Si sólo sumó 1 punto, ¿por qué Alonso no olvidará fácilmente este GP de Brasil?

“Desafortunadamente, para McLaren fue una carrera para olvidar, pero Fernando (Alonso) pilotó valientemente para estar entre los diez primeros durante gran parte de la carrera. Luego, un trompo en la vuelta 56 lo dejó último... Pero el hecho de adelantar a siete coches en las últimas 15 vueltas para terminar décimo es algo brillante. Fernando mostró toda su velocidad, valentía y compromiso”. Eric Boullier ha quitado el polvo al trompo que se vio por televisión de su piloto número uno y sacó a relucir el trabajo que las cámaras no enfocaron (había motivos por arriba como para no hacerlo) con un monoplaza difícil de controlar bajo la lluvia. Protagonizó dos remontadas en carrera, además del sorprendente décimo tiempo del sábado. Por eso, para Alonso no fue un GP de Brasil para olvidar...

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“Terminar último es inusual para mí en condiciones como éstas, definitivamente hay algo mal. No creo haber olvidado cómo se conduce en mojado. Tenemos que volver a la fábrica y averiguar qué es lo que está mal con el coche. En los entrenamientos del viernes funcionaba muy bien. Me sentía cómodo con el coche y en las curvas de alta velocidad teníamos un tren trasero fuerte. Pero el sábado no funcionaba y el domingo fue mucho peor por las condiciones extremas”. Jenson Button se quejó durante y después de la carrera de Brasil de un indomable MP4-31 sobre agua. Sin saber si los problemas que sufría el inglés también los tenía su compañero español, resulta llamativo que en los últimos 15 giros Alonso le sacase 38 segundos. “Jenson fue incapaz de controlar el desequilibrio del coche y luchó por encontrar el agarre trasero en condiciones tan difíciles”, señaló Boullier.

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Aerodinámicamente se ha visto en esta parte final de la temporada que el McLaren no estaba a la altura de la que presumían hacia mitad del campeonato y este domingo quedó claro también que sobre agua tampoco estaban entre los mejores, ni mucho menos.

Alonso no vio que venía Vettel

Fernando Alonso se inventaba 'raíles' por donde circular, buscaba trazadas diferentes sin importar si hacía más metros que sus rivales con el objetivo de pisar asfalto en mejores condiciones que por donde iba la mayoría. Sin ver por los retrovisores -“los llevé durante toda la carrera empañados”- en una de esas maniobras se le coló Vettel y pidió por radio a su equipo que le avisaran “si venía algún rival” para defenderse puesto que no les divisaba.

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Era frecuente verle contravolantear manteniendo siempre su coche en pista salvo en el comentado trompo a 15 vueltas del final, aquella fue su segunda remontada del día porque la primera había llegado tras el accidente de Marcus Ericsson en la vuelta 11 y la consiguiente bandera roja. Sin confirmar si estaba sufriendo el mismo problema que si compañero, en la séptima vuelta alcanzó el octavo puesto (había partido décimo) y dos giros después fue a boxes a cambiar gomas intermedias y de ahí salió decimocuarto… El golpe del sueco de Sauber provocó la suspensión temporal de la carrera y la obligación de regresar a pista con neumáticos de lluvia extrema: regalo a sus rivales con esta parada extra en boxes. Recuperó su octava posición casi 30 giros después, antes del resbalón en la hierba que él mismo reconoció tras la prueba (“hemos cometido un error”. Siempre se refiere en plural, para lo bueno y lo malo).

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Al final, Alonso terminó el fin de semana sólo con un “buen sabor de boca” porque podía haber pescado más merced a “una carrera caótica, pero no éramos lo suficientemente rápido”. Mirando el conjunto del fin de semana, además, debe sumar el sábado, donde dejó con la boca abierta a su ingeniero de Pirelli, el español Manuel Muñoz: “El vueltón que Fernando se ha sacado de la manga en la Q2 me parece de lo mejor que he(mos) visto este año”, escribió en su cuenta de Twitter.

Con todo, quizás Alonso valore más este solitario punto de Brasil 2016 que otras carreras donde sumar no ha sido una tarea tan complicada ni debiendo saltar tantos obstáculos.