Red Bull y el diseño de un DeLorean con condensador de flujo

En siete jornadas de entrenamientos, el RB10 de Red Bull ha dado un total de 108 vueltas. Sólo cinco más de las que dio este viernes McLaren, 427 menos de las que lleva Mercedes en esta pretemporada (535) o 347 menos que Ferrari (455), por contextualizar. El retraso con respecto a sus rivales más sólidos es obvio en una pretemporada en la que, en casi todas las ruedas de prensa, se escucha aquello de: “En cada vuelta se aprende algo”, “cada giro es importante” o “cuantas más vueltas, mejor”. Bajo este panorama resulta normal que un hombre tan positivo como Daniel Ricciardo mire al futuro con optimismo para ‘recuperar’ las vueltas perdidas: “Haremos que el tiempo vaya hacia atrás. Estoy seguro”. A falta de cinco días de pretemporada parece imposible que se acerque a las cifras y datos que manejan sus rivales salvo que Red Bull, más que el RB10, diseñe un DeLorean con un condensador de flujo incluido.

“Completar muchas vueltas siempre va a ayudar y, este sábado, esperamos hacer más que este viernes. Cuantas más vueltas dé, más confortable me sentiré. Todavía no he hecho las suficientes pero con cada vuelta que doy me siento mejor”. Ni los contratiempos logran borrar la sonrisa y el buen espíritu del rostro de Ricciardo, y más cuando está en un asiento que, en teoría, debe aspirar al podio en cada carrera. El australiano mantiene la certeza de que los problemas en Red Bull se quedarán en anécdota dentro de un tiempo. “Cuando se acerque Melbourne, estaré preparado”.

Sin descartar la posibilidad de que el equipo austriaco no comience con buen pie el año. “El equipo mantiene la confianza y el optimismo con el diseño del coche. No sabemos cómo de rápidos somos todavía. Tenemos aún cinco días de ensayos y, si hacemos un avance de otro 50%, ya estará bien. Porque, si las primeras cuatro o cinco carreras no van como se habían planeado, pero ganamos las siguientes diez, ¿a quién le importará (este mal comienzo)?”.

A los cuentos de la lechera de Ricciardo hay que darle cierto chance por el palmarés que lleva en los últimos cuatro años Red Bull. Sin ir más lejos, el campeonato de 2012 lo ganó con una remontada que vino tras las vacaciones de verano y, el pasado año, terminó de distanciarse de Fernando Alonso –su perseguidor- con un ‘arreón’ también a la vuelta de septiembre. Posiblemente, si la difícil situación que atraviesa el equipo energético estuviera ocurriendo en otro box, ya se le habría hecho una cruz para Melbourne. Pero en Red Bull, hasta el rabo todo es toro.

Un cliente ayudando al cocinero

Y eso que ahora no depende de sí mismo y de los inventos de ‘Adrian Newey & Cia’. Los problemas de Renault no se arreglan únicamente con una solución aerodinámica… aunque tal vez sí con una idea de Red Bull. Christian Horner admitió a Autosport este viernes que han estado “ayudando a Renault” con su “experiencia en la recuperación de energía (del KERS). Es donde más podemos contribuir y donde están los mayores problemas hasta el momento. Hemos tenido una involucración limitada y cada vez estamos más y más involucrados”. Como si un cliente ayuda al cocinero de un restaurante a prepararse su plato… Todo con tal de salir adelante.

En este aspecto, el jefe de equipo de Red Bull muestra la diferencia entre ellos y sus rivales. “Flavio (Briatore) tomó la decisión hace años de que el KERS lo desarrollara el equipo de carreras en lugar del motorista (Renault), y ese es el origen del problema. Ahora, con el nuevo propulsor, el ERS es responsabilidad del suministrador de motor. Quizás Mercedes o Ferrari tienen unos pocos años de experiencia (con respecto a Renault)”.

Horner admitió este viernes a Sky Sports que no están donde querrían estar y “habría que decir que Mercedes son los favoritos, o que los equipos con motor Mercedes son los favoritos. Estamos en la cola del pelotón. Pero el campeonato dura un año, es complejo y no se gana con los test de invierno”. La cuestión será ver de cuánto tiempo disponen para reaccionar. Por si acaso, que utilicen el DeLorean.