Pau Gasol se come a Polonia

España tiene más bajas que nunca (y encima se ha sumado la de Rudy Fernández) y menos talento que otros años, está lejos de su mejor nivel, está defendiendo mal (por momentos bastante mal) y en este EuroBasket ha sufrido ante rivales tan inferiores como Islandia y perdido contra equipos a los que antes ganaba. Pero tiene a Pau Gasol. Y eso, en un torneo de selecciones, es mucho. Ante Polonia dio una exhibición, como lleva haciendo 15 años, y lideró la victoria con 30 puntos, 7 rebotes, 4 asistencias y un espectacular 6/7 en triples. Con 35 años sigue siendo el jugador más determinante del baloncesto FIBA.

El de este año iba a ser el campeonato más exigente para Gasol, obligado por las ausencias a ser la referencia en ataque y el ancla en defensa. Y su respuesta está siendo de extraterrestre. Promedia 23 puntos y 7,8 rebotes. Su actuación ante Polonia no sólo fue sensacional, sino que demuestra la versatilidad e inteligencia que le han hecho grande. En los cinco partidos anteriores había lanzado tres triples (2/2 ante Turquía y 0/1 ante Italia), la mitad de los que anotó en el partido de octavos. En cuanto detectó que iba a tener problemas en la pintura contra los pívots polacos y que no iban a perseguirle a la línea de tres, decidió castigarlos. Y así fueron llegando uno tras otro los triples, casi todos frontales y a pies parados, un lanzamiento habitual, pero también laterales y en moviemiento, como el que metió a 6:25 para el final con la mano de Gortat en la cara.

Ese fue el golpe que tumbó a Polonia, que hasta entonces había desnudado las debilidades de la selección española. El equipo que dirige Sergio Scariolo llega a los cuartos de final con la asignatura pendiente de enganchar un partido redondo, un rato largo de buen juego en ambas canastas que le permita coger confianza y soltarse. Pero no parece que eso vaya a suceder. A España le toca sobrevivir, como ha hecho hasta ahora.

Polonia metió miedo a España hasta que se apagó. Diez puntos de Gasol en el primer cuarto dieron la primera ventaja a la selección española (25-20), pero se quedó en nada en cuanto Scariolo tiró del banquillo. Claver, Reyes y Hernangómez iniciaron el segundo cuarto y España encajó un 7-0 de parcial. No habían pasado dos minutos y Gasol ya estaba de vuelta en el parqué. Le tocó lidiar en esos minutos con Karnowski, un pívot de 2,15 de la Universidad de Gonzaga que jugó unos minutos excelentes. España dio otro estirón: 39-31 tras dos triples de Claver (24 minutos para él, ocupando el hueco de Rudy) y Mirotic, pero cuando no era Slaughter era Ponitka o si no Kulig, pero los polacos no se descolgaban (41-39 al descanso) y castigaban las numerosas pérdidas de balón españolas.

Transformación en el último cuarto

El tercer cuarto fue el que peores sensaciones dejó. Polonia se aprovechó de los problemas españoles para defender el bloqueo directo y de la poca agresividad en el uno contra uno. Se puso por delante varias veces, pero al final se llegó con empate a 55-55 tras un 2+1 de Nikola Mirotic, que terminó el partido con 15 puntos. Los últimos diez minutos iban a decidir el partido, y el recuerdo del partido contra Alemania era preocupante.

Pero sucedió todo lo contrario. En siete minutos, España se transformó y consiguió un parcial de 22-4 que dejó el marcador en 77-59. En ese tiempo, Gasol anotó 11 puntos (tres triples) antes de irse al banquillo. El de los Bulls sintió molestias en el gemelo antes del partido, pero está claro que no le afectó. En el último cuarto, la selección apretó en defensa y Polonia se estancó y se hundió. Lo que era un partido de octavos de final igualado acabó con los suplentes en pista. El martes, España se enfrentará a Grecia en los cuartos de final. Por primera vez en muchos años no es favorita, pero sigue teniendo a Pau Gasol.