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"Un pueblo sin cultura es un pueblo fácil de someter"
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entrevista con ANTONIO DE LA TORRE

"Un pueblo sin cultura es un pueblo fácil de someter"

El actor Antonio de la Torre analiza las claves de la ceremonia de los Goya, su doble candidatura y su carrera, entre la comedia y el drama

Foto: Antonio de la Torre recibiendo el premio 'Ciudad de Huelva' (EFE)
Antonio de la Torre recibiendo el premio 'Ciudad de Huelva' (EFE)

Antonio de la Torre (Málaga, 1968) es el nuevo hombre récord del cine español: cuatro nominaciones a mejor actor (principal y secundario) en dos años. Antiguo periodista de Canal Sur, De la Torre ya ganó un Goya por Azueloscurocasinegro (Daniel Sánchez Arévalo, 2006) y ahora aspira a dos más por La gran familia española (D. S. Arévalo, 2013) y Caníbal, de Manuel Martín Cuenca, que ahonda en el giro dramático dado por el actor los últimos años tras unos inicios entregado más bien a la cuchufleta.

Por si todo esto no fuera suficiente, el actor también participó el año pasado en Los amantes pasajeros, de Pedro Almodóvar, y en Gente en sitios, de Juan Cavestany. Resumiendo: A Antonio de la Torre le va la marcha. Tanto la cinematográfica, se mueve entre las grandes producciones y el cine experimental, como la política.

Cuatro nominaciones en los últimos dos años. ¿Es usted un poco abusón?

Este año pensé que el notario se había equivocado y estaban leyendo los papeles traspapelados del año anterior... Estoy muy contento y muy agradecido a la profesión.

Cuentan que Martín Cuenca le eligió para el papel de 'Caníbal' tras verle comer un filete...

Me había leído el guion, pero Manolo [Martín Cuenca] no había decidido aún a quién darle el papel. Quedé con él y me llevé un filete dentro de un tupper. Tenía la intuición de que si hacía bien esa escena le convencería...

Este papel está en las antípodas de su rol arquetípico. Ha pasado usted del histrionismo a la contención extrema. 'Caníbal' casi no ofrece pistas sobre lo que le ocurre a su protagonista. ¿Le preocupaba mostrar tan poco en pantalla?

Tenía mucho miedo, aunque confío mucho en Manolo. Poco a poco me he ido apartando de lo que se suponía que hacía mejor como actor. Soy una persona muy extrovertida y ese era mi punto fuerte como intérprete. Cuando empecé a estudiar teatro, Cristina Rota me lo recordaba cada poco: "Tú lo que tienes es mucha labia". Así que hice mucha comedia para arrancar. Lo paradójico es que el reconocimiento profesional me ha llegado finalmente con personajes que no tienen ninguna gracia. Buscar nuevas vías expresivas es arriesgado, porque te puedes meter un tortazo, pero merece la pena intentarlo.

Es uno de los muchos actores que ha participado en uno de los fenómenos críticos del año, 'Gente en sitios'. Usted jugó un papel importante en el giro de Cavestany hacia el cine experimental. ¿Qué recuerda del rodaje de 'Dispongo de barcos' (2010)?

El origen de ese filme es bastante remoto. Parte de un sketch escrito por Cavestany hace 25 años sobre un atraco. Lo interpretamos en la escuela con Alberto San Juan y Willy Toledo. Entonces llegué a pensar: cuando no me llamen para hacer películas, igual me tiro a la piscina y produzco un corto con este sketch. El caso es que muchos años después lo hicimos: El último golpe (Juan Cavestany y David Serrano, 2009). Cavestany profundizó luego en los mismos personajes en Dispongo de barcos. ¿Qué puedo decir de mi participación? Que ser productor ejecutivo de una película rodada sin dinero siempre es sencillo...

El año pasado volvió a rodar con Almodóvar tras la experiencia de 'Volver' (2006). ¿Qué tal?

Cuando me llamó Almodóvar, pensé: Vale, ahora ya puedo cascarla con la conciencia tranquila

Maravilloso. El sueño de cualquier actor. La primera vez que me llamó, pensé: 'Vale, ahora ya puedo cascarla con la conciencia tranquila'. Y va el tío y me vuelve a llamar. ¡Qué insensato! Ahora en serio: Almodóvar es uno de esos directores que tiene toda la película metida en la cabeza, un creador total, como actor tienes que meterte en su mundo.

Cuando recogió el premio al mejor actor en los Feroz habló usted de luchar por los derechos sociales. ¿Son los Goya una buena herramienta para reivindicar?

Los actores somos ciudadanos. Ni más ni menos. Eso sí, tenemos la suerte, aunque a veces nos salga cara, de que nos pongan micrófonos delante. Por tanto, tenemos la oportunidad de expresarnos como ciudadanos. ¿Significa esto que cada vez que decimos algo estamos politizando u orquestando? No lo creo. Cada uno se expresa libremente para decir lo que quiere o lo que siente. No tengo idea de lo que diré si subo a recoger un premio en los Goya, si me saldrá algo coherente o una tontería. Lo que sí sé es que me preocupa el aumento de las desigualdades. Me preocupa ver cómo se está cargando sibilinamente el Estado del bienestar y cómo están degradando la cultura. Un pueblo sin cultura es un pueblo fácil de dominar y de someter. ¿Politización? Me limito a repetir la definición de la RAE. Cultura: Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico.

Antonio de la Torre (Málaga, 1968) es el nuevo hombre récord del cine español: cuatro nominaciones a mejor actor (principal y secundario) en dos años. Antiguo periodista de Canal Sur, De la Torre ya ganó un Goya por Azueloscurocasinegro (Daniel Sánchez Arévalo, 2006) y ahora aspira a dos más por La gran familia española (D. S. Arévalo, 2013) y Caníbal, de Manuel Martín Cuenca, que ahonda en el giro dramático dado por el actor los últimos años tras unos inicios entregado más bien a la cuchufleta.

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