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UFC 260: Francis Ngannou, campeón de los pesados, tras noquear a Stipe Miocic
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no necesitó ni dos asaltos

UFC 260: Francis Ngannou, campeón de los pesados, tras noquear a Stipe Miocic

Stipe Miocic, el que estaba considerado el mejor peso pesado de la historia de la UFC, perdió con Francis Ngannou, una de las fuerzas más destructivas que se haya visto nunca

Foto: Francis Ngannou contra  Stipe Miocic en UFC 260. (USA TODAY Sports)
Francis Ngannou contra Stipe Miocic en UFC 260. (USA TODAY Sports)

Stipe Miocic, el que estaba considerado el mejor peso pesado de la historia de la UFC, perdió con Francis Ngannou, una de las fuerzas más destructivas que se haya visto nunca encima de un octágono. UFC 260 lo encabezaba la revancha por el campeonato de peso pesado y es que los dos luchadores contendieron por primera vez en UFC 220. En esa primera ocasión Ngannou, como siempre, demostró su peligrosidad, pero Miocic con su lucha de agarre logró mantenerse seguro a la defensiva para finalmente obtener una victoria nítida por decisión. Fue la tercera defensa del título de los pesados de Miocic, que se convertía entonces en el primer luchador de la UFC en conseguirlo, tras vencer anteriormente a Alistair Overeem y Junior dos Santos.

A Ngannou no le fue mucho mejor en su primera pelea después del combate de Miocic. Perdió ante Derrick Lewis en un pleito donde demostró una actitud tan cautelosa que fue tremendamente criticado por ello. Sin embargo, Ngannou enderezó el rumbo, logrando nocauts tempraneros consecutivos, ninguno de estos combates duró más de 71 segundos, sobre Curtis Blaydes, Cain Velasquez, Junior dos Santos y Jairzinho Rozenstruik. La racha ascendente del africano ha continuado hasta conquistar hoy la cima. Es el nuevo campeón de UFC de los pesos pesados.

Miocic buscaba una vez más lidiar con Ngannou y evitar que materializara su descomunal pegada. Ngannou, por su parte, quería finalizar con los mismos golpes de explosividad cósmica que respaldan su reputación y que le han proporcionado la oportunidad de entablar un desquite con el mismo premio en el horizonte, si vencía. Ngannou había lucido increíble en sus últimos cuatro combates, pero no se pudo comprobar si había mejorado su defensa en la lucha de agarre y su resistencia cardiovascular, los dos motivos obvios que provocaron su primera derrota con Miocic, sencillamente porque en esas peleas no lo necesitó. Y por lo tanto, merodeaba la duda al respecto sobre sus capacidades aprendidas.

Controlando el centro del octágono, con una actitud más mesurada que en el primer envite para desgastarse menos en el proceso, Ngannou destilaba ser extremadamente peligroso desde los primeros compases del combate donde era evidente, por las reacciones del rival, que estaba capacitado para destruir definitivamente a Miocic con un contragolpe si el campeón cometía algún error. Sin embargo, Miocic en el primer asalto fue capaz de frenar al retador lo suficiente como para no ser noqueado, aunque no pudo apoyarse en su lucha de agarre para evitarlo sino mostrando una actitud muy cautelosa y conservadora.

Ngannou exhibió por fín que ha reforzado su lucha defensiva lo suficiente como para hacer frente al juego de derribos que Miocic utilizó en la primera pelea. Esa mejora se visualizó cuando empezó a implementar su estrategia el campeón la primera y única vez que fue a por el derribo pero el luchador africano supo defenderse con un 'scroll', echando el cuerpo de improviso hacia atrás, para acto seguido tomar su espalda y con sus golpes estuvo a punto de terminar la pelea.

Pero ese final se pospuso para el principio de la segunda ronda. Miocic salió mucho más activo en el asalto final. Empezó a castigar el cuerpo para intentar emular su primera victoria contra Daniel Cormier. Aunque acto seguido el africano cambió los planes de su rival al impactar con una izquierda sideral que lastimó visiblemente al campeón. Desesperado, Miocic, buscó un intercambio, en vez de refugiarse y recuperarse, para intentar cambiar las tornas del combate, momento clave donde otra izquierda estalló con tal violencia en su cabeza que le hizo desplomarse dormido para atrás, sin defensas, mientras en su descenso le acompañaba en un íntimo destino su cinturón perdido. Aunque Miocic tiene buena resistencia al castigo, la pegada de Ngannou parece de otra naturaleza ajena a la humana. Y es que sus golpes aterrizan impresos con una fuerza equivalente a 96 caballos, la misma que si fueras arrollado por un Ford Escort circulando a toda velocidad. Sus disparos son tan poderosos como el que es capaz de ejercer un mazo de 5 kilos impactando con toda su fuerza en la cabeza de alguien, según comentó Dana White, el presidente de UFC. Es la fuerza más aterradora en la división del peso pesado.

Jon Jones es más que probable que tenga el derecho a desafiar al ganador de esta pelea. "Vamos a jugar", apuntó en Twitter nada más acabar el duelo. "Es uno de los mejores de todos los tiempos”, dijo Ngannou, aceptando el reto. Veremos que decide la UFC al respecto.

La pelea entre Miocic y Ngannou era la única pelea por el título que se celebraba en UFC 260 ya que el combate programado por el campeonato de peso pluma entre Alexander Volkanovski y Brian Ortega fue pospuesto debido a que Volkanovski dio positivo por COVID el pasado fin de semana.

En su lugar, el combate de semifondo enfrentaba en el peso wélter a Tyron Woodley con Vicente Luque. Woodley llegó a estar en la cima de la división, pero había perdido la aureola de estrella en sus últimos tres combates, tras ceder el título a Kamaru Usman y sufrir derrotas unilaterales contra Gilbert Burns y Colby Covington. Vicente Luque, por su parte, es una de las mayores estrellas emergentes de la división tras ganar ocho de sus últimos nueve combates.

Era la típica pelea entre un 'grappler' contra un 'striker'. Woodley intentó utilizar su lucha para superar a su rival, mientras que Luque mantenía la distancia. Ya en el primer asalto después de presionar con su lucha de agarre Woodley aunque no logró proyectar conectó varios disparos con potencia pero Luque sacó un golpe de contra que impactó con solidez y dañó visiblemente a su rival. Ya fue todo cuesta arriba para el americano que no logró recuperarse. Después de tambalearse Luque pudo finalizarle con una estrangulación de arce en el primer asalto.

Luque en esta pelea tenía todo para ganar, mientras Woodley podía perderlo todo. Las últimas tres peleas de Woodley habían sido ante la mejor competencia, pero fue dominado en todas las facetas. Para Woodley, a los 38 años, esta pelea era un todo o nada. Después de este resultado puede ser hasta despedido de la compañía.

En el resto de la velada sucedieron las siguientes finalizaciones:

El prospecto Sean O'Malley noqueó brillantemente a Thomas Almeida en la tercera ronda después de dominar todo el combate.

Jamie Mullarkey noqueó con su izquierda a Khama Worthy en el primer asalto.

En los combates preliminares, Alonzo Menifield en la primera ronda logró finalizar a Fabio Cherant con una estrangulación 'Von Flue choke'.

Y Marc-André Barriault destruyó a Abu Azaitar en el tercer asalto después de castigarlo desde la montada.

Stipe Miocic, el que estaba considerado el mejor peso pesado de la historia de la UFC, perdió con Francis Ngannou, una de las fuerzas más destructivas que se haya visto nunca encima de un octágono. UFC 260 lo encabezaba la revancha por el campeonato de peso pesado y es que los dos luchadores contendieron por primera vez en UFC 220. En esa primera ocasión Ngannou, como siempre, demostró su peligrosidad, pero Miocic con su lucha de agarre logró mantenerse seguro a la defensiva para finalmente obtener una victoria nítida por decisión. Fue la tercera defensa del título de los pesados de Miocic, que se convertía entonces en el primer luchador de la UFC en conseguirlo, tras vencer anteriormente a Alistair Overeem y Junior dos Santos.

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