Doncic aprovecha el paseo del Real Madrid ante el Brose para seguir a lo suyo

Luka Doncic sigue empeñado en reescribir la definición de prodigio. Cuanto más juega más difícil es entender que un jugador de su edad sea capaz de hacer lo que él hace. Y no se trata de sus cualidades técnicas o físicas, que son extraordinarias, sino de su presencia sobre la pista, del control que ejerce en los partidos, de su decisión con el balón en las manos. Mientras todo el mundo alucina con él, el joven jugador madridista sigue a lo suyo. En la cómoda victoria (95-72) del Real Madrid contra el Brose Bamberg fue el mejor con 16 puntos, 6 rebotes, 5 asistencias y 2 robos. Y en los tres últimos partidos de Euroliga promedia 13,6 puntos, 5,3 rebotes y 5 asistencias. "Me veo bien", dijo el esloveno a 'Movistar +' tras el partido. Para qué decir más.

No estaba en el guion, viendo cómo se está desarrollando el nuevo formato y lo que le está costando sacar adelante los partidos en casa al Real Madrid, que la visita del Brose fuera tan plácida. Hasta esta jornada, el equipo alemán había perdido ocho de sus doce partidos, pero por una diferencia escasa. Tres de sus derrotas fueron por un punto; otras dos fueron por dos. Su diferencial era de -6, mejor que el dos equipos de 'playoffs'. Hasta en la derrota de la novena jornada contra el Zalgiris (86-72) había competido. Pero este martes no lo hizo, y el Madrid le pasó por encima. "Solventamos el partido con más facilidad de la esperada", dijo Pablo Laso.

No hubo partido. A los tres minutos el Real Madrid ya ganaba 11-0. A partir de ahí, todo fue cuesta abajo. Mientras al Brose no le entraba nada (3/18 en tiros en el primer cuarto), al equipo madridista funcionaba todo. Llull y Doncic corrían y hacían correr; Taylor defendía, reboteaba y anotaba de tres; Ayón y Reyes se imponían en la pintura... Desde de los primeros minutos se vio que el duelo no iba a tener historia.

Eso favoreció que Laso rotara más de lo habitual a sus jugadores, a los que pudo dar descanso en un semana con dos partidos de Euroliga: el Madrid juega el jueves en la cancha del Estrella Roja, donde perdió el año pasado. Llull, al que no parece que la inactividad por la lesión le haya afectado (14 puntos y 6 asistencias), fue el que más jugó y no llegó a 23 minutos, cuando promediaba casi 30. Un poco menos jugó Ayón, que metió 13 puntos, cogió 7 rebotes y robó 2 balones. El mexicano, que arrancó la temporada a medio gas, está ya a un nivel que recuerda al del curso pasado.

El Brose intentó hacer frente al vendaval con el pívot Nicolo Melli, uno de los jugadores más en forma de la competición, jugando de alero para castigar a Rudy Fernández. Dos ataques duró ese desequilibrio: Laso metió a Taylor y todo volvió a su cauce. Otro de los puntales del equipo, el griego Zisis, apenas pudo influir en el juego de su equipo. Buena parte de culpa la tuvo Taylor, que parece haber encontrado su sitio en la rotación madridista. "Ha sido el mejor del equipo en el balance de más y menos. Ha anulado a un jugador muy importante para ellos", destacó Laso.

Al descanso, la diferencia ya superaba los 20 puntos (47-25) y no se fue por encima de los 30 porque Staiger anotó dos triples y su compañero de equipo Lo, otro sobre la bocina. Pero a la vuelta de los vestuarios, Llull, Doncic y Ayón lideraron otro arrerón que enterró cualquier esperanza alemana. En el último cuarto, el Madrid se relajó y el Brose lo aprovechó para meter lo que no había metido antes. Entre Staiger y Theis anotaron 25 de los 32 puntos de su equipo en ese período. El primero, con un excelente 6/8 en triples, es quizá el único que se vuelve contento a Bamberg. El Real Madrid cierra el año de Euroliga en casa con una victoria que le permite seguir en segunda posición.