Kevin Gameiro, la historia de un traspaso que roza el esperpento
La historia del traspaso de Kevin Gameiro al Atlético de Madrid ha vivido diferentes y curiosos capítulos. Una rocambolesca historia que roza el esperpento...
El traspaso de Kevin Gameiro al Atlético de Madrid se ha envuelto en una serie de puntos extraños con suficientes elementos para configurar una novela con tintes de 'best seller'. Además de Gameiro, en la escena más protagonistas: Monchi, Pascal Boisseau (representante de Gameiro), Gil Marín, Vietto, Robert Fernández… y Diego Costa. Puede que la semana que viene, cuando el Cholo Simeone salude a su nuevo pupilo y esboce una sonrisa, quizás sepa que el de Gameiro haya sido uno de las operaciones más rocambolescas de la historia.
Tras un montón de tiras y aflojas, de dije aquello que no quería decir esto, de ahora sí pero no, de esto se acabó pero mañana te llamo, Kevin Gameiro estará a principios de la semana que entra a disposición del Cholo Simeone que, tras seis meses de reclamo, al fin dispondrá de su ansiado delantero para completar su póker de goleadores: Griezmann, Fernando Torres,Correa… y Kevin Gameiro.
El fichaje le costará al Atlético 35 millones en fijo y cinco en variables (de difícil cumplimiento, eso sí), además de la cesión de Luciano Vietto, que ha sido valorada en cuatro millones, con una opción de compra cerrada en 20 millones y otra de recompra en un precio de 26.Números que adornan una historia coral que subió y bajó muchas veces las escaleras de la noticia. Kevin Gameiro, o su representante, su compatriota Pascal Boisseau, un tipo de mil caras, recibió y escuchó las ofertas del Barcelona y Atlético, y sin embargo le cerró las puertas a los numerosos intentos del Sevilla de ampliar y mejorar su contrato. KG tenía muy claro que su ciclo en el Sevilla había finalizado y quería añadir a su palmarés un equipo 'top' como era el Barça (no le hubiera importado ser el cuarto atacante tras la MLN) o, en su defecto, recalar en el Atlético, eterno aspirante a lograr la Champions.
Las arcas del Barcelona
Pero el Barcelona, encorsetado en lo económico por el desgaste que supone mantener a Messi, Luis Suárez y Neymar, solo podía llegar a 24 millones y bajo ningún concepto alcanzar la exigencia del Sevilla: 40 millones (su cláusula) o nada. De ahí que descartara pronto a Gameiro y dirigiera su mirada hacia Luciano Vietto, el joven y antiguo protegido de Simeone, que encandilaba a Luis Enrique y cuyo fichaje auspiciaba el propio Leo Messi.
Pero Robert Fernández, el director deportivo del Barça, se dio de bruces con esta nueva intentona. El Atlético considera al Barcelonaun rival directo en su lucha deportiva y se negó en redondo a fortalecer a los azulgrana con el refuerzo de Vietto. El Atlético de Madrid asestó dos 'crochets' en el mentón del Barça en cuestión de días. Luis Enrique se quedó sin el objetivo número uno(Gameiro) y sin el objetivo número dos(Vietto).
El Sevilla trató hasta el último momento ampliar el contrato de Kevin Gameiro. Pero el agente del jugador, el inefable Boisseau, descolgó el teléfono para el Sevilla. Se desconectó del club nervionense hace más de un mes y medio. A tal punto que Monchi y José Castro, presidente de la entidad, se desplazaron a la concentración del Sevilla en Alemania para hablar directamente con el jugador y extenderle un documento con la última propuesta del club.
El Sevilla ofrecía más que el Atlético
La oferta de renovación del Sevilla era, según pudo saber El Confidencial, superior a lo que el Atlético le había ofrecido al galo. La propuesta del club blanco era de 4,2 millones netos por temporada. Tres temporadas. El jugador, ya comprometido por el Atlético, rechazó el ofrecimiento del Sevilla.
De esta operación se va a acordar durantemucho tiempo Ramón Rodríguez Verdejo, Monchi, el afamado director deportivo del Sevilla. Porque negociar con el Atlético, a través de Miguel Ángel Gil Marín, su consejero delegado, es como dar mordiscos a una roca y para encarar esa tarea tan ardua se requiere nervios templados y la paciencia de un monje benedictino.
El Atlético ha estado disparando balas en los últimos meses para tratar de conseguir un 'nueve'que satisfaga a Simeone. Erró con el Pipa Higuaín, no pudo conseguir a Aubameyang, tampoco a Icardi, y con Diego Costa, finalmente el elegido, se topó con la empecinada negativa del Chelsea, cuyo entrenador, Conte, puso el cartel de intransferible a Diego. El Chelsea desoyó los subliminales mensajes del hispano-brasileño, incluso replicó. Gil Marín, Calan para los amigos, consciente del interés del Cholo Simeone en Diego Costa, realizó un movimiento inusual en operaciones de este tipo. Frenó las negociaciones por Gameiro y Vietto, cuando todo estaba en el tramo final y muy bien encarrilado. Gil Marín le pidió a Monchiun 'impasse'hasta el 31 de julioporque el Atlético estaba ganando tiempo para… fichar a Diego Costa.
Vietto, un daño colateral
Monchi, el Merlín del Sevilla, que en los últimos diez años ha realizado negocios que han generado plusvalías por más de 480 millones de euros, ha vivido de todo. Con una media sonrisa, Monchi recuerda cómo se quedó esperando en el aeropuerto la llegada de Van Persie cuando el día anterior lo había dejado todo cerrado, pero el holandés “se equivocó” y tomó el vuelo a Londres. Pero frenar una operación porque la otra parte va a fichar a otro futbolista, es una situación que raya el esperpento.
El asunto hizo que Luciano Vietto sufriera un daño colateral y anduviera por la concentración del Sevilla en Alemania en situación de semiclandestinidad y escondido de los periodistas durante casi dos días, hasta que Monchi, cansado del sainete, le dijo a Vietto: “Tú te vienes conmigo y verás el partido (el que jugó el Sevilla ante el Mainz 05) a mi lado, con tu paisano Nico Pareja”.
Con todo aclarado, y ante la imposibilidad de la llegada de Diego Costa, Gil Marín dio luz verde al fichaje de Gameiro y la cesión de Vietto. Gameiro pasará reconocimiento médico este domingo, mientras que Vietto fue revisado en una clínica de Fráncfort por especialistas alemanes y Adolfo Muñoz, jefe de los servicios médicos del club. Se da carpetazo a una historia que termina con sonrisas pero muchos dolores de cabeza.
El traspaso de Kevin Gameiro al Atlético de Madrid se ha envuelto en una serie de puntos extraños con suficientes elementos para configurar una novela con tintes de 'best seller'. Además de Gameiro, en la escena más protagonistas: Monchi, Pascal Boisseau (representante de Gameiro), Gil Marín, Vietto, Robert Fernández… y Diego Costa. Puede que la semana que viene, cuando el Cholo Simeone salude a su nuevo pupilo y esboce una sonrisa, quizás sepa que el de Gameiro haya sido uno de las operaciones más rocambolescas de la historia.