Fernando Alonso, los límites de pista, o la poca memoria que tienen los pilotos

Resulta un espectáculo poco alentador ver una sesión clasificatoria como la vivida ayer en Austria. Uno de los momentos más emocionantes del fin de semana, quedó adulterado por un goteo continuo de penalizaciones. Prácticamente ningún piloto de la parrilla (todos salvo Sargeant y Leclerc) se libró exceder los límites de pista. A ningún aficionado quiere estar más pendiente de las sanciones que de disfrutar del pilotaje de sus héroes al límite. Cabe preguntarse por qué se ha llegado a esta situación. Y los pilotos, que son los que más visible han hecho su enfado, quizá tengan buena culpa de ello.

No es descartable, que el relativo pobre rendimiento de Fernando Alonso en clasificación tuviera que ver con los límites de pista, y así lo dejó entrever al término de la sesión clasificatoria: "Sufrimos la anulación de una vuelta en la Q2 (la segunda fase) que nos forzó a poner un juego extra de neumáticos para poder pasar a la Q3 (la final con los diez mejores) y eso significó que solo tuvimos una oportunidad con gomas nuevas en ese tramo final, lo que no fue ideal”. -explicaba el asturiano- . Con un único intento, Alonso no querría arriesgar más de lo necesario y no se apreció el potencial último de coche y piloto.

Según el artículo 33.3 "los pilotos deben hacer todos los esfuerzos razonables para utilizar la pista en todo momento y no pueden abandonarla sin una razón justificable. Se considerará que los pilotos han abandonado la pista si ninguna parte del coche permanece en contacto con ella y, para evitar dudas, cualquier línea blanca que defina los bordes de la pista se considera parte de la pista, pero los bordillos no lo son". Los límites se definen así como la línea blanca que rodea la superficie de carrera y si las cuatro ruedas del monoplaza cruzan esa línea es motivo de sanción. Por tanto, los comisarios han actuado de forma impecable.

Los más indignados con este asunto, los pilotos, son los primeros en protestar cuando un rival obtiene una ventaja por no respetar los límites de pista. Pero luego habría que hacerles la pregunta clave: ¿Dónde se pone el límite nuevo para que no protestéis?

La seguridad y… los excesos

Esta polémica hace 40 años no pasaba, porque después de la línea blanca había hierba o guardarraíles de acero. La posibilidad de matarse era más que real. La seguridad eliminó, por tanto, la belleza del antiguo Osterreichring hasta convertirlo en el aburrido trazado actual. Las escapatorias de asfalto y posteriormente los bordillos elevados se introdujeron para evitar que los pilotos condujeran fuera de los límites de la pista. Medidas pensadas para proteger sus vidas pero, por qué no decirlo, también sus excesos.

Un piloto de Fórmula 1 estirará siempre el chicle reglamentario hasta que un comisario les pare los pies con las reglas en la mano. Pero cada cambio importante, -como en su momento las escapatorias de asfalto-, fue con el beneplácito de los pilotos. Después del esperpento del Red Bull Ring, no eran pocos aficionados o miembros del paddock quienes reclamaban una vuelta a las escapatorias de grava. Pero sería bueno recordar el accidente el año pasado de Guanyu Zhou en Silverstone, para reconocer ventajas sobre el asfalto, pero también el serio inconveniente de hacer capotar un coche cuando se desplaza lateralmente por sus surcos.

La solución para el problema de las escapatorias no es tan simple y el asfalto parece el menos malo de todos los sistemas. Una encuesta entre los pilotos de Fórmula 1 no resultaría en el retorno a las escapatorias de grava, porque visitarlas en el pasado significaba ‘Game over’, mientras que ahora les permite seguir en carrera. Incluso a veces obtener una ventaja.

Durante un gran premio, los pilotos reciben dos avisos por exceder los límites de la pista (y obtener una ventaja) antes de recibir una bandera en blanco y negro para la tercera infracción, que avisa antes de una descalificación definitiva. En su descargo, la naturaleza de la pista austríaca, con sus cambios de desnivel, curvas de radio corto y la limitada visibilidad desde su habitáculo, es extremadamente difícil no cometer un error. Pero falla aquí la proactividad a la hora de ayudar al organismo regulador y sancionador.

Un problema recurrente

¿Por qué no se propuso un sistema de penalizaciones más benévolo tras los problemas del año pasado? Por ejemplo, un sistema de avisos en clasificación similar al de carrera. Hay que recordar, además, que desde principios de 2022, la FIA ha estado operando una sala de control de carrera virtual en Ginebra, Suiza, desde donde los oficiales de carrera en la pista reciben apoyo adicional. Algo así como el árbitro asistente virtual (VAR) en el fútbol. El sistema puede mejorarse, porque con la tecnología disponible puede hacerse todo el proceso más rápido, pero no cabe dudar de lo procedente de las sanciones.

Los límites de pista seguirán protagonizando debate en el formato sprint del sábado como en el Gran Premio del domingo. Después, quizas sea el momento del debate sereno para afrontar los problemas derivados de las escapatorias de asfalto y los límites de pista. La solución perfecta no existe, pero al menos se requiere un escenario aceptado por todos y que cuando surja un problema se asuma como una dificultad más intrínseca a la competición.