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El 'susto' en Ferrari o la `muerte' en Aston Martin: la arriesgada apuesta de Sebastian Vettel
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BAJAR A SEGUNDA DIVISION

El 'susto' en Ferrari o la `muerte' en Aston Martin: la arriesgada apuesta de Sebastian Vettel

El tetracampeón del mundo alemán busca redimirse en Aston Martin con una apuesta personal muy arriesgada después unas temporadas decepcionantes en Ferrari

Foto: Sebastian Vettel afronta una nueva etapa en su carrera tras la decepción en Ferrari
Sebastian Vettel afronta una nueva etapa en su carrera tras la decepción en Ferrari

Sebastian Vettel busca redimirse en Aston Martin, después una temporada decepcionante en Ferrari. ¿Supondrá este cambio su resurgir como piloto, o terminará definitivamente de sacarle del olimpo de los grandes de la historia de la F1? Para algunos, su decisión por un segunda fila como Aston Martin es una simple transición hacia su retirada con una muy bien pagada prejubilación. Para otros, es el entorno ideal para demostrar que sigue quedando aún mucho fuego en su pie derecho. Si en esa plataforma ‘Checo’ Perez el año pasado fue capaz de ganar una carrera y realizar actuaciones memorables, por qué no iba ser capaz él mismo de seguir mostrando al mundo lo buen piloto que es, debió pensar el alemán.

Pese a toda la fanfarria desplegada por Lawrence Stroll, el nuevo propietario, Aston Martin no es el lugar para imaginar sentado a uno de los palmarés más grandes de la historia de la Fòrmula 1. El magnate canadiense va a invertir mucho dinero e incluso, atendiendo a su trayectoria como rey Midas en el mundo empresarial, no cabe descartar tampoco que en el futuro lo convierta en un genuino contendiente al título mundial. De momento, en Shakir, durante la pretemporada, se podía observar a un Vettel preocupado ante el largo proceso de aclimatación que le espera para su nuevo monoplaza, muy diferente al que estaba acostumbrado estos años.

Pero a día de hoy, Sebastian Vettel y su nueva escuadra solo pueden aspiar a ser los mejores del ‘resto’. Hay que tener las cosas muy claras para quien ganaba en sus años dorados carreras como churros se meta en una aventura donde el mayor premio sería ser el mejor de los ‘outsiders’. Sin embargo, cabe adivinar el porqué de una decisión tan arriesgada para su prestigio. Si las dudas sobre su talla fueron ‘in crescendo’ con Ferrari, si la jugada sale mal su imagen para la historia podría quedar como la de un piloto bueno, pero en ningún caso un grande. A ‘Seb’ no le gusta que su imagen y su impresionante palmarés quede reducido al de un piloto privilegiado por conducir una de las colecciónes de coches más dominantes de la Fórmula 1. La clave es no irse de la competición dejando dudas sobre su talla. Fin.

placeholder Vettel ha cambiado los colores de su casco en Aston Martin por un nuevo patrocinador
Vettel ha cambiado los colores de su casco en Aston Martin por un nuevo patrocinador

Aquel día de Monza 2008.

Que nadie se engañe tampoco. Sebastian Vettel, ocurra lo que ocurra en su nueva aventura, es un piloto extraordinario. Quien dude de sus cualidades, que busque la retransmisión del Gran premio de Italia de 2008 y verá una proeza sólo al alcance de pilotos excepcionales. Aquel día, el alemán se estrenó en lo más alto del pódium, pero no lo hizo de cualquier forma: fue bajo una lluvia y condiciones de visibilidad apocalípticas, a bordo de un Minardi, recién renombrado como Toro Rosso. Logró la pole position y por si todo esto fuera poco derrotó a tres colosos de esa temporada como BMW, Ferrari y McLaren. Hablamos de un piloto de una talla excepcional, pero al que quizá su fragilidad mental le ha jugado malas pasadas, para alimentar el mito de que quizá el piloto teutón quizá no sea tan bueno como dicen sus brutales registros.

En la alta competición, no sólo en la Fórmula 1, es difícil encontrar a una superestrella sin instinto ‘caníbal’ y un egocentrismo elevado al cubo, que exige que el mundo gire absolutamente a su alrededor. Con mayor o menor inteligencia, saber estar o incluso buen asesoramiento, siempre ha sido un signo distintivo de los grandes campeones, su afán por quedarse para ellos solos ‘todo el ColaCao’ del equipo. En los deportes del motor el factor confianza es absolutamente clave. No olvidemos, que son personas que se juegan la vida y su ser o no ser en la competición gira siempre alrededor de conseguir esa última décima, que como bien decía Mario Andretti, nunca conseguirás ‘si tienes todo bajo control’.

El peso del factor psicológico

Hay pilotos que sobrellevan mejor que otros que el equipo no esté con ellos como Fuenteovejuna. A todos en mayor o menor medida es un factor que les pesa, pero hay ejemplos claros como Sebastian Vettel que, cuando surgen las dudas, el piloto fuera de serie y pletórico deja paso a un simple piloto del montón. Esta fortaleza mental, de sobrellevar el mayor o menor aliento y atención por parte del equipo, parece que en su caso también tiene su extensión a la hora de dar sólo su mejor versión cuando el coche está absolutamente a su gusto. En este sentido, Vettel recuerda bastante al mítico piloto argentino Carlos Reutemann, un fuera de serie que nunca llegó a ser campeón del mundo quizá por una psicología que en los momentos claves siempre le traicionó. ‘Lole’ era un piloto que cuando todo su universo estaba alineado era absolutamente imbatible, pero si las cosas se torcían, no era ni su sombra.

El primer ejemplo de esta ciclotimia, pudimos verla cuando Vettel decidió abandonar RedBull y marchar a Ferrari. En apenas un año pasó de ser un piloto dominador y sin fisuras a quedar eclipsado por su compañero Daniel Ricciardo. ¿Boicoteaba el equipo austríaco por despecho, al que había sido hasta entonces su piloto franquicia? Nunca lo sabremos. Lo que es seguro es que se apagó la sonrisa, las dudas sobre el compromiso del equipo hacia él surgieron y llegó a Ferrari ya con alguna duda sobre su verdadero potencial.

La sentencia sobre Vettel

En Ferrari empezó más que bien, llegaron victorias, dominio sobre el segundo piloto Kimi Raikkonen y además, gracias a una personalidad menos tensionada que la de Fernando Alonso, la armonía en el equipo también parecía óptima. Pero la olla a presión ‘made in Italy’ que es Ferrari empieza a echar humo si los títulos no llegan y bastó que apareciera un joven talentoso como Charles Leclerc, para que el box del equipo se convirtiera en un campo de minas. Fue mostrar dudas hacia él por parte de la Arrivabene y Binotto y Vettel empezar a cometer errores de principiante y rendimientos impropios de un grande.

Cuando desde la jefatura de Maranello se levanta la ceja, la prensa italiana se lanza en tromba contra el ‘culpable’, y como consecuencia muchos de los tifosi pasan súbitamente del amor al odio. Hay que ser muy, muy fuerte mentalmente para poder sobrellevar esta carga, pero Ferrari siempre ha sido así y con el precedente de RedBull, la sentencia estaba escrita: ‘Vettel sólo es bueno cuando tiene un coche ganador’.

Por esta razón, el alemán quiere intentarlo en un equipo ‘menor’, para cerrar bocas y demostrar como en Monza 2008 que cuando se las cosas salen ‘a su manera’, es un piloto de leyenda. Pero como en Hallowen, ojala después del gran 'susto' de Ferrari, ojala no le llegue la muerte definitiva en Aston Martin.

Sebastian Vettel busca redimirse en Aston Martin, después una temporada decepcionante en Ferrari. ¿Supondrá este cambio su resurgir como piloto, o terminará definitivamente de sacarle del olimpo de los grandes de la historia de la F1? Para algunos, su decisión por un segunda fila como Aston Martin es una simple transición hacia su retirada con una muy bien pagada prejubilación. Para otros, es el entorno ideal para demostrar que sigue quedando aún mucho fuego en su pie derecho. Si en esa plataforma ‘Checo’ Perez el año pasado fue capaz de ganar una carrera y realizar actuaciones memorables, por qué no iba ser capaz él mismo de seguir mostrando al mundo lo buen piloto que es, debió pensar el alemán.

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