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El Madrid derrota al Valencia y se mete en semifinales en un final de infarto (86-85)
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COPA DEL REY DE BALONCESTO

El Madrid derrota al Valencia y se mete en semifinales en un final de infarto (86-85)

El gran trabajo de Tavares y los puntos de Deck y Hezonja evitan el descalabro de los blancos ante un rival que fue de menos a más. Se quedan a un paso de la gran final

Foto: Tavares protege el aro madridista. (EFE/Enric Fontcuberta)
Tavares protege el aro madridista. (EFE/Enric Fontcuberta)

La última vez que la niña bonita del baloncesto español, la Copa del Rey, se disputó en Badalona, ninguno de los jugadores que disputaron minutos en el partido inaugural de esta edición habían nacido. De hecho, ninguno de los jugadores del Real Madrid ni del Valencia Basket era un proyecto. Solo Rudy Fernández, de haber llegado sin molestias y haber sido convocado para el choque, podría haber pues en jaque la estadística. Ha llovido mucho desde que, 38 años atrás, el Ron Negrita Badalona fuese el anfitrión de un torneo que acabó perdiendo en la final contra el Real Madrid. De hecho, el hambre de victoria de los blancos es una de las pocas cosas que no han cambiado en estas casi cuatro décadas en las que el país ha tenido que lidiar con varias crisis, una pandemia, un volcán, dieciocho temporadas de Gran Hermano y ningún triunfo en Eurovisión. Por lo tanto, y pese al sufrimiento final, continúa el idilio blanco del Real Madrid en la localidad catalana al derrotar al Valencia Basket, en cuartos, por 86-85.

Llegaba el equipo de Chus Mateo en tremenda forma a la competición. No tardaron en poner distancia de por medio con un Tavares entonado e imponente en los primeros diez minutos y, sobre todo, dominando en el rebote, especialmente en el ofensivo, lo que melló mucho al cuadro taronja. Estiraba poco a poco la ventaja el cuadro madrileño, que llegó a poner dieciséis puntos de ventaja en el electrónico (31-15), pero las sacudidas del Valencia, con dos consecutivos 2+1 del cubano Jasier Rivero, evitaban que la distancia fuese insalvable. Y, así, empezó a menguar poco a poco la distancia que separaba a los dos conjuntos en el marcador, hasta voltearse la ventaja, incluso, en el último cuarto. Nadie estaba fino en el lanzamiento de tres y, de hecho, de los dieciocho primeros triples que intentaron los dos equipos dejaron unos guarismos paupérrimos: solo tres convertidos por los capitalinos y tan solo uno más anotado por los valencianos.

El segundo cuarto estuvo muy igualado, a pesar de que el Madrid amagó con irse en el marcador con un excepcional Mario Hezonja. El de Dubrovnik anotaba con bravura, algo imprescindible en un contexto de partido donde no se estaba viendo aro con facilidad. No obstante, con un buen Jones, los de Álex Mumbrú continuaban sus recortes de puntos, como en la fábula de la tortuga y la liebre, y el éxtasis para su afición llegó en el último segundo del cuarto, con un triple anotado por Klemen Prepelič desde lejísimos, desde su casa natal de Maribor, en Eslovenia. Se llegaba al descanso con una ventaja para el actual líder de la ACB de siete puntos (41-34).

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Claver y Pradilla agradecen el apoyo de los aficionados a pesar de la derrota. (EFE/Enric Fontcuberta)

Arreón valencianista en el tercer cuarto

No obstante, no todo fueron buenas noticias para los de Mateo. Precisamente Prepelic, de forma involuntaria, cayó sobre la pierna de su excompañero Sergio Llull, y no tardó el manacorí en retorcerse y llevarse la mano a su rodilla izquierda con gestos ostensibles de dolor. Cojeaba, y la preocupación en su rostro vaticinaba malos augurios. Antes de empezar el torneo, el base madridista –ganador de seis Copas del Rey– estaba a dos triples del récord de Juan Carlos Navarro. Metió uno antes de la lesión, y sería una alegría para el madridismo que tuviese la ocasión de igualar la marca en semifinales.

Se dice que la Copa del Rey 2023 es de las más igualadas de la historia en cuanto a los emparejamientos que deparó el sorteo de Cuartos de Final. El Valencia quería confirmar la predicción y combatir ante un rival al que no han ganado nunca en la competición. ¡Y vaya si lo hicieron! En la edición de 2021 también quedaron los dos equipos encuadrados en el sorteo de cuartos. Era la primera Copa sin público en la grada a causa del Covid-19, y los otrora pupilos de Pablo Laso vencieron 85-74. Ese día fue Gabriel Deck el máximo anotador blanco con 23 puntos. Dos años después se repitió la historia, con el argentino alcanzando los 19 y siendo decisivo en los instantes finales.

El tercer cuarto llevó la firma de los valencianos, que llegaron a situarse a tan solo dos en el marcador (60-58). Un gran Jones, que llegó al final del tercer cuarto con 12 puntos, fue uno de los arquitectos del progresivo acercamiento, perfectamente secundado por veteranos como Claver y, sobre todo, con la mejoría en el rebote. Por su parte, Yabusele sostenía la ventaja de los blancos, que menguó hasta los cinco puntos para los diez minutos finales. Jaleaba la afición taronja llegada a Badalona, deseosos de ver a su equipo conseguir su segunda Copa del Rey, tras la cosechada hace justamente un cuarto de siglo en Valladolid.

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Deck efectúa un lanzamiento delante de un rival. (EFE/Enric Fontcuberta)

Un final no apto para cardiacos

El partido estuvo en un puño durante buena parte del cuarto final. Además de por méritos propios del rival, el Real Madrid se empeñaba en dar aliento a los de Mumbrú con su tres de 23 en triples y sus diez tiros libros libres fallados en el encuentro a falta de seis minutos. Pero fue Hezonja, quién si no, el que quebró el macabro porcentaje desde la línea de 6,75 con un triple limpio. Además de Tavares, Deck y Super Mario sostenían a los blancos. No fue, por su parte, el mejor partido de Musa, pese a que arrancó entonado. El bosnio le tenía tomada la medida al Valencia, y ha anotado más de 20 puntos en los enfrentamientos de esta temporada que han enfrentado a las dos escuadras. El aficionado, además, recuerda el buen impacto que tuvo en su encuentro de debut en Copa del Rey, el año pasado, a mandos del CB Breogán y contra el Real Madrid, en Granada.

Se llegó al ecuador de los últimos diez minutos con el Valencia Basket a ocho puntos de su rival, pero dos triples consecutivos de Jones y Dubljevic redujeron la ventaja a tan solo dos. Esa igualdad vaticinada había llegado al Olimpic de Badalona para disfrute del aficionado. Y dos minutos después llegó el empate, primero –con una bandeja de Jones que alcanzaba los 18 puntos– y, acto seguido, la ventaja para el Valencia, con dos tiros libres de Harper, que también cuajó un excelso partido. Quedaban dos minutos y el Madrid se veía por debajo en el marcador por primera vez desde el primer minuto del encuentro.

No le tembló el pulso al actual subcampeón del torneo y se acabó llevando el partido. Pero por un suspiro. Fueron claves los cinco puntos seguidos de la ‘tortuga’ Deck, con triplazo incluido y, sobre todo, resultó determinante que en la última acción del encuentro Jones –quien se despide con veinte puntos y como máximo anotador del choque– no anotase la canasta para pasar a semifinales y para derrotar al Real Madrid en Copa por primera vez en su historia. De este modo, y por un único punto, los de Mateo se convierten en el primer equipo clasificado para las semifinales del sábado. Partidazo.

La última vez que la niña bonita del baloncesto español, la Copa del Rey, se disputó en Badalona, ninguno de los jugadores que disputaron minutos en el partido inaugural de esta edición habían nacido. De hecho, ninguno de los jugadores del Real Madrid ni del Valencia Basket era un proyecto. Solo Rudy Fernández, de haber llegado sin molestias y haber sido convocado para el choque, podría haber pues en jaque la estadística. Ha llovido mucho desde que, 38 años atrás, el Ron Negrita Badalona fuese el anfitrión de un torneo que acabó perdiendo en la final contra el Real Madrid. De hecho, el hambre de victoria de los blancos es una de las pocas cosas que no han cambiado en estas casi cuatro décadas en las que el país ha tenido que lidiar con varias crisis, una pandemia, un volcán, dieciocho temporadas de Gran Hermano y ningún triunfo en Eurovisión. Por lo tanto, y pese al sufrimiento final, continúa el idilio blanco del Real Madrid en la localidad catalana al derrotar al Valencia Basket, en cuartos, por 86-85.

Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB)
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