Ni la comedia salva al cine español del batacazo

El año pasado el fenómeno de Lo imposible arrasó la taquilla española. Un drama con el género de catástrofes como telón de fondo y aspecto de superproducción que consiguió amasar más de 40 millones de euros y colocarse como el filme más visto del 2012. Pero no sólo de tsunamis vivió el cine. La cosecha fue de lo más variada, con una obra de animación como segunda película más vista entre las producciones nacionales (Tadeo Jones), un drama romántico (Tengo ganas de ti) y un poco de cine de género (El cuerpo) siguiendo en el ranking.

Títulos muy diferentes que satisficieron a públicos muy variados haciendo del curso pasado uno de los mejores de la historia reciente para nuestro cine. Sin embargo este año el contexto es muy diferente. La gente ha dejado de ir al cine, los recortes han hecho que cada vez sea más difícil levantar grandes producciones y el IVA al 21% ha puesto a la sociedad en contra del séptimo arte. Cada vez es más normal escuchar una frase en las colas de las salas “Para pasarlo mal me quedo en casa”. Precisamente por ello la industria este año se lo ha jugado todo a una carta: la comedia. Diversión y bajos costes de producción (ya no se pueden permitir proyectos como los de antes), una fórmula que sonaba perfecta.

Durante este 2013 se ha visto como el cine español apostaba una y otra vez por este género para ver si conseguía conectar con su público. De hecho uno de los acontecimientos de este año era que Pedro Almodóvar regresaba a la comedia. El evento se anunció a bombo y platillo, y el resultado económico de su aventura no fue malo, aunque muy alejado de los grandes datos que consiguió con Volver o Todo sobre mi madre. Los amantes pasajeros ha sido hasta ahora el filme español (sin contar la coproducción Mamá, que cuenta con un 33% de presupuesto español) más taquillero del año con casi cinco millones de euros en su haber.

Almodóvar es el tuerto en el mundo de los ciegos, ya que esas cifras son muy bajas para ser el filme nacional con más recaudación durante 2013. Es evidente que no se podían alcanzar las cotas del filme de Bayona el año pasado, pero es que esos cinco millones son menos de la mitad de los 12 que consiguió Tengo ganas de ti.

Pero a pesar de sus discretos resultados la comedia ha estado ahí, batallando e intentando salvar al cine. De hecho el resto de películas españolas más vistas en lo que va de año también lo son (exceptuando Zipi y Zape y el club de la canica, a pesar de que funciona como tal para los niños).

Ahí tenemos el regreso de Alex de la Iglesia a sus orígenes en Las brujas de Zugarramurdi que se queda en 4,7 millones de euros. Tras ellas se encuentra La gran familia española con 2,9 millones. La gente tampoco quiere reírse y las cifras son más propias de un dramón.

Más comedia que nunca

Si bien es cierto que siempre se cuela alguna comedia entre los filmes españoles más vistos, también lo es que a nivel de número este año ha superado a todos los anteriores. Hace dos años, Torrente 4 y Fuga de cerebros 2 fueron los filmes nacionales más exitosos. Dos películas de humor, pero ambas secuelas de un título previo que había arrasado. El resto de películas españolas que triunfaron aquel año se alejan de ese perfil (La piel que habito, No habrá paz para los malvados, También la lluvia, Mientras duermes…).

Si miramos más atrás aun, en 2010, sólo Que se mueran los feos estuvo entre las más vistas. Ese año habrá que tenerlo muy presente dentro de unos meses cuando se den las cifras de cuota de pantalla del cine español del 2013. En aquel momento nos quedamos en un 10,8%. Dato al que desgraciadamente se acercará el de este año.

En 2013 la comedia ha recibido su misión más compleja, salvar la taquilla, y por desgracia ha fracasado. Todavía queda una bala en la recámara, 3 bodas de más. Estrenada este viernes, la película de Javier Ruiz Caldera ha encandilado a la crítica y se espera que haga un buen papel entre el público. Aun así no será suficiente para levantar la situación. La apuesta frontal por la comedia no ha resultado. Faltan películas evento que atraigan a las masas.

Por supuesto la situación actual no ha ayudado este año, pero el mercado tiene que ser tan variado como lo es su público y no jugárselo todo a cara o cruz.