Fernando Alonso se lo puede permitir: ya le pone el dedo en las llagas de la Fórmula 1

Que Fernando Alonso ha pasado a otra fase en su retorno a la Fórmula 1 y van apagándose los debates sobre su adaptación. Porque un piloto puede vivir en dos realidades paralelas. La directa y personal, y la mediática y colectiva. No siempre coinciden. Ahora la percepción en torno al español ha cambiado, y el discurso -y las preguntas de los medios que condicionan esa percepción- ha entrado en otras áreas. Asentado en otro marco, Alonso también comienza a ejercer de ‘jefe’ para cuestionar determinadas facetas de la Fórmula 1.

En el terreno deportivo el esquema parece definido hasta fin de temporada. Alpine contará con el mismo monoplaza, quinto de parrilla en el mejor de los casos y según la pista. El equipo francés trabaja ya en 2022 y hasta entonces, Alonso intentará exprimir la bayeta mientras sienta las bases de “su” equipo para el nuevo ciclo. Para cada fin de semana, a Fernando Alonso le queda la motivación de romper esquemas y aprovechar espacios por dónde colarse sábados y domingos.

Meter el dedo en la llaga

Pero no cabe esperar nada excepcional frente a semanas anteriores en este próximo GP de Austria. Alonso puso su monoplaza en los puntos, donde el A521 sufre por entrar. “Fue un fin de semana duro en términos de competitividad, esperemos poder elevar nuestro nivel, esperemos que los nuevos neumáticos o el tiempo el domingo nos pueda ayudar un poco, porque este no es el mejor circuito para nuestro monoplaza, pero algunos puntos estarán disponibles se aprovechamos la oportunidad”. Como en las tres carreras anteriores y gracias. De momento, el español no tomará parte en los primeros libres, ya que Alpine aprovechará para subir al chino Guanyu Zou.

Pasadas a un segundo plano las cuestiones de adaptación, y sin grandes expectativas de un equipo Alpine (Renault) con podios como el pasado año, Alonso comienza a aportar su visión sobre determinados aspectos de la Fórmula 1 antes de segundo gran premio austríaco. Para empezar, y con motivo del tipo de neumático que Pirelli trae para este fin de semana en la misma pista (más blando) Alonso metía el dedo en una llaga que pocos han osado tocar en estos tiempos: por qué algunos equipos pueden clasificar con diferentes tipos de neumáticos en el Q2, ganando una ventaja adicional sobre el resto. “Los coches más rápidos tienen el lujo de evitar el neumático (el blando), y el resto no tienen ese mismo lujo”, en referencia poder clasificar con el compuesto medio, con la ventaja estratégica que significa para la carrera. “Esto es lo malo sobre las reglas, intentan inventar una regla que podía beneficiar el “show”, y beneficia a los grandes equipos”.

"Ser tú mismo"

La amplia experiencia en la Fórmula 1, la perspectiva de dos años en tres disciplinas diferentes y una personal visión sobre el deporte que no suele ocultar están permitiendo que el español, orillado ya el debate de su adaptación, exprese su opinión sobre diferentes aspectos de la disciñplina. Una actitud más relajada y ‘disfrutona' frente a su último periplo con McLaren invita a acoger su visión sobre la Fórmula 1 con interés. Por ejemplo, con la celebración de Max Verstappen de su victoria en el pasado GP de Estiria.

Alonso compartía la rueda de prensa oficial con el holandés. La experiencia de las 500 Millas, Daytona, Le Mans y el Dakar parecen haberle hecho tomar más conciencia todavía del estricto corsé regulacionista de la Formula 1 actual, ilustrado por la amonestación de Michael Maxi, el director de carrera, al terminar la prueba “Me gusta cuando puedes ser tú mismo, y el ‘burn out’ (la maniobra de Verstappen con su monoplaza al pasar la meta) creo que fue bonito de ver. Como los ‘donuts’ en Abu Dhabi (en la última carrera del año). Creo que a los aficionados les gusta, y se ven muchos vídeos de esos momentos en las redes sociales, a la gente le gusta eso”.

Y al igual que había cuestionado la normativa de neumáticos en los clasificatorios, Alonso aprovechaba el incidente de Verstappen para meter su ‘astilla’. “Creo que la FIA debería vigilar más los límites de pista y la curva Uno. Fui el único en intentar una maniobra en la primera curva en la salida, y los dos coches a los que adelanté la habían perdido, y salieron por delante de mí. No hubo un aviso para ello, así que hay cosas que podemos mejorar desde el punto de vista de los pilotos”.

"Una cuestión de superstición"

También tuvo alguna perla para su compañero de rueda de prensa en referencia a la lucha por el título con Lewis Hamilton. “Mi favorito es Max probablemente, porque está rindiendo major. Pero las cosas pueden cambiar rápidamente dependiendo del rendimiento de los equipos y las evoluciones en los coches. Así que lo seguiremos desde la distancia”, ironizaba el español.

En un plano más personal, Alonso también ilustraba hasta qué punto ha cambiado en algunos aspectos en su vuelta a la Fórmula 1. Nunca asiduo a la vuelta de reconocimiento el jueves que la mayoría de los pilotos llevan a cabo con sus ingenieros para reconocer la pista, parece que ha cambiado sus hábitos, aunque por razones diferentes a la esperadas. “Di una vuelta en Portimao, porque era un circuito nuevo y fue el mejor fin de semana de puntos, y me sentí competitivo. No lo hice en Barcelona y Mónaco, y volvimos a casa sin puntos. Así que me dije, “vamos a intentarlo de nuevo en Bakú". Acabamos sextos, y fue nuestra mejor carrera, y desde ese momento hemos hecho los reconocimientos por la pista, y seguimos puntuando el domingo. Así que, por ahora, es una cuestión de superstición”.