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'Western': hombres solos en los confines de Europa
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'Western': hombres solos en los confines de Europa

En su segundo largometraje, la directora alemana Valeska Grisebach subvierte el imaginario de conquista masculino propio del género cinematográfico norteamericano por excelencia

Foto: La alemana Valeska Grisebach dirige a actores no profesionales en 'Western'. (La Aventura)
La alemana Valeska Grisebach dirige a actores no profesionales en 'Western'. (La Aventura)

Bajo el título 'Intrusas. Cineastas en espacios de masculinidad exclusiva', en 2016 el D'A —Festival Internacional de Cine de Autor de Barcelona—, en colaboración con la Mostra de Films de Dones, organizó una charla con dos directoras que estrenaban películas acordes con esta idea de una mujer que con su cámara se adentra en un territorio habitado (casi) solo por hombres. Carla Subirana, en 'Volar', llevaba a cabo un documental observacional, pionero en este aspecto, que registraba el día a día en una escuela militar española; y Alba Sotorra, en 'Game Over', plasmaba la fascinación del protagonista por el mundo de las armas. Ambos filmes se planteaban desde una perspectiva poco habitual hasta el momento en el cine de mujeres. Cuando se reivindica una mirada femenina en la gran pantalla, se piensa sobre todo en cómo las mujeres construyen un relato propio sobre su experiencia del mundo y sobre su propia identidad. En este caso, las directoras escudriñan cotos de hipermasculinidad.

La película de referencia en este cine en torno a la masculinidad firmado por féminas sigue siendo 'Beau Travail' (1999), de Claire Denis, que explora una pasión homoerótica soterrada en el seno de un destacamento de la legión francesa en Djibouti. Desde esta obra maestra del cine contemporáneo, cada vez más mujeres directoras observan, rastrean y deconstruyen con su cámara ecosistemas masculinos. A Denis, Subirana y Sotorra, podemos añadir la griega Athina Rachel Sangari, que en 'Chevalier' (2015) desmontaba con humor a un grupo de hombres encerrados en un yate para competir hasta el extremo mientras su país se hundía en la crisis, y ahora la alemana Valeska Grisebach con 'Western'.

placeholder Alemanes colocan su bandera en Bulgaria en 'Western'. (La Aventura)
Alemanes colocan su bandera en Bulgaria en 'Western'. (La Aventura)

La directora alemana subvierte el imaginario épico y masculino propio del género de conquista estadounidense al que alude el título y ambienta su película en un lugar remoto de Bulgaria al que acuden también un grupo de hombres, en este caso trabajadores alemanes encargados de construir una central hidroeléctrica. En la Europa del siglo XXI, estos obreros se comportan en cierta manera como esos vaqueros que se abrían camino hacia una nueva frontera y ocupaban un territorio ignorando o destruyendo a los oriundos del lugar, o como los soldados de un ejército que plantan una base en un país extranjero. En su pequeño fortín en medio de la naturaleza y alejado de cualquier pueblo, los obreros no tardan en izar la bandera alemana. La película, como ya hacía la reciente 'Toni Erdmann', cuya directora, Maren Ade, ejerce aquí tareas de producción, también ofrece una lectura sobre el papel dominante de Alemania respecto al resto de países europeos.

'Western' ofrece una lectura sobre el papel dominante de Alemania respecto al resto de países europeos

Pero la directora singulariza a un hombre del grupo, Meinhard (encarnado por el actor no profesional Meinhard Neumann), que se distingue del resto en su actitud respecto al entorno. Cuando el capataz se pavonea ante sus trabajadores molestando a un grupo de mujeres locales que se bañan en el mismo río que ellos, Grisebach filma a Meinhard aislado del resto, observando la actitud de su jefe, visiblemente molesto. El hombre también es el primero en establecer contacto con los habitantes de la aldea más próxima e iniciar una relación con ellos a pesar de la barrera lingüística. Así, la directora también nos adentra en las peculiaridades de los habitantes de este rincón de Bulgaria cerca de la frontera con Grecia, y de sus formas de controlar el territorio ahora ocupado en parte por estos trabajadores alemanes.

placeholder Meinhard Neumann es el actor no profesional que protagoniza 'Western'. (La Aventura)
Meinhard Neumann es el actor no profesional que protagoniza 'Western'. (La Aventura)

Meinhard opone su voluntad de conocer a los lugareños y su actitud 'a priori' respetuosa con las mujeres al comportamiento despectivo que esgrimen sus compañeros y, sobre todo, su jefe. Pero Valeska Grisebach no convierte, por fortuna, su filme en un mero retrato ejemplarizante de actitudes masculinas positivas versus otras tóxicas y nacionalistas. Como la película de Claire Denis, 'Western' se centra en un personaje que no acaba de encajar en un entorno donde prevalecen las dinámicas tradicionales de relación entre los hombres. También como la directora francesa, Grisebach convierte el físico de sus personajes en un elemento de expresividad determinante y los presenta en un contexto de sofoco estival, ambiente propicio para que emerjan vínculos sensuales pero también amarguras cocinadas a fuego lento. Sin embargo, aquí, al contrario de lo que sucede en 'Beau Travail', no se explora el deseo homosexual latente en estos entornos cerrados de masculinidad.

Grisebach no explora el deseo homosexual latente en estos entornos cerrados de masculinidad

Desde esa postura de cierto distanciamiento observacional que la directora mantiene durante buena parte del filme, 'Western' avanza por caminos inesperados en una desmitificación del imaginario masculino de conquista que incluye también la actitud 'a priori' más conciliadora de Meinhard. En cierta manera, el alemán, tierno en toda su hombría, encarna el reverso del tópico del migrante. En su caso, es el hombre proveniente del país poderoso quien se afana por integrarse en esta comunidad más empobrecida que aquella de la que proviene. La directora dosifica la información sobre el pasado del protagonista, de manera que tenemos que intuir los posibles motivos detrás de su necesidad de pertenencia a esta comunidad.

placeholder Cartel de 'Western'.
Cartel de 'Western'.

Grisebach también apunta a una imagen de masculinidad positiva que el propio Meinhard proyecta de sí mismo para encajar en el nuevo entorno. Así, en un ejemplar ejercicio de equilibrio entre el realismo naturalista y la poética de los cuerpos, y desde una conciencia de la reflexión en torno a las identidades colectivas que no descarta el drama íntimo, 'Western' explora las nuevas formas de desarraigo emocional en la Europa del siglo XXI.

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Bajo el título 'Intrusas. Cineastas en espacios de masculinidad exclusiva', en 2016 el D'A —Festival Internacional de Cine de Autor de Barcelona—, en colaboración con la Mostra de Films de Dones, organizó una charla con dos directoras que estrenaban películas acordes con esta idea de una mujer que con su cámara se adentra en un territorio habitado (casi) solo por hombres. Carla Subirana, en 'Volar', llevaba a cabo un documental observacional, pionero en este aspecto, que registraba el día a día en una escuela militar española; y Alba Sotorra, en 'Game Over', plasmaba la fascinación del protagonista por el mundo de las armas. Ambos filmes se planteaban desde una perspectiva poco habitual hasta el momento en el cine de mujeres. Cuando se reivindica una mirada femenina en la gran pantalla, se piensa sobre todo en cómo las mujeres construyen un relato propio sobre su experiencia del mundo y sobre su propia identidad. En este caso, las directoras escudriñan cotos de hipermasculinidad.

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