Dani Juncadella, o cómo no frenar nunca con una placa y ocho tornillos en la clavícula

“Al principio, cuando se lo dije, pensaron que era una broma porque era el 1 de abril, que fuera de España es el día de los inocentes. Me dijeron que si era una coña, porque no se lo creían. Les tuve que enviar una foto con la clavícula abierta para despejar las dudas”. No, no era una broma. El piloto español Daniel Juncadella veía cómo una gran oportunidad profesional podía irse al traste pocos días antes del comenzar el DTM alemán, uno de los campeonatos de turismos más importantes del mundo.

Tras un año de ausencia, Mercedes nominaba al español para el DTM. Pero pocos días antes de subirse a su coche por primera vez, el destino frunció el ceño en forma de inoportuna fractura de clavícula tras un tonta caída en una competición de bicicleta de montaña en Ibiza. Sin embargo, pocos días después de pasar por el quirófano, Juncadella se subió al volante de su Mercedes.

"Vi que tenía el hueso fuera"

“No quería arriesgar demasiado en esa carrera en Ibiza, iba con un amigo haciendo equipo”, explica Juncadella a El Confidencial. "Pero a tres kilómetros de meta me enganché con el manillar y me fui al suelo. Fue una caída tontísima. Pensé que no me había hecho nada grave, pero me toqué el hombro y tenía el hueso fuera". Los primeros momentos fueron muy duros mentalmente. Por la cabeza del piloto español pasaron toda suerte de imágenes. Sobre todo, perder su puesto y la primera parte de la temporada, siendo optimista. A los pocos días del accidente tenían lugar los primeros entrenamientos oficiales colectivos de la temporada. Y había que estar allí. Sí o sí. Pero ¿cómo pilotar al altísimo nivel del DTM con una clavícula rota?

“Nunca me había roto nada, no sabía los tiempos de recuperación, y lo primero que pensé es que no iba a poder correr. Me puse en contacto Edu Villogre, relacionado con los pilotos de las motos. Sabía que tendría el contacto del doctor (Xavier) Mir, que es quien opera a los locos de las motos que están todo el día cayéndose”, explica Juncadella, que al principio estaba en Ibiza en un hospital. Volvió a Barcelona rápidamente con el hombro inmovilizado. “Tenía que estar en ese test como fuera. El doctor Mir me dijo que me operaría ese lunes de Pascua, estábamos a sábado. Pero me operó el mismo domingo por la mañana”.

"No creían que me recuperara tan pronto"

Juncadella no comunicó nada a Mercedes hasta después de la operación. “Fue jodido el principio, porque Mercedes tiene un piloto reserva, y lo fácil era haber dicho que rodara el otro piloto”. Pero la operación salió muy bien y Juncadella trasladó a la marca los optimistas pronósticos del doctor Mir. “En Mercedes no me pusieron malas caras, pero no creían que pudiera recuperarme tan pronto, es que casi no me lo creía ni yo”. El piloto español llevaban encima una placa y ocho clavos, no precisamente el mejor regalo para conducir un coche de 500 cv. Estuvo tres días inmovilizado totalmente y empezó a trabajar con la fisioterapeuta Laia Casals. Todo a contrarreloj. Había que estar en ese primer test de la temporada.

“Afortunadamente no he tenido dolor, y de movimientos he ido muy avanzado muy bien para lo que se espera en estos casos”, explica Juncadella. "Me hice una protección para los cinturones de seguridad, aunque tenía ciertas limitaciones de movimiento en el coche durante el test del DTM. Pero al final, ir avanzado me ayudó mucho mentalmente. Finalmente me subí al coche. En la segunda tanda estaba a tres décimas de Gary Paffet, que estaba primero. Al bajar fue muy emocionante, porque me ví que estaba ahí".

'Titaniun Man' en las 24 Horas de Nürburgring

Juncadella había salvado el primer asalto, entre la admiración y el respeto de los miembros de Mercedes. Pero este pasado fin de semana llegó la hora de la verdad con las primeras carreras de la temporada en Hockenheim. ¿Cómo respondería la clavícula ante el ritmo de la competición? A fin de cuentas Juncadella no había podido emplearse a fondo en los entrenamientos físicos. “Al principio me costó un poco, tenía problemas de confianza con los frenos, y los entrenamientos no me salieron demasiado bien. Pero en carrera tuve muy buen ritmo”. De hecho, Juncadella terminó octavo en la primera cita, por delante del campeón del pasado año, René Rast. Al día siguiente, domingo, tuvo una de sus mejores sesiones de clasificación en toda su carrera en el DTM, dice. "Aunque tuve un error con el último juego y me adelantaron algunos. Al final quedé séptimo, pero estuve segundo durante toda la sesión”. En la carrera se saltó la salida y por ello terminó 18º.

"Aun sabiendo que no estoy al nivel físico de todos, estoy cogiendo mucha confianza", señala. Falta le hará a Juncadella, porque este fin de semana compite en las 24 Horas de Nürburgring, un evento con más de 250 coches de diferentes categorías en la salida y que reúne a más de 200.000 espectadores. Y Juncadella estará en la salida, con su placa y los ocho tornillos en el hombro. "Físicamente va a ser más duro, la presión en la clavícula se va a notar porque se inflama, pero no me preocupa para nada. Voy a estar como si no se hubiera roto la clavícula, porque para mí es la carrera del año".

Recordando aquellos primeros momentos en los que sintió esa clavícula partida, Dani Juncadella se siente orgulloso: "En Mercedes están flipados, porque no se esperaban que pudiera estar en los tests y en las carreras. De cara a la marca ha sido un gran punto, ha sido un ejemplo de superación haberme encontrado en forma tan pronto”. De hecho, en Mercedes ya le conocen como 'Titanium Man'.