Raúl Arévalo en 'Los europeos', un chico de provincias en el frenesí de la Ibiza de los 50

— ¿Tú qué eres? ¿O Moriles o Montilla?

En ningún momento esta frase, un famoso anuncio de la época, se cayó del guion de ‘Los europeos’. Aparece en un instante clave de la película, estrenada en Málaga, en esos momentos en los que tienes que elegir entre dos opciones y ambas te llevan a caminos distintos.

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Agustín Rivera. Málaga

Raúl Arévalo se embarcó hace ya 15 años en un Camino, el de ‘El Camino de los Ingleses’, su segunda película, que vino justo después de ‘Azuloscurocasinegro’. Y esas sensaciones que tenía el jovencísimo Arévalo interpretando a Babirusa, que merecía al menos una nominación a los Goya, las sigue recordando el actor cada vez que viene a Málaga.

“Aquella película y esta ciudad han marcado personalmente mi vida, no solo por ser de las primeras, sino porque todavía conservo algo de las esencias. A este festival he venido 12 o 13 veces, con varias películas, he sido jurado y hasta me han dado un homenaje. He estudiado y vivido con Canco Rodríguez, uno de mis mejores amigos, que es malagueño; he venido a la Feria, he tenido una novia de Pedregalejo. No soy de aquí, pero tengo por todos lados un montón de cosas que me atrapan en esta ciudad. ¡Hasta mi correo electrónico es 'malaguita'!”.

Un oasis de libertad

Arévalo interpreta en ‘Los europeos’, la nueva película de Víctor García León, a Juan, un chico de provincias que llega en barco a la Ibiza de los finales de los cincuenta. La Isla es un frenesí de bailes, extranjeros, música, gente dispar, un oasis de libertad en medio de la España franquista.

Rafael Azcona quiso ser novelista antes que guionista. Se trata de una novela de juventud, adaptada por García León hace ya seis años, que le ha costado ‘levantar’. Arévalo tenía muchas ganas de trabajar con el director. Le había gustado la historia de Azcona y pensaba que tenía recorrido.

“Ha sido una gran experiencia rodar esta película por la época en la que estaba ambientada. Víctor se ha convertido en un gran amigo y Juan [Diego Botto] ya es mi hermano. Tengo ganas de repetir con ellos dos”, relata el intérprete madrileño.

La oscuridad de los años 50 y su régimen opresor desaparecen en noches locas de minifaldas, un paraíso de libertad que arroja luz y vida en España. Ese retrato de Azcona lo ha tomado García León para filmar no solo la fiesta, sino el conflicto de la época cuando el protagonista conoce a una francesa de la que se enamora y entonces es cuando hay que elegir: ¿O Moriles o Montilla?

Raúl Arévalo lleva dándole vuelta a un guion que está escribiendo a cuatro manos con David Pulido, su amigo psicólogo, con quien también firmó el de ‘Tarde para la ira’ su debú como director en 2016 y con el que logró el Goya al mejor director revelación y el mejor guion original.

"He parado un poco el guion de mi nueva película. Hace falta rematarlo bien". Lo escribe con David Pulido, con quien ya firmó 'Tarde de ira'

“He parado un poco el guion de mi nueva película. Hace falta rematarlo bien. Mola que te den un premio, que la película sea taquillera o tenga prestigio, pero lo importante es seguir trabajando con los proyectos y la gente que te gusta", confiesa Arévalo, que el jueves por la noche actuó en el teatro Kamikaze de Madrid.

Antes de la despedida, quiere recordar las palabras que le dijo Antonio Banderas en los últimos días de rodaje de ‘El Camino de los Ingleses’ en los estudios de la Ciudad de la Luz de Alicante. “Ojalá te sigas dedicando a esto y que te vaya muy bien. Con el tiempo lo que te queda es el valor humano de las cosas y de los proyectos”.

Su mirada se pierde en el Mediterráneo en una tarde de terral —con el azul del mar muy intenso— y piensa en las películas que alcanzaron gran éxito, pero de las que no se quedó con algo especial; y otras que pasaron desapercibidas y de las que recuerda momentos únicos. “’Los europeos’ es una de ellas”, remata.