Lo único que no entiende el socio número 50 del Real Madrid es "la suplencia de Iker"

Lleva más de media vida en el fondo norte. Tiene 86 años pero todavía recuerda su primer sitio en el antiguo estadio de Chamartín. “Estaba justo detrás de la portería, encima de una tapia que había allí”, comenta José Mozo. Le cuadra el apellido porque, a pesar de su edad, sigue teniendo la cabeza de un chaval. El cuerpo es otra cosa. La cadera le da mucho la lata y le ha impedido visitar el estadio esta temporada. Es la primera vez en 74 años de socio que no puede ver un partido en su asiento. Tampoco podrá ver el Clásico en vivo pero eso no le impide compartir con El Confidencial sus impresiones acerca del gran enfrentamiento de la Liga Española.

Como no podría ser de otra manera, augura una victoria blanca por 2-1 con goles de Cristiano Ronaldo, ninguna novedad, y Xabi Alonso, eso sí que es una sorpresa. Del portugués habla maravillas sin embargo hay un jugador del pasado del Real Madrid que, para él, le supera ampliamente. “Di Stéfano ha sido el mejor jugador de la historia sin ninguna duda”, afirma Mozo entre trago y trago de un té helado en la cafetería que está cruzando la calle de donde vive. Ni Messi ni nadie, la virtud que ensalza del astro hispanoargentino era la conducción de pelota desde su propio campo.

Eran los Clásicos de aquella época los que él prefería por encima de la actual. “Alegría y ataque” son las dos características que destacaría Mozo de un Real Madrid que jugaba, según él, “sin centrales y con tres delanteros”. Lo que no ha visto es ningún atisbo de violencia en los enfrentamientos anteriores entre el Real Madrid y el Barcelona. “El ímpetu de la juventud”, así califica los roces entre unos jugadores que “no van a hacerse daño”.

El único daño en la actualidad, inexplicable para él, es la suplencia de Iker Casillas. Sin menospreciar a Diego López a quien considera un buen portero, cree que el titular debía de ser el de Móstoles habida cuenta del nivel exhibido en los partidos que ha jugado. “Si yo fuera Casillas me iría del Madrid”, así de tajante se expresa sobre un portero que no quiere que deje el equipo pero que no le culparía por hacerlo. Es consciente de que José Mourinho ha dividido al madridismo respecto al guardameta y confía en “la caballerosidad” de Carlo Ancelotti para, no restaurar a Iker en la portería, pero al menos recuperar la unidad del club de sus amores.