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El Real suspende la función de 'Un baile de máscaras' por las quejas sobre la seguridad
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ha intervenido la policía

El Real suspende la función de 'Un baile de máscaras' por las quejas sobre la seguridad

Según los asistentes, la distancia de seguridad solo se guarda en 'los palcos más caros'. El Teatro Real defiende que se cumplen las normas vigentes y lo achaca a un grupo minoritario de personas

Foto: 'Un ballo in maschera' en el Teatro Real. Foto: Javier del Real
'Un ballo in maschera' en el Teatro Real. Foto: Javier del Real

El coronavirus ha asestado un duro golpe a la cultura, no solo en nuestro país, sino a nivel mundial. Durante la pandemia muchos cines, teatros y óperas tuvieron que cerrar sus puertas sin saber cuándo volverían a abrirlas, y parecen ir haciéndolo con timidez, como es el caso del Teatro Bolshói en Moscú, que finalmente volvió a abrirse hace tan solo dos semanas después de medio año cerrado, o el Teatro Real en Madrid, que el viernes inauguró su temporada.

[El Teatro Real se ampara en la normativa: "Estaba casi vacío"]

Sin embargo, la 'nueva normalidad' ha durado poco. Dos días después de su inauguración, las quejas de los asistentes ante la imposibilidad de mantener la distancia de seguridad recomendada para evitar el contagio del covid-19 han hecho que el Teatro optara por suspender la función de la ópera 'Un ballo in maschera', la obra de Giuseppe Verdi tras varios intentos de volver a reanudar la función.

La obra debía empezar a las 20 horas, pero la falta de medidas y la escasa seguridad elevaron las primeras quejas entre el público ocasionando un inicial retraso. Algunos asistentes empezaron a compartir en sus redes sociales imágenes de la situación y su malestar por las condiciones en que se disponían a ver la obra de Verdi, sin distancia de seguridad entre las butacas que ocupaban.

placeholder La seguridad 'solo se daba en las zonas caras'
La seguridad 'solo se daba en las zonas caras'

Las quejas comenzaron a escucharse en la parte de arriba del anfiteatro y muchas persona procedieron a abandonar la sala, causando un revuelo en el patio de butacas. Poco antes de las 20:24 horas se anunció que los afectados podían hacer una reclamación y pedir la devolución del dinero de la entrada.

Tras este primer contratiempo, hubo hasta dos intentos de reanudar el espectáculo: se llegó a interpretar la obertura de la ópera y el principio del primer acto, pero, finalmente, la función se suspendió definitivamente.

El Teatro ha indicado que en esta función "había 905 localidades ocupadas", lo que representa el "51,5% del aforo de la sala"

Según el relato del Teatro Real, la protesta por la falta de distancia de seguridad que denunciaron algunos espectadores, situados en su mayoría en la parte de arriba del teatro, "se ha prolongado pese a los avisos de megafonía que ofrecían la posibilidad de recolocarles o devolverles el importe de las entradas".

Tras la reubicación de "gran parte de los espectadores" y los "dos intentos de interpretar la ópera por parte del director de orquesta y de todos los artistas y técnicos que participaban en la función", el coliseo madrileño señala que "un reducidísimo grupo insistió en proseguir con sus protestas para boicotear la representación, por lo que la misma tuvo que suspenderse, cerca de las 21.10 horas".

La dirección del Teatro Real ha anunciado que abrirá una investigación "para averiguar este lamentable incidencia" y tomará "las medidas necesarias para que las sucesivas funciones se desarrollen con normalidad".

El Teatro Real defiende que cumplía las normas

Desde la institución han defendido que se cumplía con "todas las normas vigentes" de aforo en la función de este domingo, achacando a un "grupo minoritario" de personas la suspensión de la obra por sus quejas, pese a que fueron reubicados gran parte de esos espectadores.

En un comunicado, la institución ha explicado que "había 905 localidades ocupadas", lo que representa el "51,5 por ciento del aforo total de la sala", y "un grupo de espectadores ha expresado con aplausos y gritos su disconformidad con el emplazamiento de sus localidades".

Tal y como explicó el director general del coliseo madrileño, Ignacio García-Belenguer, en la presentación previa de la obra, en las funciones el coro cuenta con una distancia de 1,5 metros de seguridad y hay un entreacto de 30 minutos. Además, el aforo máximo es del 65% (en torno a 1.200 butacas), pese a que la ley permite un 75%. "La finalidad de todas estas medidas es que la gente se sienta cómoda", añadió entonces García-Belenguer.

Ante las protestas por el exceso de aforo de una parte del público, también acudió la Policía Municipal de Madrid, que certificó que se cumplían las medidas de restricción adoptadas a causa de la pandemia, han informado a Efe fuentes de la policÍa local.

El coronavirus ha asestado un duro golpe a la cultura, no solo en nuestro país, sino a nivel mundial. Durante la pandemia muchos cines, teatros y óperas tuvieron que cerrar sus puertas sin saber cuándo volverían a abrirlas, y parecen ir haciéndolo con timidez, como es el caso del Teatro Bolshói en Moscú, que finalmente volvió a abrirse hace tan solo dos semanas después de medio año cerrado, o el Teatro Real en Madrid, que el viernes inauguró su temporada.

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