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Las fotos de Ayrton Senna que el fotógrafo nunca quiso haber hecho, y la que nunca pudo hacer
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LA HISTORIA DE SU AMIGO

Las fotos de Ayrton Senna que el fotógrafo nunca quiso haber hecho, y la que nunca pudo hacer

Amigo personal, Angelo Orsi destruyó algunas de las fotos más duras del brasileño, tomadas a los pocos instantes de su accidente. Y no pudo cumplir un deseo especial el piloto

Foto: Fotos de Senna que aún se colocan en la curva de Tamburello. (EFE/Jeniffer Lorenzini)
Fotos de Senna que aún se colocan en la curva de Tamburello. (EFE/Jeniffer Lorenzini)

Esta es la historia de unas imágenes que el fotógrafo de Fórmula 1 nunca quisiera haber hecho, y la historia de aquella foto especial que nunca pudo hacer. Ayrton Senna era el protagonista de todas. La historia de unas fotografías que desaparecieron, y la de otra que el piloto brasileño le había pedido a su amigo fotógrafo antes de morir.

"Tuve la suerte de hacer este trabajo en los años 80 y 90, que creo que son, para el deporte del motor, los mejores años que pude haber vivido, en el sentido de que la relación con estos grandes pilotos era directa. Podías hablar con ellos y conocerlos, no había filtros. Por filtros me refiero a las oficinas de prensa, que sólo dejan pasar las noticias que quieren. Por tanto, ya no tienes la posibilidad de conocer a estos personajes".

Quien así hablaba era el fotógrafo italiano Angelo Orsi, uno de los más destacados de la época. "De esa manera tuve la oportunidad de conocer a Berger, Senna, Mansell, Lauda y todos estos grandes campeones, y tener una relación casi fraternal con ellos. Al final de los entrenamientos te encontrabas en boxes charlando como en un bar".

Ayrton Senna y Angelo Orsi eran estrechos amigos. Tuvo el destino el cruel capricho de que el fotógrafo se encontrara cerca la curva de Tamburello, el lugar del accidente que le costó la vida al brasileño. Antes, Senna le había pedido un encargo especial a su amigo Orsi, que este no llegó a cumplir.

El tartazo en la cámara de fotos

En aquella época no existía Internet, y el papel y la fotografía era el mejor soporte para vivir la Fórmula 1 La revista italiana especializada Autosprint y sus periodistas disfrutaban de una posición privilegiada en el paddock. Angelo Orsi era su fotógrafo, omnipresente en todas las carreras. Como el italiano recordaba, había creado vínculos muy especiales con Ayrton Senna.

Por ejemplo, antes de la mítica carrera de Donington de 1993, Ayrton le comentó a su amigo italiano: "¿Por qué no vas a la última curva? Verás que paso primero". Adelantó a Prost y fue el primero". También recordaba cómo en una fiesta de cumpleaños, Ayrton Senna y Gerhard Berger se lanzaron las tartas a la cara. Una de ellas fue a parar a la cámara de Orsi. Este le espetó al brasileño que se lo haría pagar: "En un gran premio, en la salida, le pasé el dedo por toda la visera". Para ensuciársela, como antes con su cámara.

"Ví con el rabillo del ojo que algo había ocurrido"

Llegó aquel malhadado 1 de mayo en el circuito de Imola. "Por qué estaba en Tamburello era algo extraño. Para nosotros, el de Imola era el gran premio de casa y buscábamos cubrir todas las curvas del trazado. Decidí ir a Tamburello, porque el resto de las curvas estaban llenas de fotógrafos. Aquel era un puesto donde normalmente no se va. Pero decidí hacer la salida allí, porque podría lograr una imagen bastante distinta".

La carrera fue neutralizada por los accidentes de Pedro Lamy y JJ Letho en la salida. "Me subí al techo del puesto 2 para el reinicio de la carrera. Recuerdo la vuelta detrás del coche de seguridad, la resalida, la última foto que le hice a Ayrton por delante del Benetton de Schumacher", rememoraba el fotógrafo italiano. "De repente, con el rabillo del ojo vi algo que había ocurrido, porque el puesto dos estaba al comienzo de la curva de Tamburello".

Los comisarios le dijeron a Orsi que se había producido un incidente en la parte final de Tamburello, donde un coche descansaba pegado al muro. "Debía ser Senna, me dije". Orsi salió corriendo en un ‘scooter’ del puesto de comisarios hacia el lugar del accidente. "Llegué justo en el momento en el que estaban sacando al piloto del habitáculo. Pero estaba cubierto de médicos y paramédicos".

"Había cuatro o cinco fotos muy duras"

El propio Orsi reconocía que ante la escena no supo mantener la sangre fría. "No me estaba comportando de manera muy profesional en aquel momento, disparando sin pensar en todo lo que ocurría, porque estaba bastante emocionado. Pero mi dedo y la máquina seguían funcionando. Mientras los médicos hablaban de lo que estaban haciendo, yo no podía verle porque estaba cubierto. En un momento dado, lo subieron a la camilla y al helicóptero, que extrañamente había llegado a la curva para llevarlo al Hospital di Maggiore en Bolonia".

En aquellos instantes aún no se conocía el estado de Senna. Orsi volvió a los boxes y entregó los rollos de película para ser llevados a la redacción de Autosprint. "Recomendé que el rollo del accidente debía ser guardado en la redacción antes de utilizarlo y hacer cualquier cosa. Al acabar la carrera volví a la redacción donde me encontré con uno de los jefes, que me dijo que habían guardado las fotos del incidente y habían dejado el rollo en mi mesa".

En aquel entonces, se trataba de diapositivas. Fueron reveladas, y Orsi y su equipo descubrió una realidad temida: "Había cuatro cinco fotos que eran bastante duras. De acuerdo con todos, nos dijimos que esas fotografías nunca más serían vistas por nadie".

Las fotos se destruyeron antes de empezar a trabajar en el número que llegaría a los quioscos dos días después. Angelo Orsi evitó que para la posteridad quedara una trágica imagen del piloto brasileño, sin casco, en los momentos finales de su vida. Nunca nadie recordaría así a Ayrton Senna.

Una foto encima del coche

Antes de aquella carrera, Senna le había pedido un favor a Angelo Orsi, aunque no uno cualquiera. Quería una foto especial. El día anterior había fallecido el austríaco Roland Ratzenberger, un deceso que afectó profundamente al piloto brasileño

"Me había pedido Ayrton al terminar el gran premio que fuera a la curva de la Tosa y me subiera encima del coche. Quería que hiciera la fotografía con las dos banderas, la austríaca y la brasileña, y con el fondo de la colina de la Tosa (repleta de aficionados)". Senna confiaba en ganar aquella carrera y quería una fotografía única de aquella jornada, en la que también esperaba que fuera su primera victoria con Williams.

"Así habríamos vuelto al box (el fotógrafo subido al coche). A Ayrton le gustaba mucho la fotografía era muy apasionado. Tenía muchas ganas de tener esta fotografía, que tal vez nos hubiera causado algún problema de antemano con la FIA, un movimiento que quizás no hubiera sido apreciado. Ayrton me dijo: "La hacemos y veremos qué pasa". Aquella fue la fotografía más hermosa que lamentablemente nunca pude hacer".

Esta es la historia de unas imágenes que el fotógrafo de Fórmula 1 nunca quisiera haber hecho, y la historia de aquella foto especial que nunca pudo hacer. Ayrton Senna era el protagonista de todas. La historia de unas fotografías que desaparecieron, y la de otra que el piloto brasileño le había pedido a su amigo fotógrafo antes de morir.

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