleada de escándalo en Wembley

Foto: El Barcelona sucumbió con estrépito ante el Liverpool en Wembley (Reuters)
El Barcelona sucumbió con estrépito ante el Liverpool en Wembley (Reuters)

Todas las miradas estaban puestas en la portería, con el debate abierto en canal. Ter Stegen y Claudio Bravo ya han avisado en las oficinas del club; eso de la suplencia no va con ellos. Luis Enrique no se complicó la vida y dio un tiempo a cada uno ante el Liverpool en el espectacular Wembley. El problema no estuvo entre los tres palos y sí unos metros más adelante, con un Barcelona que volvió a agrietarse en su zona trasera y acabó humillado (4-0) por el equipo británico. Aleix Vidal quedó claramente señalado de nuevo al ser retirado del campo en el descanso, mientras Mathieu volvió a mostrar indicios altamente preocupantes. Una derrota que "escuece", según reconoció Luis Enrique.

Foto: Arda Turan celebra su gol al Celtic en el amistoso disputado en Dublín. (EFE) Opinión

Se supone que cuando Umtiti ya esté a punto para jugar algunas cosas cambiarán. La realidad que se vio en Wembley es que al equipo de Luis Enrique le queda mucho que hacer, sobre todo a la hora de acomodarse cuando toca defender. El Liverpool, mucho mejor plantado en el terreno de juego, hizo sangre gracias a la debilidad del equipo azulgrana cuando le tocó frenar los ataques de su rival. Y cuando llegó la hora de buscar el gol, no se mostró tan fino como en partidos anteriores; también es verdad que el equipo rival no regaló nada.

El Liverpool entró en el partido como un ciclón. Vertiginosa velocidad imprimían al juego los de Jürgen Klopp, que en cuanto tenían el balón en su poder se ponían a correr desaforados en busca de la portería de Ter Stegen. Sufrió la defensa del Barcelona en el arranque del partido, que por mucho dominar el juego, el partido era otra cosa. En cuanto hilvanaron una buena combinación -gracias a un error de Arda Turan-, los 'reds' se adelantaron. Sadio Sane se encontró con toda la portería a su disposición y colocó el balón lejos del alcance del portero alemán.

Groseros errores

En este tramo inicial el reparto de la posesión era casi absoluto, pero a medida que se consumían los minutos, el equipo de Luis Enrique ya empezaba a manejar el partido a su antojo. El problema era que la zaga azulgrana nunca ofreció la contundencia necesaria, lo que permitió a los 'reds' mantener en alerta a Ter Stegen en todo momento. No se ajustaba lo necesario el Barça cuando tocaba replegarse, lo que permitió al Liverpool acercarse con cierto peligro más veces. Se sintió cómodo el equipo británico, que se libró del empate de casualidad antes del período de relax. Primero Messi estrelló el balón en un poste y poco después Arda Turan y Luis Suárez lo hicieron contra Mignolet. El partido del turco, por cierto, intrascendente, en la línea de la pasada temporada.

El arranque del segundo tiempo fue para borrar de la memoria cuanto antes. Dos errores descomunales provocaron que la goleada del Liverpool tomara cuerpo. Primero Mathieu -pésimo su inicio de pretemporada- y poco después Busquets hicieron dos regalos tremendos que aprovechó el enemigo; Mascherano primero y luego Origi dejaron a Claudio Bravo con cara de pocos amigos. En apenas tres minutos, el partido quedaba liquidado.

Durante el resto del segundo acto, con constantes cambios por parte de uno y otro equipo, el guion apenas sufrió modificaciones. El Barcelona cercó la portería del Liverpool, pero sin conseguir nunca que la conexión fuera la adecuada. Rozó el gol en alguna oportunidad la escuadra de Luis Enrique, pero siempre erró a la hora de la verdad. Messi y Munir tuvieron alguna buena opción para acortar distancias; el resto de intentos fueron enterrados por la zaga roja. Cuando el partido ya parecía estar finiquitado, el Barcelona volvió a desajustarse y el desconocido Grujic metió la cabeza para batir al mosquedado Claudio Bravo con un globo inesperado.

Luis Enrique, escocido

"Es una derrota que escuece", dijo Luis Enrique tras el partido. Reconoció que "duele perder de esta manera, pero todo fluye según lo previsto". Por ello, afirmó con contundencia que "no estoy preocupado pensando en la final de la Supercopa de España que disputaremos contra el Sevilla porque el equipo está creciendo según teníamos planificado". "El Liverpool está más rodado que nosotros y por ello su ritmo de juego fue más alto que el nuestro", sentenció.

No tuvo problemas en dejar claro que "cometimos bastantes fallos y tras el segundo gol del Liverpool, el partido quedó prácticamente sentenciado". El entrenador asturiano, que no quiso dar mayor importancia el estrepitoso tropiezo, apuntó que "tenemos por delante días suficientes para que los futbolistas adquieran la forma necesaria para enfrentarse al Sevilla". Además, Luis Enrique recordó que "no hay deportista que no haya caído en alguna oportunidad". Eso sí, recalcó que "deseamos corregir los errores que cometimos ante el Liverpool".

Ficha técnica:

4 - Liverpool: Mignolet; Clyne, Lovren, Milner (Alberto Moreno, min.42), Klavan; Wijnaldum (Grujic, min. 73) , Can (Henderson, min.46), Lallana (Origi, min.46), Coutinho (Stewart, min.46); Mané (Markovic, min. 73) y Firmino (Ings, min.73). 

0 - Barcelona: Ter Stegen (Bravo, min.46); Aleix Vidal (Sergi Roberto, min.46), Mascherano (Piqué, min.60), Mathieu, Cámara (Digne (min.60); Busquets (Rakitic, min.60), Denis Suárez (Samper, min.76), Arda (Iniesta, min.60); Messi (Alfaro, min.76), Munir y Suárez (Mujica, min.75).

Goles: 1-0, m.15: Mané. 2-0, min. 47: Mascherano, propia puerta. 3-0, min.48: Origi. 4-0, min.90+3: Grujic.

Árbitro: Martin Atkinson (ING).

Incidencias: Tercer partido amistoso del Barcelona correspondiente a la International Champions Cup disputado en Wembley ante 89.845 espectadores.

Todas las miradas estaban puestas en la portería, con el debate abierto en canal. Ter Stegen y Claudio Bravo ya han avisado en las oficinas del club; eso de la suplencia no va con ellos. Luis Enrique no se complicó la vida y dio un tiempo a cada uno ante el Liverpool en el espectacular Wembley. El problema no estuvo entre los tres palos y sí unos metros más adelante, con un Barcelona que volvió a agrietarse en su zona trasera y acabó humillado (4-0) por el equipo británico. Aleix Vidal quedó claramente señalado de nuevo al ser retirado del campo en el descanso, mientras Mathieu volvió a mostrar indicios altamente preocupantes. Una derrota que "escuece", según reconoció Luis Enrique.

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