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La diferencia entre la renovación de Leclerc y Checo depende la presencia de un 'poli malo'
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EL ARTE DE NEGOCIAR EN LA F1

La diferencia entre la renovación de Leclerc y Checo depende la presencia de un 'poli malo'

A la hora de meter presión a un piloto a renovar, Red Bull tiene una ventaja sobre Ferrari al contar con el Dr. Marko para ejercer de contrapeso al 'poli bueno' de Christian Horner

Foto: Sergio Pérez con Helmut Marko en el pasado Gran Premio de Canadá. (Reuters/Evan Buhler)
Sergio Pérez con Helmut Marko en el pasado Gran Premio de Canadá. (Reuters/Evan Buhler)

La parte mas importante en la negociación de un contrato es lo que los ingleses llaman ‘timing’. Quien mejor maneje los tiempos entre el equipo y el piloto acaba ganando el pulso. Después del anuncio de renovación por dos años de Lewis Hamilton en Mercedes, entre las de mayor de relevancia quedan las de Sainz y Leclerc en Ferrari, y por otro, la de Checo Pérez en Red Bull. En este juego de las sillas musicales el que se precipite o tarde demasiado en decidirse puede pagarlo muy caro. Por ello, es lógico que todos jueguen duro y utilicen sus resortes para meter presión.

El recurso preferido de los managers de los pilotos (aunque muy previsible), es filtrar o directamente pedir a la prensa amiga el interés de tal o cual piloto. Los equipos por su parte prefieren siempre hacer ver que nadie es imprescindible. Si alguno se pasa exigiendo hay cola para cubrir su puesto. Para hacer valer su posición entra en juego también el juego de la cara amable y la antipática. Ese juego donde se deja el trabajo sucio al mánager en el caso del piloto, o en el caso del equipo a un tercero. En algunos casos ese tercero en discordia puede ser un abogado, o en Red Bull, la figura de un asesor del propietario como es la situación de Helmut Marko.

A menudo, muchos se preguntan cómo Cristian Horner tolera ciertas salidas de tono de Helmut Marko, a veces rayanas en la xenofobia o la falta de respeto. Desconfíen. Están absolutamente coordinados. Aunque públicamente se esfuercen en mostrar independencia el uno del otro, los objetivos son comunes. Trabajan juntos desde hace muchos años y saben perfectamente lo útil que resulta la figura de ‘poli bueno’ de Horner, con el contrapeso de un ‘poli malo’ como Marko, que además parece encantado de representar ese papel.

Presión por todos los flancos

En el caso de Checo Pérez, todas las descargas de arena y cal que de forma recurrente le reparte Marko tienen como fin meter presión. Y aunque parezca que esta podría limitarse a lo deportivo, en absoluto es el caso. Red Bull tiene como objetivo que el equipo se autofinancie con patrocinadores externos. Después de asegurarse una buena lluvia de millones de dólares por parte del gigante tecnológico Oracle, ahora toca a los patrocinios secundarios, que son los que aporta Checo Pérez.

Que nadie crea que que las empresas de Carlos Slim u otras mexicanas como Interprotección aporten mucho dinero a Red Bull significa que Checo Pérez es un piloto de pago. La británica INEOS, por ejemplo, ha elevado la apuesta de forma descomunal en Mercedes para asegurarse que Lewis Hamilton siga en el equipo y no significa que el heptacampeón inglés compre su asiento. Los intereses comerciales y deportivos de los equipos con frecuencia se cruzan.

Con estos antecedentes descritos, todo lo que sucede alrededor de Checo Pérez en Red Bull tiene que ver con la negociación paralela con los patrocinadores que trae Checo Pérez debajo del brazo. Con dominio abrumador de Max Verstappen, a nadie extrañaría que se hayan descolgado con una subida de precio desproporcionada. Y ahí podría estar la verdadera clave.

Carlos Slim estara entre los hombres más ricos del mundo, pero lo es por su capacidad para recuperar de cada dólar que invierte. Y si los números no salen, se buscará una alternativa para Checo siga en la parrilla de Fórmula 1. Afortunadamente, pocos equipos no son capaces de ofrecer buenos resultados. Y como en el caso de Pierre Gasly o Alex Albon, casi les ha ido mejor fuera de Red Bull que dentro. No resultaría extraño que Checo recuperara su mejor versión cuando se anunciara esa hipotética renovación.

El contraste con Ferrari

En Ferrari, el equipo que mas alto cotiza en cuanto a tarifas publicitarias, también tiene que saber combinar esa ecuación de pilotos que interesen deportivamente hablando pero también den valor añadido a patrocinadores. Por otra parte, desde la reducción masiva de aportación económica de la tabaquera Phillip Morris, los de Marranello tampoco pueden romper la banca con los salarios de sus pilotos. Charles Leclerc lo viene intentando desde hace un tiempo a través de su manager Nicholas Todt, pero la continuidad de Hamilton acaba de desmontar una de sus principales bazas negociadoras.

Es posible que Todt confiara que Frederic Vasseur no iba a poner problemas. A fin de cuentas, el ingeniero francés ha sido socio empresarial suyo toda la vida y además tiene al presidente de Ferrari John Elkann de su lado, gracias a la estrecha relación personal que une al heredero del imperio Agnelli con Charles Leclerc. Pero quizá, cuando el ‘poli malo’ no aparece por ningún lado en una negociación se dan por sentadas cosas que un giro inesperado en los acontecimientos puede desbaratar.

Ese factor inesperado ha sido Carlos Sainz. El rendimiento actual del piloto español frente a su compañero pone en cuestión las exigencias deportivas y económicas del monegasco. El poli malo inesperado son los tifosi y ese altavoz que inmediatamente capta su sentir, como es la prensa italiana.

Cada vez parece más claro que si Ferrari está en condiciones de ser campeón del mundo, mientras el tridente Vasseur-Elkann- Leclerc se mantenga, Carlos Sainz no tendrá ninguna opción. Pero Sainz tiene el as en la manga de un futuro ligado a Audi, gracias a la alta estima de Andreas Seidl. Sainz ahora tiene el ‘timing’ a su favor con Ferrari y Leclerc en contra.

Ferrari, o mejor dicho, Frederic Vasseur, no cuenta con un Helmut Marko para la labor ingrata de aparecer como el malo de la película. Y si Vasseur no demuestra la personalidad de hace años en Renault, donde dejó plantados a sus compatriotas al no respetar sus decisiones, acabará costándole el puesto. Cuando otros deciden por ti, tarde o temprano se paga.

La parte mas importante en la negociación de un contrato es lo que los ingleses llaman ‘timing’. Quien mejor maneje los tiempos entre el equipo y el piloto acaba ganando el pulso. Después del anuncio de renovación por dos años de Lewis Hamilton en Mercedes, entre las de mayor de relevancia quedan las de Sainz y Leclerc en Ferrari, y por otro, la de Checo Pérez en Red Bull. En este juego de las sillas musicales el que se precipite o tarde demasiado en decidirse puede pagarlo muy caro. Por ello, es lógico que todos jueguen duro y utilicen sus resortes para meter presión.

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