El amargo cuarto puesto de Carlos Sainz: un vaso lleno que al final estaba vacío

Carlos Sainz se exasperaba por la radio ante la apatía de Bottas para adelantar a Lance Stroll. El podio estaba en juego. Un escenario inconcebible en otros momentos de la, incluso el mismo viernes del GP de Sakhir. Al final, fue Sainz quien le pegó el hachazo al renqueante finlandés, pero no pudo con Lance Stroll. En dos de las tres últimas pruebas, llegaba a la meta acariciando el podio. En Turquía, desde la decimoquinta posición. En el GP de Shakir, sin embargo, era ya tercero en las primeras vueltas. La paradoja de las carreras, actuaciones similares, resultados diferentes…

“¡Uno de los cuartos más frustrantes, este!” le recordaba su ingeniero al pasar por meta. Toda la razón. Sainz era tercero en la segunda vuelta, mientras que Checo Pérez rodaba el último…Uno ganó y otro quedó fuera del podio. Entre medias, una estrategia conservadora, un VSC (Virtual Safety Car) que machacó a Sainz por unos segundos, un Bottas que hizo de tapón… “No estoy demasiado frustrado, cuando te sale una carrera tan buena no te puedes quejar, no me he dejado nada ahí fuera, estoy tranquilo y contento” explicaba Sainz al bajarse de su monoplaza. Pero según pasaban los minutos comprendería que hasta el segundo puesto habría sido posible. Porque Carlos Sainz entremetió su MCL35 allí donde no le correspondia por ritmo. De ahí el sabor amargo de un cuarto puesto a comienzos de año sabía a victoria.

¿Fue un error?

"Hoy hemos hecho una carrera que por el coche que teníamos era bastante increíble. Todo lo que hemos hecho ha estado bien hecho, pero cuando eres más lento que tus rivales..." Sainz se despedía el sábado anticipando “mirar hacia atrás por los retrovisores”. Y sin embargo, rodó tercero en su primer relevo …tras los dos Mercedes. "La gente podría pensar que estoy frustrado por no subir al podio, pero hicimos todo lo que podíamos: gran salida, gran primer relevo, abriendo diferencias sobre los coches más rápidos ayer... Nos pusimos en la mejor posición posible, pero tuvimos mala suerte con el Virtual, quizás un poco más expuestos por el ritmo de Racing Point... Fuimos batidos por coches más rapidos, no me dejé mucho en la mesa, así que no me puedo quejar". La floja carrera de Lando Norris fue el contrapunto al nivel mostrado por Sainz, como reconocería el propio Andreas Seidl al terminar la prueba.

Por tercer gran premio consecutivo, Sainz mostró su solidez en todas las áreas. Para empezar, con la perspicacia que le colocó tercero mientras Leclerc, Pérez y Verstappen se enredaban entre ellos. Siempre con la mirada de reojo a sus rivales, siempre concediendo distancia se coló. “Sabía que en la curva cuatro iba a haber jaleo, porque hacía mucho viento de cola y los coches que frenaran tarde se iban a llevar puestos a otros, había rachas de casi 30 km/h, y ha sido lo que ha pasado, algunos han frenado demasiado tarde y se han llevado los coches puestos. Esta vez ser conservador ha ayudado”.

Escuchar a piloto e ingeniero por la radio recordaba la semana anterior y ese espléndido relevo con los blandos crucial para el resultado final. Cuanto más le pedía Stallard, más le daba el piloto. Sin embargo, el equipo no le dió tanto recorrido. Entró en boxes en la vuelta 29, tras su mejor giro hasta el momento ¿Y si hubiera alargado esa primera parada? ¿Por qué no pasar McLaren de dos a una como ya amenazaban otros? En esos momentos, Checos Pérez estaba casi a medio minuto por detrás. ¿Fue un error? A la postre, así se confirmaría.

Vaso vacío, más que lleno

Sainz seguía sacando petróleo, pero la fortuna de las carreras miró a otros en un momento clave de la prueba. Si McLaren pudo haber errado por no pasar a una parada (como se vio con Ocon o Stroll), el Virtual Safety Car remató la desventaja. De haberse anunciado solo unos segundos antes, Sainz habría entrado en meta y ganado unos segundos cruciales por delante de Esteban Ocon y Lance Stroll, al final por delante en la meta. Luego, el tapón de Bottas hizo que llegara a la meta tirando el gancho a Stroll, como con Gasly en Monza.

Carlos Sainz insistía en beberse el vaso lleno. “Ha sido una de mis mejores carreras, no me he dejado nada en la mesa. El ritmo del coche no era bueno, así que pensar en el podio aquí era un poco loco”. Pero el tercer puesto final para McLaren se ha complicado tras el hachazo de Racing Point. De llegar este a 17 puntos del equipo británico a superarle por diez. 27 puntos en una sola carrera y a falta de la última.

“No sé cómo no han ganado el campeonato todavía (Racing Point), siempre estamos detrás. No sé como nos mantenemos en esta batalla ( por el tercer puesto)” reflexionaba Sainz, asumiendo resignadamente hasta qué punto Sergio Pérez había rodado en otra dimensión, cuando marchaba a casi medio minuto al comienzo de la carrera. Aún cuando el Carlos Sainz quería saborear un vaso medio lleno, también empezaría a sentir que, en el fondo, estaba vacio. Al menos, en el muro de Ferrari confirmaron otra carrera más el piloto tan completo que ha fichado.