Montezemolo: "Decidimos el cambio de Alonso cuando se hizo triste y oscuro"

Tenía que llegar. Luca Cordero de Montezemolo ha hablado por primera vez en profundidad desde su marcha de Ferrari. En una entrevista con el diario italiano Repubblica ha tocado casi todos los palos ofreciendo su personal visión de lo ocurrido entre bastidores en Ferrari. Se percibe en el expresidente la necesidad de hacer justicia a su trabajo y su legado: “No tengo ninguna intención de crear polémica, ni quiero atribuirme méritos. Cuando veo ganar a Ferrari soy feliz. Y ahora soy feliz. Punto”. Sí, pero no… Sin desperdicio.

¿Qué pasó con Fernando Alonso?

¿Qué pasó con Fernando Alonso? ¿Cómo y cuáles fueron las razones de su marcha y la llegada de Sebastian Vettel? ¿Llevó Sergio Marchionne a Vettel a Maranello y prescindió del piloto español? ¿Se movía Ferrari desde hace tiempo en torno al piloto alemán? “El primero en hablar de Vettel en Ferrari fue Schumacher”, explica Montezemolo: “El piloto perfecto para ti es Seb”, me dijo. Domenicali lo quería a toda costa y le llevó a mi casa de Bolonia. Se presentó con una caja de bombones suizos. Era ya campeón del mundo y tenía unos modales un poco torpes. Nos causó a todos una magnífica impresión. Mattiacci continuó el trabajo.

“Y cuando vimos con Marchionne que Alonso se había hecho triste y oscuro, mostraba continuamente desconfianza en el equipo… decidimos el cambio”. Aunque parece que también había otras razones más pragmáticas.“Vettel ganaba bastante menos de lo que había pedido Alonso por renovar. Y después, ayudó Arrivabene, que es un hombre de gran personalidad, a imponer un clima nuevo, mejor, positivo”.

El fracaso y las decisiones de Montezemolo

¿Cómo explica Montezemolo el resurgimiento de Ferrari después de su marcha? “En enero de 2014, en Jerez, me llamó al teléfono móvil Felipe Massa. Acababa de dar los primeros giros con el coche: “Presidente, es un desastre, no hay motor”. Un piloto sabe ciertas cosas. Comprendí que se había acabado el 2014. Convoqué a Domenicali y le dije que se centrara ya en 2015. Con el chasis estábamos tranquilos, habíamos vuelto a trabajar en nuestra galería de viento, nueva y eficiente, y estaba James Allison, alguien que con un presupuesto muy modesto había hecho un coche fantástico que no consumía el neumático. Como el Ferrari de hoy”.

Montezemolo reconocía cómo Ferrari se había equivocado con el motor híbrido: “Mientras Mercedes había trabajado durante al menos dos años haciendo converger sobre la Fórmula 1 la potencia y conocimiento de toda una industria (la alemana que estaba más avanzada con la tecnología híbrida), nosotros no comprendimos a fondo el alcance de la revolución. En Bahrein, en la tercera carrera, estaba en estado de shock. Domenicali, más que yo. Dimitó, le dije que lo reconsiderara. Insistió”.

¿Y de qué manera se ha dado semejante salto con el motor de 2015? Montezemolo cuenta cómo se habían captado algunos ingenieros para la gestión deportiva y que habían trabajado en el modelo deportivo ‘LaFerrari’: “Hoy Allison sigue repitiendo que aquello fue un gran regalo y en septiembre habíamos recuperado 45 cv. Cuando se fue Marmorini, que era un tapón, empezó la posterior recuperación”. Montezemolo lamentaba la “cruz del 2014, el único fallo verdadero de mi gestión aunque sabía que había trabajado bien para el 2015. En aquel momento, mientras veía a Vettel llegar primero en Sepang, tuve la confirmación de que no sólo había dejado una empresa sana, sino también una escuadra competitiva”.​

“O convenzo a Audi o me voy”

“Marchionne y Arrivabene han sido muy valientes, hay que agradecérselo”. Aunque luego matiza: “Creo sinceramente que hemos tenido algo de fortuna. Este año, aparte de Mercedes, no hay otros rivales. Williams no ha mejorado, Red Bull ha explotado y McLaren está en crisis profunda. La fortuna que no se sabe explotar no sirve para nada; para mí es un mérito como la inteligencia que han tenido de no deshacerse de todo lo bueno que se ha hecho antes de llegar ellos”. Pero también reprocha a la gestión actual que “de haber estado en su lugar, no habría cometido la imprudencia en diciembre de decir que el 2015 iba a ser un calvario, que se habían cometido errores importantes en preparación de la temporada nueva y que vencer en un par de carreras habría sido un milagro”.

Montezemolo tiene palabras de elogio para Stefano Domenicali: “Es un manager de primer orden, no me sorprende que esté trabajando para una casa tan importante como Audi”. Respecto al fabricante alemán, el expresidente de Ferrari lanza un torpedo. “Mateschitz (dueño de Red Bull), que está pensando en vender, le ha dicho a un amigo común: o convenzo a Audi para entrar o me voy”. En cuanto a Marco Mattiacci, otra víctima: “En realidad continuó bien con el trabajo de Domenicali. A él le pudo no haber comprendido el ambiente y los estados de ánimo”. ¿De Fernando Alonso, quizás?

Respecto a la atribución de méritos de la nueva dirección de Ferrari tras el triunfo de Malasia, para el ex presidente de Ferrari “más que falta de elegancia, diría que fue una falta de estilo”. Montezemolo se sentía partícipe del éxito aunque fuera ocultado, más si cabe tras su lucha de poder con Marchionne: “En aquel momento, delante de los ojos, tenía el producto del magnífico relevo entre el trabajo que habíamos hecho en el 2014 y la racionalización de quien llegó en el 2015. Y estaba finalmente en paz conmigo mismo”.