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La centésima entre Leclerc y Sainz simboliza la tensión creciente que hay en Ferrari
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IGUALDAD Y NERVIOS EN FERRARI

La centésima entre Leclerc y Sainz simboliza la tensión creciente que hay en Ferrari

La clasificación del Gran Premio de Gran Bretaña evidenció la dificultad de Fred Vasseur, el director de Ferrari, de poner orden ante la igualada pelea entre sus dos gallos

Foto: Sainz y Leclerc tuvieron un encontronazo en la sesión clasificatoria del Gran Premio de Gran Bretaña. (EFE/Christian Bruna)
Sainz y Leclerc tuvieron un encontronazo en la sesión clasificatoria del Gran Premio de Gran Bretaña. (EFE/Christian Bruna)

Ya advirtió el viernes Carlos Sainz que el típico clima británico, donde tan pronto luce el sol como en minutos cae agua, iba a dar situaciones divertidas. Es cierto que para el público la sesión clasificatoria del sábado resultó de lo más entretenida de la temporada. Pero, dentro del equipo, diversión quizá no sea la palabra que mejor describa su atmósfera. La tensión entre Charles Leclerc y Sainz ha crecido. Si el monegasco fuera claramente más rápido que el piloto español, no habría discusión posible. Sin embargo, les separa apenas una centésima y el lío en el gallinero es inevitable.

La sesión clasificatoria empezó con la pista húmeda y esta fue secándose progresivamente con el paso de los coches. La consecuencia inevitable en estas situaciones son nervios, prisas y ansiedades para estar bien colocado en los decisivos segundos finales que son los que permiten obtener los mejores cronos. En la Q1 era, por tanto, muy fácil caer si no conseguías un buen sitio de salida. Siempre se apura hasta que el reloj da por finalizado el paso de más coches, pero si se arriesga demasiado las posibilidades de quedarte fuera de tiempo son muy altas. La eterna sensación de quedarte como el más listo o el más tonto por cuestión de unas décimas. Nada menos que Checo Pérez se quedó fuera por esta circunstancia y Fernando Alonso estuvo a punto de caer también.

placeholder Alonso, en el GP de Silverstone. (EFE/Peter Powell)
Alonso, en el GP de Silverstone. (EFE/Peter Powell)

El enfado entre compañeros

En la cola para salir a buscar ese crono que permitiera avanzar en la sesión clasificatoria estaban Leclerc y Sainz uno detrás de otro, como marcaba un acuerdo previo del equipo de alternar este orden carrera a carrera. Verstappen, primero, y Hamilton después se saltaron la cola y provocó que el madrileño se la saltara también y provocara el lógico enfado de su compañero de equipo. Este tiró de ironía: "Bonito adelantamiento, Carlos". El madrileño explicó el porqué de su decisión: "Leclerc tenía prioridad todo el sábado para salir delante de mí, como yo lo tuve en la carrera anterior. El caso es que nos han empezado a adelantar todos y cuando he visto que yo también estaba en peligro de quedarme fuera he tenido que tirar. Pero si él hubiese tirado, yo no me habría quedado parado".

Lla posibilidad de quedarse fuera era alta y los nervios juegan malas pasadas. Pero fue un gran error haberlo hecho. La autoridad moral que pudiera tener en adelante Carlos para protestar con una situación así queda invalidada. Frederic Vasseur pidió de todos modos no dar más importancia al asunto. "Es una mezcla de emociones. Estamos por delante de nuestros competidores, pero al mismo tiempo, también podríamos haber logrado un mejor resultado. Fue la sesión más difícil de la temporada, pero probablemente también la más emocionante. El adelantamiento de Lewis creo mucha confusión y es normal volverse un poco aprensivo ante el miedo de quedarse fuera".

La tensión no se circunscribía a este hecho, porque también Carlos tuvo su momento de protesta por la radio durante la sesión clasificatoria: "Es un poco injusto lo que me pediste que hiciera allí", dijo enfadado el madrileño a su ingeniero. "Me hizo perder la temperatura de los neumáticos. Además, corro más riesgo. Yo soy cuarto, él es tercero". En definitiva, otro ejemplo más de la tensión existente cuando la igualdad y los nervios de quedarse fuera en una de las parrillas de salida más igualadas de la historia es muy alto. Afortunadamente, ambos pilotos llegaron hasta la Q3, donde tan importante como lograr una buena posición en parrilla era quedar por delante del compañero de equipo.

La sorpresa McLaren

Leclerc y Sainz acabaron detrás del poleman Max Verstappen y de los sorprendentes McLaren, en cuarta y quinta posición, respectivamente. Apenas una centésima separaba a ambos y, aunque el monegasco se lamentó de un error en la curva 15, cuando con el mismo coche los dos pilotos acaban tan absolutamente igualados están en el verdadero límite del coche.

"Hice una buena vuelta, pero nada especial", explicó Carlos. "En estas condiciones, siempre es difícil, especialmente con el viento. Necesitamos ver qué se podría haber hecho mejor, pero no creo que pudiéramos haber hecho mucho más". Aunque no fuera lo esperado, el piloto español restó importancia al hecho de tener a los dos McLaren por delante al recordar que en clasificación los coches de Norris y Piastri ya vienen siendo competitivos de un tiempo a esta parte. Y que en carrera pueden tener tantos problemas con los neumáticos como ellos o más.

El principal problema de Sainz, más allá de la temida degradación de sus neumáticos, es quedarse detrás de su compañero una vez que el pelotón se estabilice. Resumiendo: si quiere obtener un gran resultado en Silverstone, tendrá que adelantar a Leclerc en la salida o la primera vuelta. De no hacerlo, ya ha quedado claro en el pasado Gran Premio de Austria, que Ferrari no quiere que sus pilotos ni peleen entre ellos. Ni que uno ceda el paso al otro.

Aunque parezca una contradicción, no sería malo que si consiguiera adelantar el español al monegasco, que desde el muro de boxes se le pidiera explícitamente que cediera el paso a su compañero de equipo. Para bien o para mal, se pondría fin a la especulación sobre si realmente Ferrari prioriza a Leclerc o no. Frederic Vasseur merece un voto de confianza, porque no es nada fácil gestionar los intereses contrapuestos de dos pilotos ambiciosos y tremendamente igualados en velocidad. Y no por la exigua diferencia en la clasificación de Silverstone, sino por el resumen completo de lo que estamos viendo en 2023. Quizá este sea el punto más caliente a seguir durante el Gran Premio de Gran Bretaña.

Ya advirtió el viernes Carlos Sainz que el típico clima británico, donde tan pronto luce el sol como en minutos cae agua, iba a dar situaciones divertidas. Es cierto que para el público la sesión clasificatoria del sábado resultó de lo más entretenida de la temporada. Pero, dentro del equipo, diversión quizá no sea la palabra que mejor describa su atmósfera. La tensión entre Charles Leclerc y Sainz ha crecido. Si el monegasco fuera claramente más rápido que el piloto español, no habría discusión posible. Sin embargo, les separa apenas una centésima y el lío en el gallinero es inevitable.

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