Rescoldos del terror: "Ahora sólo hablan de ETA cuando la ultraderecha manipula a las víctimas"

En enero de 2012, la compañía medio vallisoletana, medio madrileña 43-2 -las coordenadas del árbol de Guernica- se subió a las tablas del Laboratorio de las Artes de Valladolid para representar ‘Proyecto 43-2’, una pieza sobre una familia vasca que se reúne en 2011 en el txoko para recordar el décimo aniversario del asesinato del padre. La obra, que contraponía cinco miradas diferentes a la violencia, se estrenaba solo tres meses después del anuncio del fin de la banda terrorista ETA y apenas se representó. En mayo de 2015, la misma compañía estrenaba ‘La mirada del otro’ que, de forma pionera, retrataba los encuentros entre víctimas y asesinos propiciados por la llamada vía Nanclares. Algunas asociaciones de víctimas, como la AVT, se mostraron en contra del proyecto, pese a que la obra sí tuvo un interesante recorrido. En noviembre de 2017 propusieron una pieza más lírica, ‘Viaje al fin de la noche’, con dos visiones enfrentadas sobre lo ocurrido. Solo estuvieron unos meses de gira. ¿Era demasiado pronto para este tema y para abordarlo de esta manera?

Esta trilogía, titulada ‘Rescoldos de paz y violencia’, ideada y escrita por María San Miguel a partir de entrevistas con personas que vivieron aquello -todo el texto teatral es real- vuelve a los escenarios diez años después de su estreno tras hacer una gira hace unos meses por los teatros de Guipúzcoa -todavía tampoco se ha visto entera en Vizcaya y Álava-. Lo hace en la madrileña sala Mirador donde estará todos los fines de semana de mayo. Y lo hace después de que hayan pasado muchas cosas en esta década en la que la banda terrorista ha dejado de matar.

“Notamos que el público ha cambiado mucho. Algo que formaba parte de los medios de comunicación casi día a día ahora no aparece. Sólo lo hace cuando la ultraderecha manipula a las víctimas de ETA. Tenemos la sensación de que es un tema que no les importa a nadie, sobre todo desde el teatro. Y tampoco importa porque incluso ha ocupado el lugar del mainstream. Pero entre los gestores culturales y quienes se encargan de la programación cultural sí es diferente. Nosotros estrenamos la primera obra a los pocos meses del fin de ETA y ese espectáculo casi no giró. Nadie quería apostar por una pieza que apostaba por el diálogo, que daba voz a discursos que no estaban en el espacio mediático y que apostaba por construir la convivencia”, cuenta San Miguel a El Confidencial. Ahora, afirma, tienen algo más de reconocimiento. “Bueno, este proyecto se ha visto poco para todo lo que supone artísticamente, pero se acoge de otra manera”, añade.

'Patria' y 'Maixabel'

En todo este tiempo han pasado algunos fenómenos culturales que tienen que ver con una mirada distinta a lo ocurrido en el País Vasco. Uno de ellos fue la novela ‘Patria’, de Fernando Aramburu, que se publicó en septiembre de 2016 y que, rápidamente, se convirtió en un superventas. Fue tan fenomenal lo que le ocurrió a este libro que mostraba a dos familias a las que ETA les había golpeado de muy distinta manera, que acabó siendo una serie de HBO. ¿El momento adecuado para esa novela? Arumburu ya había hecho algunos intentos antes con libros como ‘Los peces de la amargura’ que no tuvieron, ni de lejos, el mismo impacto.

Y en septiembre de 2021 se estrenaba la película ‘Maixabel’, de Icíar Bollaín, que contaba los encuentros entre Maixabel Lasa e Ibon Etxezarreta y Luis Carrasco, los asesinos de su marido, Juan María Jáuregui, en la cárcel de Nanclares de Oca. El film fue ampliamente reconocido por la crítica y público y se llevó varios premios, entre ellos el Goya para Blanca Portillo como mejor actriz, para Urko Olazábal como mejor actor de reparto, y para María Cerezuela como mejor actriz revelación. El tema -no estos protagonistas exactos- era el mismo que había tocado ‘La mirada del otro’ siete años antes.

"Han pasado diez años y tenemos un ‘Patria’ o una ‘Maixabel’ porque ya es más cómodo hablar y ya puede entrar la pasta"

"Para mí todo esto no es casual. Han pasado diez años y tenemos un ‘Patria’ o una ‘Maixabel’ porque ya es más cómodo hablar y ya puede entrar la pasta”, afirma sin rodeos San Miguel. Pero no critica estos dos éxitos, al contrario. “Es maravilloso. El teatro trabaja en los márgenes, pero si ahora entra el mainstream eso quiere decir que ahí hay negocio y es fantástico que esto pueda llegar al gran público. Es necesario en un país que no cuida su memoria que se hagan estos ejercicios de memoria desde el cine y las grandes editoriales de literatura… Pero todo eso tiene que ver con que han pasado los años y con que es menos incómodo”, manifiesta.

Trilogía viva

Por eso cree que esta trilogía, aunque ya tiene diez años, se mantiene viva. Lo han podido comprobar en los teatros vascos por los que acaban de pasar y en los talleres que hicieron con chavales entre los 10 y los 18 años. Muchos de ellos ni siquiera han conocido a ETA en activo y una gran mayoría apenas tiene recuerdos de asesinatos como el de Miguel Ángel Blanco, según se ha comprobado a partir de informes como el que elaboró el Gobierno de Navarra publicado en octubre de 2021 que decía que solo el 0,5% de los alumnos de la ESO conocía este crimen.

“Nuestra percepción después de doce funciones para escolares es que, efectivamente, no saben nada, pero tienen mucha curiosidad”, comenta San Miguel. Para ella este desconocimiento tiene que ver “con nuestro sistema educativo y con cómo nos construimos como sociedad. ¿Qué sabemos de la Guerra Civil? Si ya nosotros no la estudiábamos en el instituto. Algo grave tiene este país con la memoria. Creo que lo que ocurre con ETA es repetir lo que nuestro país ha hecho con el franquismo, la Guerra Civil e incluso la Transición”, insiste.

Otra motivación para devolver la trilogía a los escenarios tiene que ver con la propia actualidad. Tampoco 2012 se parece mucho a 2022, dice San Miguel, si hablamos de fake news, bulos “y discursos de odio promulgados por la ultraderecha y defendidos por el PP, que pacta con ellos”. No estamos, según ella, en el camino que apuesta por la paz y la convivencia. “No, no, por eso los discursos de paz y empatía son más importantes que nunca. Se está manipulando la Historia sin ningún tipo de vergüenza, dato y rigor”, asegura. De ahí que también la trilogía pretenda destacar la figura de las mujeres durante todas esas décadas de violencia -también es lo que hacen ‘Patria’ y ‘Maixabel’-, ya que “es algo que nos encontramos en todas las entrevistas que hicimos. Los hombres eran los ejecutores o los asesinados, pero ellas eran las que han educado solas a sus hijos e hijas, los han educado en la cultura de paz para generar la convivencia pacífica. Eso no ha sido visibililizado y es importante que desde el escenario se enfoquen otras realidades”.

¿Epilogo?

La trilogía llega ahora a Madrid, pero aún le quedan muchas plazas españolas. Ni siquiera ha tocado todo el País Vasco. “También dice mucho de las resistencias que sigue habiendo… Habla de la memoria, del miedo, de los prejuicios… y hay quien piensa, a ver qué nos van a contar estos que vienen de Valladolid y Madrid. Venir a verla te hace plantearte dónde estabas tú en ese momento. Son cuestiones que tienen que ver con tu identidad y eso no es cómodo: a ver, dónde estabas si eras de Andoain o de Murcia”, confiesa San Miguel que señala que es una obra que tendrá que evolucionar aunque no sabe si tendrá algún epílogo. “Habrá que esperar unos años, si llega”, zanja.