Pepe Mel pasa de ser el 'Alex Ferguson de la Liga española' a la cola del paro

“Quiero estabilidad para renovar”. Lo dijo en abril de este mismo año en una entrevista concedida a Marca. Siete meses después, aquella frase ha perdido todo su significado. Los resultados siempre son los que mandan y los dirigentes del Betis perdieron la paciencia. Les entró el miedo y lo que reclamaba Pepe Mel entonces, quedó demostrado que no valió para nada. Igual que renovó poco después, su destitución pone de manifiesto que en el fútbol no cambian las cosas.

Pepe Mel es el segundo entrenador de Primera División en caer. El primero, de un perfil similar, fue Mendilibar. En Pamplona había realizado un buen trabajo y estaba bien considerado. Sin embargo, los resultados le ejecutaron. Y Osasuna, por cierto, continúa en la parte baja la tabla clasificatoria. El ya ex del Betis fue bautizado como el 'Ferguson del Betis', pero ahora no es más que otro entrenador en la cola del paro.

La renovación de Pepe Mel, que firmó hasta junio de 2016, con una más opcional, se alargó bastante. El entrenador quería tener claro que iba a tener un status importante en el club, más allá de entrenar a la primera plantilla. Finalmente, a principios de junio, se hizo oficial la continuidad del madrileño, una buena noticia, entonces, para todo el beticismo.

“El Betis está rompiendo con las normas establecidas y me ha hecho un contrato de larga duración. Considero que eso es debido a que se está haciendo un trabajo serio. Hace años nadie quería venir al Betis y ahora jugadores nuestros tienen ofertas de ligas como la Premier”, afirmó entusiasmado aquel día.

Tras la marcha de Mourinho del Real Madrid, Mel se convirtió en el entrenador más longevo de Primera División. El técnico destacó la decisión del Betis, diciendo que era extraño que un club apostara con tanta determinación por un entrenador. Era un hombre feliz en el club de su vida. Palabras que se llevó el viento con el tiempo.

El empate ante el Rayo Vallecano fue el detonante final, pero la goleada sufrida en el Sánchez Pizjuán (4-0) puso en marcha la cuenta atrás. El trabajo realizado durante los últimos tres años se ha ido al traste en apenas unos meses. Primero ascenso, luego permanencia y por último clasificación para disputar la Europa League. Números impecables éstos, como implacables los últimos.

Las relaciones del entrenador con Vlada Stosic, el Director Deportivo del club, siempre han sido tensas. Miguel Guillén, presidente del Betis, tuvo que salir al paso en su día para manifestar que “estamos cansados de este asunto. Tienen una relación profesional magnífica, conviven a diario y están en un proyecto común. Son importantes para nosotros”. Eso sí, añadió con una reveladora sonrisa en la boca que “no les pedimos que se vayan a tomar cervezas juntos”.

Miguel Guillén, el presidente bético, soñaba con repetir el éxito de la pasada temporada, cuando Pepe Mel devolvió al equipo a Europa. Sin embargo, la realidad ha sido muy diferente y en este punto chocaron los planteamientos de dirigente y entrenador. Mientras el primero consideraba que el objetivo debía ser repetir la gesta del pasado ejercicio, Mel, con los pies en el suelo, dijo que era tener una campaña tranquila.

El diagnóstico del entrenador, como se ha apreciado, parece ser el acertado. La plantilla de esta temporada no tiene nada que ver. Han aterrizado doce jugadores nuevos, mientras han desaparecido jugadores importantes como Beñat, Campbell, Pabón, Cañas o Pozuelo. El resultado final ha sido el de siempre. Con un plantel debilitado, la cuerda se rompió por el mismo sitio. Pepe Mel ya es historia.