Hallan un centenar de pinturas rupestres de hace 24.000 años en una cueva en Valencia

La Cueva Dones, en la localidad valenciana de Millares, se conoce desde siempre y era un importante destino para los excursionistas de la zona. Pero en 2021 ocurrió algo: unos visitantes encontraron de manera fortuita en ella los restos de unas pinturas rupestres.

Esos visitantes eran además un grupo de amigos arqueólogos. A partir de ahí la Cueva Dones, formada por una sola galería de unos 500 metros de longitud que se abre a un escarpado cañón, se cerró al público. Y esos arqueólogos, pertenecientes a las universidades de Zaragoza y de Alicante, comenzaron a estudiarla.

Ahora acaban de publicar en la revista Antiquity los resultados de sus primeras investigaciones. Y concluyen que la Cueva Dones contiene la mayor concentración de arte paleolítico en todo el este de la península ibérica, con más de un centenar de pinturas y grabados rupestres.

Los arqueólogos han identificado más de cien pinturas realizadas en las paredes de la cueva que datan del Paleolítico, algunas de ellas tendrían como mínimo unos 24.000 años de antigüedad.

“El número de motivos rupestres y la variedad de técnicas utilizadas en ellos convierten a este yacimiento en, probablemente, el conjunto paleolítico más importante del litoral mediterráneo oriental de la Península Ibérica”, nos cuenta por teléfono Aitor Ruiz-Redondo, profesor de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza, investigador del Instituto Universitario de Ciencias Ambientales de Aragón (IUCA-Unizar) e investigador asociado de la Universidad de Southampton (Reino Unido).

Los arqueólogos han registrado un total de 110 motivos (pinturas y grabados) en la Cueva Dones, entre las que se incluyen al menos 19 representaciones con formas de animales como caballos, ciervos y uros (toros salvajes extintos). El resto de pinturas consiste en signos convencionales (rectángulos, óvalos y otras figuras geométricas), estrías y trazos hechos con los dedos o con herramientas arrastradas sobre las paredes de la cueva, líneas aisladas y pinturas mal conservadas y no identificadas.

“Cuando vimos el primer uro pintado, inmediatamente reconocimos que era importante. Aunque España es el país con mayor número de yacimientos de arte rupestre paleolítico, la mayoría de ellos se concentran en el norte de España. El este de la Península es una zona donde hasta el momento se han documentado pocos de estos yacimientos”, destaca Aitor Ruiz-Redondo, . “Una vez que iniciamos el estudio sistemático, nos dimos cuenta de que estábamos ante un importante yacimiento de arte rupestre paleolítico por su número y variedad de motivos”.

La mayoría de las pinturas de la Cueva Dones se realizaron utilizando la arcilla roja que se encuentra en el suelo de la cueva. Aunque la pintura con arcilla era conocida en paleolítico, los ejemplos de su uso son extremadamente raros.

“Hay unas 80 figuras pintadas con arcilla del suelo, mezclada posiblemente con agua en algunos casos, y aplicada en las paredes de la cueva con los dedos o las palmas de las manos”, asegura a El Confidencial Aitor Ruiz-Redondo. “A nivel mundial, como mucho habrá decena de yacimientos con pinturas realizadas con arcilla, y en esa decena de yacimientos se trata de una técnica minoritaria. En la Cueva Dones es sin embargo la técnica más empleada”.

El ambiente húmedo de la cueva ha permitido la conservación de esas pinturas: se secaron lentamente, evitando que partes de la arcilla cayeran, mientras que otras partes han quedado cubiertas por capas de calcita, que las conservan hasta hoy.

En los 155 años transcurridos desde el descubrimiento en 1868 de las pinturas rupestres de la cueva de Altamira, “no se había encontrado un enclave de esta importancia en los territorios combinados de Cataluña, Comunitat Valenciana y Murcia”, destacan los investigadores.

Aún quedan amplias zonas de la Cueva Dones por estudiar. Los arqueólogos esperan poder seguir documentando en los próximos años muchas zonas en este yacimiento.