El día que a Carlos Sainz le arrebataron 37 segundos de gloria

“A partir de la salida ha sido todo increíble, me he visto quinto y había que estar muy contentos. Mi primera salida y estar luchando con Vettel, Raikkonen y Ricciardo… me ha encantado la verdad. A partir de ahí ha empezado a complicarse todo”. El 12 de marzo hizo un año que Carlos Sainz cumplió el sueño de debutar en un gran premio de Fórmula 1. Lo hizo sorprendiendo con un octavo puesto el sábado y un noveno el domingo, y eso que en carrera su equipo falló en boxes con una parada que se alargó hasta 37 segundos por problemas con una tuerca. “Unas veces fallará el equipo y otras fallaré yo, así son las carreras”, aclaró el novato Sainz. Este fin de semana vuelve a la pista que le vio sonreír por primera vez tras un gran premio.

En aquel GP de Australia de 2015 no estaba Fernando Alonso, quien se recuperaba del accidente que sufrió en Montmeló durante la pretemporada. Aún así, el asturiano felicitó a su compatriota: “Enhorabuena a Carlos Sainz por el gran trabajo en Australia. Nos vemos en Malasia”. No fue el único, Roberto Merhi también se mostró “muy contento por la gran actuación de mi amigo Carlos Sainz. Una pena el pit stop. Ha demostrado mucho en Melbourne”. Otro halago, significativo, vino de su padre, quien calificó su actuación de “sobresaliente”.

Un año después han transcurrido 7 abandonos -de 19 carreras- y mucha, mucha experiencia. “Ya sé cómo funciona la F1, tanto deportiva como políticamente. Tengo la presión del segundo año, pero mientras que yo tenga claro que estoy disfrutando, que estoy viviendo un sueño y que soy mejor piloto que el año pasado y que tengo un buen coche, no hay razón para pensar que no va a ser un gran año. Estoy más preparado, la pretemporada ha sido mucho mejor, físicamente me encuentro mejor, así que con ganas de ver qué podemos hacer y donde estamos”, ha comentado este jueves Sainz en Melbourne.

Estudiando una oposición este invierno

Además de ese conocimiento adquirido en estos meses, el madrileño de 21 años ha enfocado de diferente manera cómo afrontar cada carrera por los cambios que se han producido, por ejemplo en los neumáticos y su elección: “Este año mi manera de ver las cosas es “tú ponme lo que quieras en el coche que yo voy a intentar sacar todo lo que hay””. Y también en la cuestión del 'tajo' a la radio: “Este invierno ha habido que estudiar un poco más, casi como si fuera una oposición, más que un campeonato de F1. Hay que estudiarse una cantidad de parámetros o botones que antes te recordaban en la radio, pero no me voy a quejar, ni mucho menos”.

Aunque el cambio más relevante no será como consecuencia de su sabiduría o de estas modificaciones en las reglas, sino en el corazón de su Toro Rosso. “El motor Ferrari aporta más fiabilidad. Debería ayudar a sacar un poco más lo que soy yo, que es atacar a tope siempre”. Habrá más Carlos Sainz en 2016 que en 2015 siempre que las circunstancias respeten su pilotaje, como cuando hace un año una tuerca le atrapó durante 37 segundos en un pit stop del que creyó que jamás saldría.