El nuevo Valencia de Nuno y Peter Lim ya sufre sus primeros movimientos sísmicos

Desde hacía tiempo se atisbaba que en cualquier momento la tormenta podía llegar. La derrota del Valencia en La Rosaleda ha provocado que los primeros temblores azoten las estructuras del club. Lo peor fue quedarse sin sumar en Málaga, pero la imagen ofrecida por el equipo y la poca respuesta de Nuno Espírito Santo desde el banquillo han provocado que la figura del entrenador comience a ser cuestionada desde diferentes ámbitos. Empezó ilusionando y alcanzó su pico más alto de popularidad con el triunfo ante el Real Madrid, pero en los últimos tiempos la figura del portugués ha perdido impulso.

El entrenador del Valencia ha ido perdiendo fuerza con el paso de las jornadas, sobre todo las últimas, de cara al vestuario. En su interior ya se escuchan las primeras voces críticas, por su falta de respuesta durante los partidos y, sobre todo, por la rutina diaria. Algunos jugadores estiman que en las sesiones de entrenamiento no se trabajan lo suficiente algunos conceptos, que cuando llegan los partidos se echan en falta. El nuevo año comenzó de una manera inmejorable con un incontestable triunfo ante el Real Madrid, pero la eliminación de la Copa del Rey a manos del Espanyol dañó mucho al técnico. En Málaga, quedó muy señalado.

Hace unas semanas, y por sorpresa, el Valencia prorrogaba el contrato de Nuno hasta junio de 2018. Una noticia que entonces fue bien recibida por la buena dinámica del equipo. Ahora surgen las primeras dudas alrededor del entrenador. Peter Lim depositó en él toda su confianza para liderar desde el banquillo el proyecto, pero serán los resultados los que marquen, como siempre, la hoja de ruta. Clasificarse para disputar la Champions League es un objetivo de obligado cumplimiento teniendo en cuenta la inversión realizada por el nuevo dueño del club. Si no se alcanza, de todo puede pasar…

A nivel institucional las aguas no fluyen en paz. Peter Lim ha dejado el club en manos de Nuno y Jorge Mendes, el agente del entrenador y el que maneja la política deportiva del club. Amadeo Salvo, ahora presidente ejecutivo, ve cómo no ejecuta nada porque los que mandan de verdad son otros. Impulsor principal para el aterrizaje de Lim en Valencia, ve cómo son el técnico y su representante los que tienen voz y voto. Las relaciones entre Salvo y Nuno, obvio, no son las deseadas en estos momentos… Si Amadeo Salvo hubiera tenido poder, Juan Antonio Pizzi habría seguido como entrenador del Valencia, pero tuvo que ceder al empuje de Peter Lim y, sobre todo, de Jorge Mendes.

El rendimiento de algunos jugadores no está siendo el esperado. Casos como Negredo o Rodrigo, por ejemplo, son los más evidentes. Llegaron como estrellas al Valencia, pero por el momento no han ofrecido la respuesta que cabría esperar de ellos. En este aspecto se apunta al entrenador, al que se critica que varios futbolistas no estén jugando al nivel esperado. La irregularidad del equipo está siendo demasiado evidente y también se señala a Nuno en este apartado, pues por momentos no parece saber apretar la tecla adecuada para que el Valencia transite con más determinación.