"Las películas en España se financian a partir de la decisión de tres personas"
El actor ha dirigido su ópera prima y ha arrasado en el palmarés del certamen de cine español con 'A cambio de nada', un filme basado en su propia adolescencia y producido sin ayudas
Hasta ahora a Daniel Guzmán le conocíamos por haber participado en una de las series españolas más exitosas de los últimos años, Aquí no hay quien viva. Pocos sabían que detrás del ‘novio de la pija’ había una de las promesas del nuevo cine español. Su ópera prima, A cambio de nada, acaba de coronarse en el Festival de Cine de Málaga ganando cuatro premios, entre ellos el de Mejor película y Mejor director.
Una historia autobiográfica que el propio Guzmán define como “un filme de aventuras” sobre un adolescente que lo que necesita es “encontrar su lugar y llamar la atención de sus padres”, inmersos en un divorcio traumático.
El realizador no tiene ningún problema en reconocer que ese joven rebelde tiene mucho de él, pero prefiere no contar qué es real y qué ficción. “Negarlo es ir en contra de la película, pero no es un elemento que abandere el proyecto. Yo siempre he sido un chico muy curioso y en mi adolescencia he vivido muchas de esas cosas, así que lo que he hecho es dar forma que para que funcione en la historia”, cuenta Daniel Guzmán a El Confidencial.
Hasta que A cambio de nada arrasara en Málaga han pasado diez años en los que el proyecto llegó a caerse dos veces. “He estado cinco años escribiéndola y otros tres buscando la financiación, así que lo que tengo ganas es de que la película encuentra ya su camino y despedirme de ella”, asegura Guzmán.
Decía Enrique González Macho, el expresidente de la Academia de Cine, que producir una película en España era un acto heroico, y para Daniel Guzman el adjetivo se queda corto: “Yo no he tenido a priori ninguna ayuda estatal ni de ninguna televisión, ni siquiera del ICAA. He tenido que buscar la financiaciónen el peor contexto social y económico. Si no fuera por los inversores privadas la película no se podríahaber hecho”, critica el realizador.
''Yo no he tenido a priori ninguna ayuda estatal ni de ninguna televisión, ni siquiera del ICAA''
Para Guzmán en España se ha polarizado la industria de forma que sin la ayuda de las subvenciones y las cadenas privadas es imposible crear una película. “Las películas en España se financian a partir de la decisión de tres personas. A mí esas personas me dijeron que no se hacía, y al final lo he conseguido, y se lo agradezco, porque me han hecho más fuerte y ahora si la película va bien será más gratificante emocional y profesionalmente”, añade.
Sin ayudas Daniel Guzmán consiguió juntar más de dos millones de euros, un presupuesto abultado conseguido a base de “buscar y pelear durante 24 horas”. Todo gracias a inversores privados, la asignatura pendiente del cine español. “Hace falta más inversión pública, porque lo generamos de nuestros impuestos, pero es que además se tiene que incentivar la inversión privada como hacen todos los países, que están como locos por que la gente vaya a rodar a su país y aquí no queremos que vengan a rodar. Los incentivos son fundamentales en nuestro cine”, explica sobre las políticas tomadas el último año por el Gobierno.
Generación de actores-directores
En Málaga, A cambio de nada se ha presentado junto a las de otros dos actores que también han saltado a la realización: Leticia Dolera y Zoe Berriatúa. Para Daniel Guzmán esto más que una casualidad es una “causalidad” y cree que el haber sido actores les otorga una habilidad que es una “asignatura pendiente para algunos realizadores”, la dirección actoral. Para él una de las claves de una buena película.
''Julio Iglesias es el acervo. Tiene algo caricaturesco, entre entrañable, nostálgico y a la vez cómico''
En A cambio de nada Guzmán lo demuestra con creces, y consigue un reparto en el que actores consagrados como Luis Tosar y Miguel Rellán conviven con jóvenes promesas adolescentes que el realizador considera “diamantes en bruto”, pero a los que ha que “ir tallando”. También reserva un papel para su propia abuela de 90 años, que muestra una naturalidad desarmante: “Eso lo hace ser un proyecto ambicioso, pero es un riesgo en el que me embarqué porque pensaba que iba a dar autenticidad a la película”.
Otro de los riesgos que toma Daniel Guzmán es convertir la música de Julio Iglesias en elemento clave para la película. La melodía del perdedor. “Es que es nuestra idiosincrasia, esta en nuestra personalidad, siempre se le ha valorado como un triunfador y en la película hablamos de un pobre diablo con la envoltura de un triunfador. Julio Iglesias es el acervo. Tiene algo caricaturesco, entre entrañable, nostálgico y a la vez cómico”, explica sobre su decisión. Guzmán ha demostrado, como diría el propio Julito, ser un poco truhán, un poco señor, pero sobre todo ser muy bohemio y soñador.
Hasta ahora a Daniel Guzmán le conocíamos por haber participado en una de las series españolas más exitosas de los últimos años, Aquí no hay quien viva. Pocos sabían que detrás del ‘novio de la pija’ había una de las promesas del nuevo cine español. Su ópera prima, A cambio de nada, acaba de coronarse en el Festival de Cine de Málaga ganando cuatro premios, entre ellos el de Mejor película y Mejor director.