¿Por qué se cae tanto Alberto Contador de la bicicleta?

Desde que se puso por primera vez el maillot rojinegro del Trek-Segafredo en una prueba de competición, todo lo que se oía sobre Alberto Contador desprendía un aroma a triunfo, precisamente lo que no había obtenido en la carretera. Aun sin victorias, Contador se encontraba en un momento de forma soberbio, dando esa sensación de ganador que durante años había conquistado el ciclismo internacional. Ni siquiera se hablaba del mayor de sus problemas en los últimos años. Ha tenido que llegar la Itzulia 2017 para que el pinteño se volviese a caer. Era la enésima vez que se estrellaba contra el suelo en plena carrera. El Trek tampoco le libra de esa mala suerte.

Contador se ha caído en muy diferentes circunstancias. En pleno paso por el pavé del Tour de Francia, en un descenso, en una montonera... Donde sus paseos sobre el asfalto es más habitual, sobre todo, es en las llegadas masivas. En el Giro 2015, su última grande ganada, acabó por el suelo en dos llegadas. Y aun así, se subió a lo más alto del podio de Milán. En estas situaciones, se podía presumir que Contador alcanzaba los últimos metros de las etapas desprotegido, dejado a su suerte por sus compañeros de equipo, que ciertamente tenían otras cosas en mente más que ayudar a su jefe de filas, pero ya no está en el Tinkoff. Aquel suplicio ya pasó.

Ahora está en el Trek. Como conjunto, el Trek no tiene mucho que envidiar al Tinkoff de estos dos años anteriores. Incluso puede que, individualmente, el equipo ruso fuera más poderoso que el estadounidense. Pero en conjunto, el equipo patrocinado por el fabricante de bicicletas tiene más posibilidades que la anterior plantilla que acompañaba a Contador. Además, a eso se debe añadir que todos sus miembros están mucho más implicados en el apoyo al líder, algo que Contador no se ha cortado en reconocer en cada carrera que ha disputado. Pero a estas alturas de temporada, Contador ya se ha ido al suelo en dos ocasiones. La primera, durante el Tour de Abu Dabi, la primera cita del año para el madrileño. La segunda, al final de la primera etapa de la Vuelta al País Vasco.

"A falta de 700 metros dos corredores salieron rectos y salí tras ellos, luego, por suerte, caímos en una zona de césped. Menos mal, porque nos hemos salvado de una dura caída", explicaba el propio Alberto cómo fue su salida de la carretera y su contacto con el suelo. "He salvado el día con tranquilidad, ya que la caída no afecta para la clasificación, no ha habido problema. No me duele nada, de momento", añadía. Al haberse producido el percance dentro ya del último kilómetro de la etapa, no tiene valor para la clasificación general, por lo que el minuto largo que perdió con respecto a los favoritos no tendrá efecto en la etapa de este martes.

¿Por qué se cae tanto Contador? "No tiene ningún por qué", dice con seguridad Fernando Escartín. El que fuera fantástico escalador del equipo Kelme y que compitiera de tú a tú el Tour a Armstrong considera que las veces que Contador se va al suelo "están dentro del rango de caídas habituales de cualquier corredor". ¿Cuál es ese rango? Escartín considera que lo que suele ser la tónica habitual para un ciclista de alto nivel es caerse "dos o tres veces al año". "Es posible que Contador se caiga un poco más que los demás, pero son las circunstancias de carrera. No tiene la suerte que tienen otros", comenta.

Sí destaca que Alberto suele caerse "en las carreras más grandes y eso le marca más". Será ahí, en el Tour, donde se vea si estar en el Trek le beneficia. "Da la impresión de que tiene mejor equipo. Todavía es pronto, solo ha hecho vueltas pequeñas", añade, aunque reconoce que caerse no tiene mucho que ver con lo bien que te proteja tu equipo. Al contrario de esto, Eduardo Chozas, exciclista y comentarista de Eurosport, sí que lo considera fundamental. "Para que esto no suceda tienes que tener un equipo que te apoye correctamente, aunque sigues sin estar exento de las caídas", decía a El Confidencial en una conversación en febrero.