Telefónica Studios acaba con el bipartidismo en el cine español
La guerra entre Telecinco Cinema y Atresmedia tiene un nuevo contendiente: la filial cinematográfica de Telefónica, que producirá 25 películas en los próximos tres años
Españoles, el bipartidismo ha muerto. Lo ha hecho en política, con Podemos y Ciudadanos amenazando el dominio del PP y el PSOE; en el fútbol, donde el Atlético de Madrid ganó la Liga el año pasado y a punto estuvo de quitarle la Décima al Real Madrid, y ahora también en el cine. Los últimos años han sido un monopolio de Atresmedia y Telecinco Cinema. Sólo sus producciones, envueltas en grandes campañas de publicidad, triunfaban en taquilla. Suyas son Ocho apellidos vascos, La isla mínima o Lo imposible. Pero en los últimos meses una tercera productora ha entrado en juego y amenaza el reinado de las dos grandes cadenas de televisión.
Se trata de Telefónica Studios, la filial cinematográfica del gigante de las telecomunicaciones que nació en septiembre de 2013. Hasta ahora había participado en la producción de filmes como Relatos salvajes o Perdiendo el Norte; pero ha sido en este Festival de Málaga donde su nombre ha terminado de explotar. Las dos grandes triunfadoras del certamen, A cambio de nada y Requisitos para ser una persona normal, vienen apoyadas por la cadena. Telecinco y Atresmedia no han tenido representación en el palmarés.
En los próximos tres años se había propuesto coproducir 25 películas. Para 2015 ya han participado en 19, lo que la sitúa como una de las empresas más activas de nuestra industria. Telefónica Studios tiene también la obligación de invertir el 5% de los beneficios televisivos de la compañía en producción audiovisual. Hasta ahora parte de su estrategia ha sido colaborar con las dos grandes productoras, Atresmedia y Telecinco Cinema, en los grandes filmes, siendo un aliado de altura para levantar proyectos costosos, una táctica que Axel Kuschevatzky, director de Telefónica Studios, cree que les da “libertad”.
“Nosotros pensamos en las películas como hechos culturales, de expresión, pero también como negocio, y para ello tenemos herramientas para colaborar con todo el mundo. Esa libertad es muy interesante. No somos una cadena en abierto y por tanto tenemos otras necesidades. El sistema admite muchas posibilidades para generar contenido y creo que podemos convivir todos”, explica a El Confidencial. Kuschevaztky no cree que en un futuro la competencia entre ellos sea tan grande como para impedirles colaborar siempre que el proyecto lo necesite. “No lo vemos problemático. Cada película tiene unos compañeros de viaje y unas herramientas distintas”, añade mientras remarca la importancia del “sector privado en la producción de cine”.
'Nosotros pensamos en las películas como hechos culturales, de expresión, pero también como negocio'
Pero ¿se ve capacitada Telefónica Studios para pelear por el trono de la producción en España? El director de la división prefiere no mojarse y asegura que su misión es convertirse “en la mejor versión de nosotros mismos”, aunque no duda en afirmar que el objetivo es llegar a ser un “agente fundamental e importante para la industria española”.
El modelo de producción de Telefónica Studios no está escrito en mármol y se rige por una máxima: “Ver cuáles son las mejores películas y los mejores directores para producirles. A veces tomamos nosotros la iniciativa en el proyecto, a veces entramos más tarde, no tenemos reglas, sólo estar cerca de los mejores y potenciar los valores de cada realizador”.
Entre novatos y apuestas seguras
Para los meses que quedan de 2015 Telefónica Studios tiene en su haber los proyectos más ambiciosos del cine español: Toro, de Kike Maíllo (proyecto de Apaches junto a Atresmedia); Palmeras en la nieve, de Fernando González Molina (un filme desarrollado y producido por Atresmedia, donde Telefónica ha participado) ; Mi gran noche, de Álex de la Iglesia, o Regresión, de Alejandro Amenábar (junto a Telecinco Cinema).
Pero de momento las películas que más satisfacciones le están dando son las pequeñas apuestas por novatos como Leticia Dolera y Daniel Guzmán. Primero por los premios recibidos, y segundo porque ni Atresmedia ni Telecinco está dentro de estos proyectos que Axel Kuschevaztky califica como “riesgos placenteros”.
El director de la productora cree que este es su “año más ambicioso”, pero tienen claro desde su creación que su ambición no era “promover el talento establecido, sino que hubiera un compromiso en apoyar el talento emergente”. Producir primeras películas no sólo en España, sino también en países como Argentina, donde han participado en títulos como La patota, que estará en la Quincena de los Realizadores de Cannes. Es la segunda vez consecutiva que el estudio acude al prestigioso festival, ya que el año pasado acudieron con Relatos salvajes en la sección oficial.
'No tenemos reglas, sólo estar cerca de los mejores y potenciar los valores de cada realizador'
Kuschevaztky recuerda que su aportación a cada proyecto depende de la película y de la legislación de cada país. En España, por ejemplo, la suma del dinero de las cadenas de televisión nunca puede superar el 60% del coste de producción. “Tenemos que tratar cada película de acuerdo con su propia naturaleza”, añade.
A pesar de su apuesta por las series y el consumo de contenido online, desde Telefónica Studios defienden la importancia de la sala de cine como principal plataforma de distribución y forma de “preservar la conciencia pública de la existencia de las películas”.
Españoles, el bipartidismo ha muerto. Lo ha hecho en política, con Podemos y Ciudadanos amenazando el dominio del PP y el PSOE; en el fútbol, donde el Atlético de Madrid ganó la Liga el año pasado y a punto estuvo de quitarle la Décima al Real Madrid, y ahora también en el cine. Los últimos años han sido un monopolio de Atresmedia y Telecinco Cinema. Sólo sus producciones, envueltas en grandes campañas de publicidad, triunfaban en taquilla. Suyas son Ocho apellidos vascos, La isla mínima o Lo imposible. Pero en los últimos meses una tercera productora ha entrado en juego y amenaza el reinado de las dos grandes cadenas de televisión.