El 'Mal de Moctezuma' que afecta a Carlos Sainz y a Ferrari en el Hermanos Rodríguez

Se ignora si fue el famoso 'Mal de Moctezuma' el que estaba detrás de la ausencia por indisposición de Carlos Sainz el jueves en el Hermanos Rodríguez, ese mal que afecta al turista no acostumbrado a la altura y que se manifiesta con desagradables diarreas. Precisamente será la altitud del trazado azteca la que podría afectar a Ferrari de manera especial, recordando el desfalleciento rendimiento del monoplaza italiano en esta pista en 2022.

Ferrari anunciaba que Sainz no tendrá dificultades para afrontar el fin de semana y este viernes estará presente en el circuito. El equipo italiano llega al Gran Premio de México bajo el golpe recibido en Austin con la descalificación de Charles Leclerc, pero con los temores a que la altura pueda noquear al SF23 este fin de semana.

El circuito ofrece singulares desafíos para todos en diferentes apartados, pero queda por ver cómo rendirá el propulsor italiano este fin de semana, que el pasado año tuvo que ser desinflado para sobrevivir, con el consiguiente impacto para su configuración aerodinámica.

En animal aerodinámico, en otro ecosistema

Con menor presión de aire por la altura, un animal aerodinámico como un Fórmula 1 se encuentra ante un distinto ecosistema. A 2.220 metros de altura, la menor densidad del aire reduce la carga aerodinámica, por lo que en este trazado exige niveles máximos de carga y alerón -similares a los de Mónaco- a pesar de que los monoplazas vuelan a altísimas velocidades en la larga recta por ese aire más fino. Paralelamente, la menor densidad de aire también afecta a la refrigeración. Así, este fin de semana los monoplazas abren vanos y branquias para mejorar este apartado, que afecta en la potencia. Las del SF23 en el capó del motor son bien visibles este fin de semana, buscando refrigerar al máximo el monoplaza.

Y con menor oxígeno a semejante altura, el motor de combustión también sufre con una reducción entre el 20/25 por ciento de la potencia habitual. Pero en un propulsor turboalimentado esto redunda en mayor exigencia del compresor, forzado a girar a un elevado régimen de revoluciones. Es de esperar que en la presente edición el equipo italiano no se vea forzado a acudir a los compromisos de la pasada.

Fue el caso para Ferrari en 2022. Sainz terminó a algo más de un minuto de Max Verstappen y cerca de ser doblado. Fue el Gran Ppremio de la impotencia para el equipo italiano, que sufrió un forzado bajón de rendimiento impropio de que había aspirado a la victoria en el campeonato durante buena parte de la temporada.

El silbido del turbocompresor

Pero un motor capado no será el único desafío. ¿Cómo responderá el SF23 a las limitaciones que impone la altura y, por tanto, al rendimiento aerodinámico? Este último apartado está por ver, pero en 2022 los ingenieros de Ferrari se vieron obligados a descargar al máximo al SF75 para compensar la pérdida de rendimiento de su propulsor, que se exteriorizaba con un particular e inusual silbido de su turbocompresor. De aquí, la degradación puede verse también afectada de no lograr la necesaria carga con los correspondientes compromisos. Al menos, habrá tres sesiones de libres para poner a punto el monoplaza, a diferencia de los dos fines de semana anteriores.

Lo cierto es tras la consolidación matemática del título de Max Verstappen, el campeonato está al rojo vivo para el resto de los protagonistas, aunque para algunos pilotos las posiciones finales no sean demasiado relevantes. Pero sí sus puntos para los equipos implicados de cara a la clasificación final, crucial para el reparto de la tarta económica de la Fórmula 1.

Sainz llega al Hermanos Rodríguez a solo 12 puntos de Fernando Alonso, este en cuarta posición. El asturiano tiene a Lewis Hamilton a 18 puntos, tercero. Lando Norris llega lanzado en su recuperación y ya está a tan solo 12 de Sainz. En cuanto a los equipos, Ferrari y Mercedes están separados por 22 -tercero y segundos, respectivamente-, mientras que solo 6 separan a Aston Martin y McLaren, que adelantó por la cuarta posición al equipo verde. Sainz y Leclerc mantienen su pugna interna, veinte puntos el español por delante del monegasco.

Hamilton: "Algunos se han librado"

Precisamente Leclerc se refirió el jueves a su descalificación -junto con Lewis Hamilton- en el Gran Premio de Estados Unidos, una desagradable e inusual situación que tiene escasos precedentes desde que la regla que controla la altura del monoplaza al suelo se instaurara en 1994. "Fue una sorpresa total porque el viernes, cuando pudimos cambiar el coche, no había desgaste, así que no es como si hubiéramos tocado nada. Luego llegó la carrera y, obviamente, las cosas no habían cambiado, pero éramos ilegales", explicaba Leclerc en la rueda de prensa del jueves.

"Solo tuvimos una sesión para configurar la altura del coche y, una vez que terminamos los primeros libres, no sabíamos nada. El coche no tocaba en absoluto con el suelo. Obviamente, con mucho combustible… Luego, en la carrera, te descalifican por el menor margen posible. Pero las reglas son reglas y están escritas en blanco y negro, por lo que es completamente justo que nos hayan descalificado. Es la vida. Ahora tenemos que seguir adelante, tratar de entender qué podríamos haber hecho mejor para predecirlo, aunque en una situación como esta es muy difícil porque en los libres no teníamos señales de tocar en ninguna parte, lo que hace que sea muy difícil luego predecir el domingo", afirmaba el monegasco.

Por su parte, Hamilton reveló este jueves que no solo Leclerc y él debieron de haber sido descalificados. "He oído de varias fuentes diferentes que había muchos otros coches que también eran ilegales, pero no fueron examinados, así que se salieron con la suya. He estado compitiendo aquí durante dieciséis años, ha habido momentos con otros escenarios como este, en los que algunos se salieron con la suya en ciertas cosas y otras, simplemente, tuvieron mala suerte de ser examinados". Ver para creer.