Los golpes de rabia de Alonso en su casco: dos motores KO y otra oportunidad perdida

Fernando Alonso vivió un día para olvidar en Arabia Saudí. Los golpes de rabia en su casco tras el abandono lo decían todo. Más allá de los posibles puntos perdidos, por la mente del asturiano planeaba la rabia de tener que abandonar cuando se veía competitivo por primera vez en mucho tiempo.

La mejora de Alpine con respecto a la carrera de Baréin ha sido muy evidente. Alonso seguía en el mismo sitio de parrilla el sábado, aunque reconocía que podría haber ocupado la quinta plaza de Ocon de haber acertado con los neumáticos, confirmando que la velocidad de los Alpine en Jeddah era genuina. El diferencial de competitividad de una semana para la siguiente ha ido claramente al alza. Muy probablemente, por llevar los elementos mecánicos al límite, pero al precio de que la fiabilidad se haya convertido en una preocupación muy seria.

TE PUEDE INTERESAR

Todos contra Verstappen en la F1: quién será el guapo que le ponga el cascabel en la pista

Javier Rubio Infografía: Rocío Márquez

Es posible que Alpine intente acelerar a un ritmo más rápido del recomendable la evolución de su unidad de potencia ante la inminente congelación de su desarrollo hasta el año 2025. Sin embargo, es muy mala noticia que Alonso acumule dos fallos mecánicos graves en un mismo fin de semana.

"Seguimos investigando lo que ha pasado, porque el coche se paró y llegamos al 'pitlane' prácticamente al ralentí", explicó Alonso al bajarse del monoplaza. "La verdad es que fue una pena, porque la carrera estaba siendo muy buena. Tenía un buen ritmo, los neumáticos se sentían bien", aseguró

La dureza de Ocon

Es cierto que el año pasado el Alpine y el propio Fernando tuvieron flashes de competitividad, pero derivaban de circunstancias anómalas con la carrera o la climatología. Aquí la situación era diferente, porque el A522 sí permitía batirse de tú a tú con cualquiera, salvo los inalcanzables Red Bull y Ferrari. Incluso con la motivación para el español de disputar posición siete años después con su gran rival, Lewis Hamilton, con coches de prestaciones relativamente similares. Esa fue la impresión que dejó el rendimiento de los Alpine respecto a los Mercedes en Jeddah. Situación que certifica la progresión del equipo francés y que Toto Wolff califica de "inaceptable", prueba de la falta de costumbre del manager austríaco y su piloto a la dureza de la vida fuera de la zona noble de la parrilla. Bienvenidos al mundo real.

Pero otro de los temas del Gran Premio fue la inusitada dureza de Esteban Ocon ante los ataques de Fernando Alonso en determinadas fases de la carrera. Sin un comportamiento antideportivo, sorprendió su quizá excesiva fiereza para defender su posición, especialmente frente a su compañero de equipo. Quizás pesaba una pelea parecida en el Gran Premio de Holanda del año pasado, donde el francés cayó en la trampa de no cuidar sus neumáticos y acabó sucumbiendo al ritmo de su compañero.

Sin embargo, la batalla entre los dos pilotos de Alpine permitió que George Russell se escapara justo cuando estaba a tiro de Alonso, siendo a su vez cazados simultáneamente por Valtteri Bottas y Kevin Magnussen, ambos con ventaja en velocidad punta con sus propulsores. "Es verdad que nos hizo perder tiempo, pero en Baréin también luchamos Esteban y yo en el primer relevo. Teníamos allí diferentes estrategias y este domingo llevábamos la misma, pero mi monoplaza parecía ir un poco más rápido", explicó el bicampeón mundial.

Buenas oportunidades perdidas

Fernando se resignó a pensar ya en la carrera de Australia y tratar de asumir lo antes posible este nefasto comienzo de temporada, muy por debajo de los resultados que imaginaba. "Perdimos puntos en Baréin y ahora aquí. O, mejor dicho, con las prestaciones que hemos tenido estos dos fines de semana, lo increíble es que tengamos solo dos puntos. Creo que las sensaciones son mejores que lo que dicen los resultados a día de hoy, así que a ver si tenemos esa suerte en los próximos Grandes Premios", concluyó el piloto asturiano.

En una temporada a 23 carreras, todo se acaba nivelando y, si la fiabilidad acompaña, parece que Alpine cuanta con material para pelear por cosas importantes. Aspirar regularmente por la victoria a día de hoy no es una opción, pero cabe espacio para la fantasía el día que alguna carrera se vuelva loca. También es positivo que ante los ojos de todo el mundo se haya visto cómo Alpine deja luchar a sus pilotos y que no existen órdenes de equipo ni preferencias de Alonso sobre Ocon.

No es este un asunto menor, porque Ocon es un piloto francés en un equipo francés. No contribuiría a la calma 'política' del equipo si en Francia empieza a desatarse una campaña acerca del posible favoritismo del equipo hacia Alonso. No hay que olvidar que Ottmar Szafnauer el 'team principal' de Alpine, ya tuvo que gestionar luchas fratricidas con el propio Esteban Ocon y Checo Pérez cuando era el jefe de ambos en el equipo Racing Point. Parece que mientras no se choquen ambos, es buena política dejar que sus pilotos compitan entre sí. Veremos si es una política que se vuelve en su contra, pero es muy probable que a la larga refuerce la posición de Fernando Alonso si, como parece, hay coche.