Niki Lauda lo tendrá muy 'crudo' para controlar a Lewis Hamilton

“Hemos analizado los datos, y hemos visto lo que había que ver. Ojalá chicos (a la prensa) pudierais verlo. Por lo demás, todo bien. Ha sido un buen fin de semana, y lo que no te rompe, te hace más fuerte”. Qué no pensará Lewis Hamilton cuando pronuncia una frase semejante tras lo ocurrido en el pasado Gran Premio de Mónaco…

“Cada fin de semana es distinto, pero este fue en una dirección que no esperaba, soy consciente ahora, y me aseguraré de ello en el futuro” ¿Aviso para navegantes? Porque Hamilton parece haberle puesto la cruz a su compañero tras los incidentes del Q3 del sábado. Es un conflicto que, pocos dudan, tarde o temprano le explotará en las manos a Mercedes y a Niki Lauda.

Molesto por la escena del podio

De momento, el austríaco ya manifestó su descontento con la escena ofrecida por Hamilton delante de Alberto de Mónaco y compañía. “Lo que no me gustó, y se lo diré, es que no está bien cuando en el podio no saludas a tu compañero de equipo, Nico siempre lo ha hecho. No es porque yo sea una persona educada, es por la marca, Mercedes. Es algo de lo que empezaré a ocuparme ahora, pero es fácil de solucionar”. Por supuesto, el asunto de la etiqueta puede tener arreglo, pero el enfrentamiento deportivo y personal que ya existe dentro y fuera de la pista ya es otra historia.

Hamilton ha sentenciado ya en su mente que la maniobra de Rosberg fue totalmente intencionada. Y así quiso exteriorizarlo deliberadamente en el podio y la rueda de prensa posterior. El británico considera que su compañero fue demasiado lejos. Y, ciertamente, analizando una y otra vez las imágenes, hay razones para ello. Pero también por la corriente subterránea que fluye entre ambos de tiempo atrás.

¿Subió al podio Rosberg en Montmeló conociendo la 'jugada' de Hamilton?

En Montmeló, Rosberg se habría enterado después de la carrera de la utilización por Hamilton del propulsor prohibido por el equipo, cuyos responsables obligaron al británico a disculparse. De haberlo conocido la circunstancia antes de subir al podio habría que haber visto la cara de Rosberg. Porque con la mejor estrategia de neumáticos, le “faltó una vuelta” para haber adelantado a su rival. De no ser por la maniobra de Hamilton, el resultado pudo haber sido otro. Y si Rosberg lo sabía, puso una magnífica cara de póker.

En Mónaco, desde el mismo sábado Hamilton tuvo muy claro que su compañero no había jugado limpio. Según su visión, y en el contexto de los antecedentes, a Hamilton le encajaba todo. Como reconoció el propio Lauda, así se lo dijo directamente a su compañero y al equipo. Ni los datos de telemetría, ni los intentos del austríaco por rebajar la tensión antes de la carrera, tuvieron éxito.

Hamilton ya empezó también en Mónaco

El británico ya vivió una situación semejante en 2007. El Gran Premio de Mónaco fue el primer detonante en la tensa experiencia que vivió con Fernando Alonso. Tras la victoria del español, el británico jugó la carta del victimismo cuando acudió a la prensa británica para denunciar un supuesto favoritismo del equipo hacia Alonso. El español se encontró con un Dennis especialmente comprensivo hacia la postura de su joven protegido. Fue solo el comienzo.

Entre los dos pilotos no se llegó al contacto directo en la pista. Pero la tensión fue en aumento, y el episodio de Hungría abrió todas las compuertas. Crítica también la posición de parrilla, fue Hamilton quien desobedeció el protocolo del equipo al salir antes a la sesión definitiva. Hasta qué punto la situación se fue de las manos, sanciones de la FIA incluida, es de todos conocido. La historia le desarboló completamente al propio Ron Dennis, a pesar de contar con la experiencia previa del duelo más duro de la historia con Senna y Prost.

Cuando un piloto se siente traicionado por el otro

Quizás un episodio similar al de 2014 pueda encontrarse en el Gran Premio de San Marino 1989, cuando ambos pilotos acordaron respetar las posiciones de la primera curva para ganar la carrera. El brasileño adelantó al francés en la segunda arrancada porque, según su personal interpretación, el acuerdo solo era válido para la primera salida. La confianza entre ambos se rompió definitivamente y la rivalidad alcanzó cotas desconocidas en la Fórmula 1.

Ahora, con un Hamilton que se siente traicionado, habrá qué recursos y mecanismos son capaces de acudir Rosberg y Hamilton cuando, como se ha visto, ya todo valea ojos de uno de los protagonistas. Solo cuatro puntos separan a ambos pilotos tras seis carreras. Ambos son conscientes de que el título es coto privado de ambos. Llegarán momentos donde se repita un cuerpo a cuerpo como el de Bahrein, por ejemplo. Pero, con un valor de los puntos cada vez más crítico a medida que progrese el campeonato, habrá un momento en que la pista refleje la tensión cada vez más intensa. Siempre ha sido así.

Victoria de Rosberg en todos los frentes

Rosberg conoce bien a Hamilton, y con su temperamento más racional dispone de un gran potencial para desestabilizar la intensa emocionalidad de su rival. Este fin de semana, la compostura y dominio escénico del alemán ha constrastado con un Hamilton descompuesto. El alemán le ha batido dentro y fuera del asfalto. Desde Mónaco, el británico ha entrado en un nuevo territorio. "Me aseguraré de ello en el futuro..".

“La tensión está creciendo, sin duda, todo lo que tengo que hacer es asegurar de que no se nos vaya de las manos”, declaraba ayer el austríaco. ¿Está seguro de que lo logrará? Por sus declaraciones, se mostraba seguro de controlar la situación. Sin embargo, con Lewis Hamilton en sus filas, hoy se antoja como aquel bombero al que la manguera se le va a quedar corta. Muy crudo lo tiene, ciertamente...