Richard Ford y Lionel Shriver estarán en una Feria del Libro "bonita, grande y ambiciosa"

Esta ya sí es su feria, aunque como Sísifo, “una vez que te subes ahí, todo es volver a subir una y otra vez”. Lo dice Eva Orúe, directora de la Feria del Libro de Madrid, que está mañana ha presentado su 83 edición, la tercera desde que tomó las riendas. Quiere que sea “bonita, grande y ambiciosa”, y por cifras no va mal: 1.741.900 de presupuesto (la mayor parte aportada por los expositores, 877.000, y después por los patrocinadores, 608.000; el ayuntamiento aporta 116.000 más los espacios, y la Comunidad de Madrid, 85.000), y con 359 casetas, un número similar al del resto de años, ya que el lugar es el que es, pero en esta ocasión se suman nuevos espacios centrales para editoriales más pequeñas. “Tenemos que habitar el espacio del centro”, ha recalcado la directora.

Porque este ha sido el quid de la cuestión en los últimos años. La feria de Madrid “es una feria nacional” al fin y al cabo, ya que aunque los libreros -116 este año, de las cuales ocho asisten por primera vez- son de Madrid, los editores son de todo el territorio español. Y todo el mundo, aunque posea catálogos muy pequeños, quiere estar. “Y el espacio que tenemos es el Paseo de Coches del Retiro, es 1,2 km pero no siempre de la misma anchura… Si siguen aumentando las editoriales, y no parece que esto vaya a parar, hay que hacer atractivo el espacio del centro”, ha manifestado Orúe. La solución que se ha encontrado este año es, además del espacio de Indómitas, que ya funcionó el año pasado con editoriales “raras”, según la directora, un nuevo espacio octogonal para 15 editoriales “pequeñas, pero muy importantes para nosotros y que también tendrán su espacio para firmas”. Orúe también ha insistido en que los grupos grandes tampoco tienen tanto espacio: “El que más tiene ocho casetas”. Habrá que ver si este año no surge la polémica.

316 actividades

Más allá de la controversia cotidiana, la feria, cuyo tema este año es el deporte, desplegará 316 actividades con las que busca que durante estas tres semanas haya algo más que paseos entre casetas. El año pasado acudieron unas 1.100.000 personas y se facturaron unos 11.200.000 euros. “No nos obsesiona si viene más o menos gente mientras venga gente aunque si viene más que en 2023 sería un éxito, ya que en 2022 hubo más que el año pasado”, ha señalado Orúe. También ha recordado que el año pasado fue una de las ferias más lluviosas que se recuerdan. De hecho, los toldos que se pusieron para el sol sirvieron más de agradecidos paraguas.

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Todavía no se han desvelado los autores que estarán presentes -el año pasado hubo unos 4.000-, pero Orúe sí ha destapado alguno de los nombres más potentes como los de Richard Ford y Mariana Enriquez, que conversarán sobre la literatura como resistencia; Lionel Shriver y Sergio del Molino, sobre el culto al cuerpo; Leila Guerriero, Miguel Pardeza y Pierre Assouline, que estarán en la charla inaugural; Soledad Puértolas, Héctor Abad Faciolince y Laia Argüelles, tres nadadores y escritores que charlarán sobre cómo el cuerpo se mueve en el agua; o Martín Caparrós, Juan Villoro y Belén Gopegui sobre el cuento y el fútbol. Otros autores internacionales que pasarán por la cancha/feria serán Alejandro Jodorowski, el ruso Mijaíl Shiskin, el chino Yan Lianke y la palestina Adanía Shibli (quien, por cierto, fue censurada en la pasada Feria del Libro de Frankfurt). No tiene nada de mala pinta.

El encuentro literario rendirá homenajes a Gabriel García Márquez, Manuel Chaves Nogales, Mafalda, Kafka, Julio Cortázar, el autor de infantil Roberto Santiago y la agente literaria Antonia Kerrigan, entre otros. Habrá podcast -Carne cruda y Saldremos mejores, en el estrenado por la feria Teatro de Vacas-, habrá e-sports, habrá liternatura -el fenómeno sobre libros que se sumergen en la naturaleza- habrá talleres, habrá nuevos espacios (JaLEO y BamboLEO), habrá un día, 13 de junio, dedicado a los juegos olímpicos y paralímpicos, habrá otro, el día 8, dedicado al medioambiente, e incluso habrá otro, el día 7, en el que la feria estará abierta hasta las 23.30 con miniescenarios por donde también pasará el teatro.

Acudirá a la feria la palestina Adanía Shibli quien fue censurada en la pasada Feria del Libro de Frankfurt

Como ha insistido Orúe, una feria “bonita, grande y ambiciosa” en la que este año han modernizado la organización interna y se han esforzado en disminuir la contaminación en el espacio -el Retiro- que lleva décadas acogiendo el encuentro y que se pretende que siga así. Una de las medidas este año, por ejemplo, es que los expositores no pueden entrar a montar y a desmontar con sus coches particulares.

“No somos ni queremos ser Frankfurt, ni Londres ni Guadalajara, pero muchos vienen para ver lo que estamos haciendo bien”, ha zanjado Orúe. A partir del 31 de mayo -con inauguración de la reina Letizia- y hasta el 16 de junio se verán los resultados.