Mourinho y su continuidad en el Madrid: sigue los mismos pasos que el año que dejó el Inter

José Mourinho sigue engrosando sus números como entrenador. La clasificación a las semifinales de la Liga de Campeones con el Real Madrid le ha permitido hacer historia en la máxima competición europea por clubes, al igualar el récord de Alex Ferguson de alcanzar la penúltima fase del torneo por séptima vez. Pero ni este éxito evitó que mandara un críptico mensaje al término del partido que podría determinar su futuro próximo.

"Cuando termine la temporada me sentaré con quien me tenga que sentar, que además de mi presidente es mi amigo. Nos sentaremos con tranquilidad y hablaremos de mi futuro, como hablan dos amigos", señaló el portugués. Años atrás, siempre que habló de 'amigos' en referencia al presidente del club en el que entrenaba terminó por dejar el club, tal y como hizo con Román Abramovich en el Chelsea o con Massimo Moratti en el Inter de Milán.

Al presidente del conjunto inglés le ha calificado en más de una ocasión como su "íntimo amigo", pero el mal comienzo de temporada con el Chelsea acabó con su salida del equipo. Dos campañas después de fichar por el Inter, Mourinho comenzó a posponer su decisión de seguir en el club hasta que acabara la temporada: después de ganar la Champions con los 'neroazzurri' anunciaba que su próximo destino era el Santiago Bernabéu.

Sin ir más lejos, la pasada temporada confirmó a estas alturas que seguiría en el Real Madrid. En su mensaje más claro sobre si renovará o no en lo que llevamos de año, Mourinho ha anunciado que no decidirá su continuidad hasta que el balón deje de rodar, una señal que podría significar que su intención no es otra más que cambiar de aires, tal y como sucedió en su anterior etapa en el Inter de Milán.

Hablar del futuro con contrato en vigor

En el caso de Mourinho resulta curioso ver cómo temporada tras temporada se sigue hablando de su futuro, cuando el técnico tiene contrato con el Real Madrid. El portugués no sólo no acaba con los rumores sobre su posible salida, sino que sigue alimentándolos al asegurar que deberá hablar con el presidente madridista sobre su continuidad, cuando la relación contractual entre ambos da a entender que, en caso de que alguna parte tuviera que tomar un a decisión, el paso lo debería dar el presidente y no el técnico.

Lo cierto es que la relación entre Mourinho y varios 'pesos pesados' del vestuario blanco no son lo cordiales que cabría esperar, una situación que podría determinar que el portugués no continuara al finalizar esta temporada. Sus más y sus menos con Sergio Ramos o su falta de tónica con Iker Casillas son dos motivos que preocupan a la directiva madridista -en especial lo que está ocurriendo con el guardameta-, y parece no tener visos de solucionarse a corto plazo.

De momento, Mourinho ha solicitado públicamente a Florentino Pérez que no se trate el tema de su renovación hasta que finalice el curso. Por las señales que el técnico portugués ha ido dejando en sus distintas apariciones en rueda de prensa todo parece indicar que su continuidad en el Real Madrid es complicada, pero no será hasta que finalice la temporada cuando el técnico portugués haga público cuál será su futuro más próximo.