"Son unos tontos". La rajada contra Movistar en la etapa más polémica de la Vuelta

La 19º etapa de la Vuelta a España con final en el casco histórico de Toledo se prevía tranquila tras la cera del pasado jueves por la Sierra de Madrid, pero lejos de cumplirse las predicciones, la carrera estuvo a un paso de dinamitarse por una estrategia llevada a cabo por el conjunto Movistar tan lógica como discutida. A falta de 65 kilómetros Roglic, junto a Miguel Ángel López, se fue al suelo debido a una montonera en el pelotón. Movistar, que en ese momento encabezaba el grupo principal, vio que el líder y el cuarto clasificado de la general quedaban cortados e iniciaron la ofensiva en defensa de sus dos líderes, Alejandro Valverde y Nairo Quintana. Marc Soler aceleró. En el ciclismo las caídas están a la orden del día, son parte activa de la carrera. El equipo español así lo entendió y se lanzó a la conquista del jersey rojo.

Sin embargo, la táctica no sentó bien entre los aficionados y los equipos presentes en la competición. Tampoco les falta razón. En aquel momento la carrera aún no estaba lanzada (algunos dirán que la etapa se lanza desde el banderazo inicial) y la caída afectó a un grupo amplio de corredores, no solo a Roglic. Movistar tiró con empaque durante aproximadamente 15 kilómetros, pero de repente sus corredores decidieron levantar el pie y esperar la llegada de los rezagados. ¿Qué ocurrió?, ¿se arrepintió el equipo de la decisión que había tomado?. Las redes sociales bullían. El desconcierto era tremendo. 'Purito' Rodríguez fue de los primeros en mostrar abiertamente su posición en el conflicto. "Menos mal que hoy no tengo tele. Menuda vergüenza. Hoy parece que no #rodamosjuntos", comentó el catalán a propósito del lema del Movistar. El exciclista no fue el único en ser crítico con los de Eusebio Unzué, otros compañeros como Óscar Pereiro también fueron rotundos: "No estaban delante y por eso nunca pueden tirar". Carlos Barredo y Jesús Hernández tampoco estaban de acuerdo con el movimiento de los telefónicos.

La realidad fue que Movistar decidió parar su huida hacia delante no por voluntad propia, sino porque la UCI, siempre según palabras de Jose Luis Arrieta, director de la formación, se lo pidió. "A nosotros nos ha tocado estas situaciones con Alejandro en Tour o Vuelta y nadie se ha preguntado por qué no se le esperó. Nosotros teníamos previsto el ataque en ese lugar por el viento. La UCI ha dicho que iba a traer a todos a rueda de los coches. Si esto es ciclismo y la UCI decide quién va a ganar, pues perfecto. No lo comparto y por eso mandé parar a los corredores. Otras veces nos ha pasado a nosotros y no se tomó esta decisión", explicó el vasco, visiblemente molesto, a RTVE. En el equipo aún no olvidan como el conjunto Sky no esperó al murciano cuando este se cayó del grupo principal en la edición del 2012, tampoco el desgraciado accidente de Mikel Landa en el Giro de este año que le hizo perder más de dos minutos y le bajó definitivamente del cajón de 'la corsa'.

Sea como fuere, Roglic y López contactaron de inmediato y, aunque el esloveno estuvo a punto de perder el tren ganador más adelante por un abanico, llegó a Toledo sin perder nada respecto de sus rivales (Valverde le sacó unos segunos en meta, pero el jurado decidió no picar tiempo). "Si nos dejamos horas y más horas viendo recorridos, carreteras para que luego... No me hace gracia ninguna caída, pero nosotros hemos perdido carreras por caídas. Les mandé parar", zanjó. Más tarde, RTVE afirmó que Radio Vuelta había anunciado que no habría "corte en los coches" tras la caída. Es decir, que los vehículos de la carrera seguirían su curso entre grupo y grupo y los ciclistas se agruparían de nuevo. Arrieta entendió que esa decisión abocaba irremediablemente a la práctica del denominado 'trascoche' (ir a rebufo para ganar ventaja), prohibido en el ciclismo, de ahí que al final de la etapa solicitara una reunión con los comisarios para aclarar la situación.

Astana, muy enfadado

Jumbo no fue el único que se echó las manos a la cabeza ante la actitud del Movistar, que entendieron poco deportiva, el Astana también fue muy crítico. Durante la carrera se vio como Omar Fraile, ante la atenta mirada de Mikel Nieve (Mitchelton), le pedía explicaciones a Valverde. La discusión entre los dos españoles era más que evidente, pero la reprimenda más grande llegó de boca de Miguel Ángel López. Ni corto ni perezoso, el colombiano, maillot blanco, se despachó a gusto en meta ante las cámaras del ente público: "Fue una falta de respeto con el maillot rojo, no es la primera vez. Siempre son los típicos que se aprovechan de estos momentos. Siempre hacen el estúpido. Son los mismos tontos que hacen están cosas. Es su reacción de siempre. A ver si ganan un día una carrera atacando de frente”.

López, en caliente y ligeramente ensangrentado, aún elevó más el tono y señaló directamente al de Las Lumbreras: "Las actuaciones tan tontas que hace el equipo del campeón del mundo, este es el campeón del mundo que tenemos”. Sus palabras, durísimas. Por su parte, Roglic, que tuvo que cambiar de bicicleta al golpearse contra un muro, fue más diplomático con los hechos acontecidos: "Prefiero llegar al hotel y ver las imágenes con calma para poder dar una opinión con mayor fundamento". De la misma manera se expresó 'Luisle', corredor del conjunto kazajo y amigo personal de Valverde, que no quiso meter el dedo en la llaga: "Lo mejor es irse al hotel, pensar en frío y ya luego decir lo que se opina". ¿Estuvo en su derecho de tirar Movistar? La respuesta todavía se discute. A última hora del viernes 'Superman' López pididó disculpas por los términos empleados a través de su cuenta de Twitter.

Sin cambios en la general, como hemos indicado anteriormente, a los corredores ya solo les queda la etapa del sábado para asaltar el podio o el primer cajón de una Vuelta que, más allá de polémicas, Roglic ha controlado con mucha solidez. Movistar, ya sea por unas cosas o por otras, no deja de estar en el centro de la diana.