Es noticia
El 'enfermo' se levanta: España sólo se divierte cuando huele las medallas
  1. Deportes
  2. Baloncesto
se enfrentará el viernes a francia (21:00 h.)

El 'enfermo' se levanta: España sólo se divierte cuando huele las medallas

El campeón volvió a ser reconocible ante Serbia. Llegaba con muchas dudas España a su cita de cuartos de final pero demostró que no estaba muerta

Foto: Los jugadores celebran la victoria ante Serbia (Efe).
Los jugadores celebran la victoria ante Serbia (Efe).

El campeón volvió a ser reconocible ante Serbia. Llegaba con muchas dudas España a su cita de cuartos de final. Más que las tres derrotas, posibles ante rivales de enjundia como Eslovenia, Grecia y una renacida Italia, preocupaban las formas en las que habían llegado. Siempre que se vio con tanteos parejos a los momentos decisorios de partidos, España cayó a la lona. Escarmentados, como tantas veces le sucedió en citas continentales, se activó la Selección de Orenga. La defensa, excelsa durante tantos minutos de campeonato, no dio opción a una tierna Serbia abrumada por la marabunta de la ÑBA. Si el encuentro se presentaba como la prueba para medir la temperatura real del equipo, la ÑBA demostró que ha entrado en erupción cuando la ocasión lo merecía.

A diferencia del último encuentro ante Italia, donde salieron sin el vigor necesario fruto de la descompresión que produjo la victoria de Croacia -que les ponía ya en cuartos-, los de Orenga empezaron a todo trapo. Necesita jugar bien para competir mejor. De lo contrario, se enreda. Funcionó la defensa y fluyó el ataque, donde cada vez que España olía sangre se desataba el volcán. En una España hecha para correr, precisa de estar fuertes en el rebote que les permita salir al contraataque. Sin tiro fácil, la circulación lenta de los serbios permitió robos y entradas a canastas fáciles. Todo el escenario del encuentro propició que España exhibiera más músculo todavía mientras los de Ivkovic se diluían sin respuesta. No tuvo opción porque si España compite, pocas selecciones son capaces de darle respuesta, incluso sin los Navarro y compañía.

Si Rudy desató la tormenta en el primer cuarto (5-21 para España), Sergio Rodríguez propulsó a una Selección que llega en plenitud a las semifinales del viernes (21:00, Cuatro) ante Francia, que en su cruce ante Eslovenia ganaba por 62-72. Funcionó también la segunda unidad, que tan poco resuello le había dado a la primera línea. Xavi Rey, nulo en la anotación, sí tuvo sin embargo una gran actuación en la pintura, luchando de forma impetuosa. También apareció Pablo Aguilar, que con sus ocho puntos pide paso en el momento clave del campeonato. Si los que debían dar aire a los titulares se reconstituyeron, también aparecieron hombres importantes sin incidencia hasta ahora en el torneo, caso de Llull. Sin Navarro, estaba llamado a ser un peso pesado de este equipo. Sin destacar en la anotación ( 5 puntos), engranó a la perfección dentro de la gran actuación coral de los hombres de Orenga.

Como los grandes equipos, ahí está su historial desde 2006, España recobró sensaciones y la alegría en su juego. “No estamos jugando como suele hacerlo España. En la pista faltan esas sonrisas y lo sabemos porque, cuando jugamos bien, es cuando disfrutamos”, declaraba Rudy Fernández en la previa ante Serbia. Pese a las dudas, si por algo se ha caracterizado esta Selección desde que se desatara la mejor generación del baloncesto español es que llegado el punto donde se deciden los campeonatos, compite como pocas. No eran nada halagüeñas las sensaciones en este Eurobasket, con un entrenador novel y sin los hombres que han liderados a España los últimos siete años. Cuando peor pintaban las cosas, la ÑBA volvió a rugir. España volvió a mirarse al espejo, y esta vez sí se reconoció. Por octava vez consecutiva, luchará por las medallas en un Eurobasket.

El campeón volvió a ser reconocible ante Serbia. Llegaba con muchas dudas España a su cita de cuartos de final. Más que las tres derrotas, posibles ante rivales de enjundia como Eslovenia, Grecia y una renacida Italia, preocupaban las formas en las que habían llegado. Siempre que se vio con tanteos parejos a los momentos decisorios de partidos, España cayó a la lona. Escarmentados, como tantas veces le sucedió en citas continentales, se activó la Selección de Orenga. La defensa, excelsa durante tantos minutos de campeonato, no dio opción a una tierna Serbia abrumada por la marabunta de la ÑBA. Si el encuentro se presentaba como la prueba para medir la temperatura real del equipo, la ÑBA demostró que ha entrado en erupción cuando la ocasión lo merecía.

Sergio Rodríguez Grecia Serbia
El redactor recomienda