Crear un F1 en tiempos de covid: cuando el bebé berrea mientras diseñas un alerón

“Si visitas el McLaren Technology Centre en un sábado o un domingo este año, no encontrarás muchas plazas libres en el aparcamiento”. Ron Dennis así definía la pretemporada para un equipo de Fórmula 1, cuando aún dirigía McLaren. La época más intensa intramuros, el período de producción y construcción de un monoplaza. Sin embargo, en 2021 el Covid ha dejado muchas plazas libres en el aparcamiento de Woking.

A diferencia de la pasada temporada, la pandemia ha tocado por primera vez y de lleno a los equipos en este complicado período del año, cuando un Fórmula 1 nace materialmente tras largos meses de diseño y requiere una ingente cantidad de trabajo de producción. Pero los protocolos y condicionantes del coronavirus han alterado radicalmente la dinámica de los equipos desde el diseño inicial hasta esta crucial época del año, añadiendo desafíos y obstáculos desconocidos en una etapa donde los equipos necesitan trabajar, habitualmente, las 24 horas del día.

El caso de McLaren puede ser incluso más paradigmático y complejo en comparación al resto. En 2021, un porcentaje importante del monoplaza se mantiene respecto a la temporada anterior, decisión acordada por los equipos ante el impacto de la pandemia. Sin embargo, el británico ya resolvió antes el paso al motor de Mercedes, por lo que será el único que cambiará su motor, una variable que añade mayor complejidad en un contexto ya de por sí complicado. “¿A quien le importa si estás todavía en pijama y despeinado? explica gráficamente el Director de Producción de McLaren, Piers Thynne, para ilustrar la dinámica que afrontan sus miembros en una pieza publicada por el equipo británico. Porque así se diseña y construye un monoplaza en la Fórmula 1 del covid.

Como dar luz a gemelos

Hacia mayo del año anterior, el equipo técnico habrá definido las especificaciones del nuevo monoplaza y los plazos a cumplir por los diferentes departamentos de diseño, así como el programa de fabricación y evolución. A partir de agosto se pisa el acelerador para dar forma material al proyecto. Una vez construido el monocasco hacia finales de octubre, desde diciembre comienza la producción de piezas y ensamblaje del monoplaza. Pero en el caso de McLaren, la sustitución del motor Renault al Mercedes supone que MCL35M necesita acoger la diferente arquitectura del motor Mercedes, incluyendo todos los sistemas que le acompañan. Dificultades añadidas en un entorno de restricciones laborales y de presencia física.

“Si trabajas en el equipo de producción, trabajas cada mes del año, pero cuando te ganas el sueldo en es enero y febrero: es el momento más duro del año”, explica Thynne. Entre otras cuestiones, porque es necesario homologar el monoplaza y pasar los 'crash test' de la FIA cuanto antes. “Es un tiempo complicado y de ansiedad para mucha gente. Me recuerda cuando mi mujer dio a luz gemelos, la única diferencia es que pasamos la homologación cada año”. Pero nunca bajo los efectos de una pandemia que limita el acceso de personal a las instalaciones. Para los miembros del equipo de producción que trabajan en el McLaren Technology se han doblado los turnos para cumplir los plazos, noche y día como siempre, pero con grandes restricciones operativas.

"Nadie en el MTC sin autorización"

En McLaren ya comenzaron a elaborar sus protocolos tras el cancelado GP de Australia, cuando sus instalaciones -y las de otros equipos británicos- fueron organizadas para fabricar respiradores para los hospitales británicos. Bajo esta nueva dinámica se llevó a cabo la evolución del MCL35 y la introducción antes de octubre de elementos que se incorporarían en el MCL35M, a la vez que se trabajaba en la fabricación de este nuevo monoplaza. Sus técnicos consiguieron homologar el chasis el diciembre. Pero el equipo británico tuvo que montar todo un sistema de cámaras y enlaces en directo para que los técnicos de la FIA pudieran seguir todo el proceso de montaje y verificar la legalidad de sus sistemas en la distancia. Durante estos tiempos, los miembros del equipo no pueden moverse libremente por las instalaciones, divididas por zonas para evitar el acceso de unas a otras. Y si los elementos o partes concretas del monoplaza deben ser trasladados a otras secciones, se depositan en zonas especialmente designadas para ser recogidas por miembros de otro departamento, siempre sin contacto directo.

Desde el año pasado muchos técnicos trabajan en el diseño del nuevo monoplaza desde sus domicilios. “Nadie va al MTC a menos de que haya una necesidad absoluta”, explica Thynne, “ha sido autorizado por su responsable y director, y han pasado un test de covid-19. Esto ha llevado a acudir a las llamadas de vídeo y a las fotografías para que los miembros del equipo que trabajan remotamente puedan entender los problemas y ayudar a encontrar las soluciones", explica el Director de Producción de McLaren, "la cantidad de trabajo en remoto que hemos hecho ha crecido enormemente, y ha significado una enorme cantidad de llamadas. No es lo mismo estar así que en la misma sala con alguien, por eso es tan importante estimular la participación e involucración por parte de cada uno en las reuniones virtuales, y eso significa tener las cámaras (del ordenador) conectadas”, es decir, estar físicamente a la vista con cada uno de los integrantes de la reunión”, explica Thynne.

Una cultura inédita de trabajo

A pesar de la interactividad informática propia de las redes de una empresa, la snecesaria interacción física entre los miembros de un equipo de Fórmula 1 ha sido sustituida por el trabajo en casa, con toda su plétora de situaciones personales y familiares y, en consecuencia, con una cultura inédita de trabajo. “ Esto significa ser abierto y sincero en un tiempo complicado. Si hace falta responder a la puerta porque te traen algo a casa, no pasa nada. Si los deberes de los niños te están dando quebraderos de cabeza, o si no puedes terminar la pieza hasta la última hora del día, no pasa nada”. La flexibilidad ha ido de la mano de la naturalidad para afrontar situaciones aparentemente embarazosas.

“Es la realidad de la vida para todos en estos momentos, y la gente debe sentirse cómoda reconociendo aquello que afrontan e impacta en su trabajo. Con este nivel de apertura es como mantenemos la unidad cuando la interacción física no es posible”. De modo que si el bebé comienza a berrear cuando estás trabajando en pijama para diseñar el cableado del nuevo motor Mercedes, no pasa nada. Puede esperar. Pero hasta cierto punto, claro. Porque ya está en marcha el diseño del nuevo y radicalmente diferente monoplaza de 2022. Así es la Fórmula 1.