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Undiano Mallenco, el mejor aliado de un cuestionado Carlo Ancelotti
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EL MADRIDISMO, DECEPCIONADO CON EL ITALIANO

Undiano Mallenco, el mejor aliado de un cuestionado Carlo Ancelotti

Undiano Mallenco se ha convertido en el gran aliado de Ancelotti. El club blanco ha centrado la derrota en el árbitro antes de buscar las causas en el equipo

Foto: Undiano Mallenco expulsando a Sergio Ramos durante el Clásico. (EFE)
Undiano Mallenco expulsando a Sergio Ramos durante el Clásico. (EFE)

Undiano Mallenco se ha convertido en el gran aliado de Carlo Ancelotti. Las decisiones del árbitro navarro, en el club blanco creen que perdió los papeles tras el primer penalti señalado, han conseguido eclipsar algunas de las adoptadas por el entrenador, que vuelven a comprometer su futuro como técnico madridista.

Ancelotti ha perdido una gran oportunidad de terminar con cualquier tipo de rumor respecto a su futuro. Una victoria ante el Barcelona, además de terminar con la resistencia del club azulgrana en la carrera por la Liga, habría significado el adiós a esos rumores que apuntan a cierta fragilidad del técnico en los momentos decisivos. Nada de eso ha sucedido y el ex del PSG parece condenado a jugarse el todo por el todo con los números en la mano. Éxito igual a continuidad. No hay otra.

El madridismo no lleva bien eso de no saber lo que es ganar a Barcelona y Atlético en Liga. De doce puntos posibles, el equipo blanco sólo ha sumado uno. Poco para un equipo que tiene por objetivo ganar y demostrar una superioridad que ha quedado cuestionada con la pérdida del liderato. El cambio de Benzema no ha gustado por el mensaje que Ancelotti envió a todo el mundo. Renunció a ganar y terminó perdiendo.

Para todos, el francés estaba siendo el mejor jugador del Real Madrid. La expulsión de Ramos condicionó el resto del partido. Ancelotti decidió mantener su idea de fútbol, pero dando la espalda a la portería de Valdés. Sustituir a Benzema era la opción más sencilla, la que menos problemas le podría causar y así procedió. El peligro blanco se fue al vestuario y el Barcelona se sintió muy cómodo a partir de ese momento.

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Algunas voces del equipo blanco buscan motivos a la reacción y justifican las decisiones del italiano, pero otros miran el resultado y no encuentran explicación alguna a esas tres derrotas que ha cosechado el Real Madrid ante Barcelona y Atlético. De no mediar Undiano Mallenco y toda la polvareda que ha levantado su arbitraje más allá del acierto o no de las mismas, Ancelotti sería el protagonista de las críticas. Y es que la sustitución de Benzema le va a acompañar en las próximas semanas. No ha gustado y le puede pasar factura.

La carga de partidos y el poco tiempo que hay a estas alturas de competición también se convertirá en el otro gran aliado del entrenador madridista. Apenas hay tiempo y, el miércoles, el Real Madrid tendrá otro complicado examen ante el Sevilla, en esta ocasión sin Ramos ni Di María.

Si hace un par de semanas era Martino y su Barcelona los que parecían heridos y moribundos, ahora es el Real Madrid y su técnico los que pasan por el patíbulo. Una victoria ante el Sevilla calmaría los atemperados ánimos que han preferido centrarse en Undiano antes de buscar las causas que han llevado al equipo blanco a perder la privilegiada posición que tenía y que le hace depender de un incómodo compañero de viaje que no es otro que el Atlético. Y es que ya depende de un fallo de los rojiblancos para poder ganar la Liga, algo que no gusta por el Bernabéu.

Undiano Mallenco se ha convertido en el gran aliado de Carlo Ancelotti. Las decisiones del árbitro navarro, en el club blanco creen que perdió los papeles tras el primer penalti señalado, han conseguido eclipsar algunas de las adoptadas por el entrenador, que vuelven a comprometer su futuro como técnico madridista.

Ancelotti ha perdido una gran oportunidad de terminar con cualquier tipo de rumor respecto a su futuro. Una victoria ante el Barcelona, además de terminar con la resistencia del club azulgrana en la carrera por la Liga, habría significado el adiós a esos rumores que apuntan a cierta fragilidad del técnico en los momentos decisivos. Nada de eso ha sucedido y el ex del PSG parece condenado a jugarse el todo por el todo con los números en la mano. Éxito igual a continuidad. No hay otra.

El madridismo no lleva bien eso de no saber lo que es ganar a Barcelona y Atlético en Liga. De doce puntos posibles, el equipo blanco sólo ha sumado uno. Poco para un equipo que tiene por objetivo ganar y demostrar una superioridad que ha quedado cuestionada con la pérdida del liderato. El cambio de Benzema no ha gustado por el mensaje que Ancelotti envió a todo el mundo. Renunció a ganar y terminó perdiendo.

Para todos, el francés estaba siendo el mejor jugador del Real Madrid. La expulsión de Ramos condicionó el resto del partido. Ancelotti decidió mantener su idea de fútbol, pero dando la espalda a la portería de Valdés. Sustituir a Benzema era la opción más sencilla, la que menos problemas le podría causar y así procedió. El peligro blanco se fue al vestuario y el Barcelona se sintió muy cómodo a partir de ese momento.

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