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¿Quién es Lluis Mosquera? El cerebro detrás de todo producto millennial de éxito
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ENTREVISTA

¿Quién es Lluis Mosquera? El cerebro detrás de todo producto millennial de éxito

Coautor del éxito 'Lo malo', continúa componiendo temas de extriunfitos para Universal, dirige una obra de teatro que llena el Teatro Lara o participa en 'Lo siguiente' en TVE

Foto: Lluis Mosquera (@capturalavidaa)
Lluis Mosquera (@capturalavidaa)

‘Millennial’ no suena bien. El nombre que designa a nuestra generación, a la de Lluis Mosquera (Carcaixent, 1990), se ha cargado de tintes negativos en los últimos años, “pero no hemos hecho nada malo”, defiende el valenciano. “Hemos hecho rabiar a la generación que ya había hecho cosas”.

Estudió Bellas Artes, fue a la vez al conservatorio, hizo un Máster de Educación, uno de Publicidad y otro de Guion de televisión, cine y dramaturgia y todo ello le ha valido para trabajar para Universal en canciones de exconcursantes de OT, publicar poemarios, colaborar en televisión (À Punt, TVE) o dirigir ambiciosas obras de teatro en el corazón de Madrid: “Nos dijeron de que en agosto nadie iba al teatro; llenamos todas las funciones y seguimos llenando desde 2016”. Mosquera es guionista, escritor, compositor o profesor, casi un hombre renacentista que plasma en sus creaciones, sea cual sea el campo, las vicisitudes de la generación millennial, cuyos miembros, si no son calificados de “youtubers” o “tuiteros”, lo serán de “ofendiditos”.

placeholder Lluis Mosquera.
Lluis Mosquera.

Son las tres de la mañana y la discoteca madrileña Cuenca Club, hervidero de veinteañeros, se viene arriba con ‘Lo malo’ meses después de que Ana Guerra y Aitana lo presentaran en sociedad como candidato para temazo eurovisivo en la gala de OT. La compositora Brisa Fenoy estuvo en el plató aquella noche, pero el nombre de Lluis Mosquera también aparece en los créditos. Si en ‘Lo malo’ refleja el empoderamiento femenino desgarrado sobre bases reggaetoneras, con la obra ‘Capullos que vuelan’ Mosquera pone un altavoz ante las frustraciones laborales desde el escenario del Teatro Lara por cuarta temporada consecutiva. Su ‘Mi poemario debería estar en todas las casas’ con un juego de palabras en la portada -en la que se lee ‘Mario Casas’- es uno de los estandartes con los que quiere llenar las salas de recitales de poesía de gente joven, con un formato que recuerda más al stand up que al concepto de poesía que podemos tener en la cabeza. Su último proyecto, dar forma a las redes sociales de ‘Lo siguiente’, la apuesta millennial, fresca y renovada para sustituir a Javier Cárdenas en TVE

Hace unas semanas, Mosquera era recompensado con el galardón 'Pont del Mediterrani' de Literatura y Pensamiento que otorga la Mostra Viva de Valencia.

PREGUNTA: No se te conoce mucho pero estás detrás de un montón de productos millennials como 'Lo Malo', ¿cómo has llegado a convertirte en el "cerebro a la sombra"?

RESPUESTA: Yo soy escritor y letrista así que no me parece raro. Tampoco se suele saber quién escribe las canciones de Malú. Lo que pasa es que al ser activo en redes sí que preguntan que por qué no lo pongo todo el rato. Pero si buscas los créditos de la canción siempre está. Siempre digo que para mí, sobre todo cuando quieres contar algo, el éxito es del mensaje más que del autor y esto ha llegado tan lejos que yo no me siento a la sombra para nada.

Brisa (Fenoy) me pidió expresamente que la ayudara en ‘Lo malo’ y a partir de ahí firmé contrato de autor con Universal y voy haciendo cositas, sobre todo letras. Me voy juntando con productores, lo que pasa es que no me dejan decirlo (risas).

P: Tocas muchos palos: la televisión y las redes con 'Lo siguiente', la música con Universal, la literatura con tu poemario y los talleres, el teatro con 'Capullos que vuelan'... ¿Cómo es producir contenido para plataformas tan diferentes y conseguir que funcione?

R: También trabajo en publicidad, que es lo que me da de comer, y en la docencia, que es lo que más me gusta. Mi trabajo es guay, he estudiado todas las herramientas, -menos la danza y porque soy negado-, me interesan muchos las formas de contar historias yes lo que hago, contar historias todo el rato. Una es una obra de teatro, otra es un corto, otra es un hilo en Twitter y otra es una canción, pero mi trabajo realmente es el mismo. Cambia la forma de contar, pero yo estoy siempre al servicio del mensaje y de la historia.

P: ¿Dónde estás más cómodo?

R: Me esfuerzo por estar cómodo en cualquiera de estoslos palos porque mi trabajo es que no parezca que estoy trabajando. En publicidad es más complicado porque tienes que estar al servicio del cliente pero intento trabajar de una forma honesta conmigo mismo y con los mensajes que quiero lanzar. Prefiero decir que no a un trabajo y vivir un poco peor ese mes que estar haciendo algo que no me gusta, pero porque yo he sido todos los tipos de camarero que existen y me he comido toda la mierda del mundo (risas) no es que yo sea de repente aquí la selectiva.

P: ¿Es posible para alguien de nuestra generación vivir de lo que nos gusta?

R: Sí y de hecho esto es mi discurso número uno: creo que ser un millennial es muy guay. Depende del medio o de quien escriba, cada vez que alguno de nosotros consigue algo, hace falta especificar que somos un youtuber o que somos instagramer o tuitero, o simplemente que somos un millennial. Y aunque nosotros hayamos crecido con esto, no convierte nuestra generación en nuestra profesión. A mí me da mucha rabia conseguir algo y que pongan “el tuitero Lluis Mosquera”. Hay muchos escritores que tienen Twitter pero son escritores, ¿por qué yo soy tuitero? Es como una forma de ponerte en otro lugar, que no parezca que la gente de esta generación ya hay que tomársela en serio porque para los de arriba, que no sé quiénes son, hay que ponerlos por debajo siempre. Eso me molesta mucho.

Cuando un millennial consigue algo, especifican que somos un youtuber o tuitero; es como una forma de ponernos por debajo

Con todo el debate de "mariconez", sin estar a favor o en contra, me molestaba muchísimo leer “¿Quién es esta niñata para decirle eso a Mecano?” Pues esta niñata es alguien de nuestra generación que se está replanteando las cosas y a lo mejor le debemos muchísimo a Mecano pero ahora es el turno de esta niñata. Muchas gracias por lo que habéis conseguido vosotros pero de nada por lo que vamos a conseguir nosotros. Basta ya de decir que somos tuiteros o youtubers, somos más cosas.

"Si les molesta la letra, que la cambien"

P: Se montó una enorme con lo de "mariconez". Y luego los ofendiditos somos nosotros...

R: Yo como autor dejo mi ego a un lado y le doy las gracias a esa chica por su aportación. Ella lo está defendiendo con su imagen, yo lo he escrito en un papel y me voy a mi casa. Es lo que pasa con Ana y Aitana. Si les molesta una parte de la letra, por favor, que la cambien y yo les daré las gracias. Es innecesaria tanta polémica porque todos los puntos de vista son, como mínimo, válidos como para escucharlos.

Lo que yo decía en su día de "mariconez" era que cuando mi abuela viera la gala en la que una chavala de mi edad dice esa palabra para referirse a que una persona es débil o que le falta masculinidad, mi abuela en ese contexto va a entender que todavía se usa así. En un monólogo está diciendo barbaridades, me he reído más o menos, pero es humor.

Foto: 'Quédate en Madrid', de Mecano, protagoniza una polémica 30 años después. Opinión

P: Amaia y Alfred fueron a Eurovisión pero 'Lo Malo' ha tenido más repercusión en el día a día, estuvo tres semanas en el número 1 de Los 40 y en los últimos Premios de Los 40 Aitana y Ana Guerra ganaron el deartista revelación del año. ¿Qué es lo que ha hecho que pegara tan fuerte?

R: Yo creo que a 'Lo malo' hasta le vino bien tanta polémica. Una polémica siempre que esté justificada me parece maravillosa porque los debates hay que sacarlos. Que a ellas de entrada no les gustara la canción lo entiendo perfectamente. Iba a ser una de sus primeras canciones originales y era de un estilo que no les representaba. Eso ya despertó la polémica. Yo se lo dije a Brisa nada más ponernos a trabajar. En el correo nos decían que la canción era para Aitana y Ana y, yo que había seguido el concurso muchísimo, sabía que eso evidenciaba que iba a haber canción para Amaia y Alfred. Los fans de Aitana y los fans de Ana iban a tener en ‘Lo malo’ la opción de que no fueran Amaia y Alfred a Eurovisión. Pero yo entendí todo, hasta las polémicas. Nada es realmente tan importante, sobre todo en las redes. Igual que hay que relativizar el éxito, hay que relativizar el conflicto.

P: A Lo malo se le ha puesto la etiqueta de reggaeton feminista, ¿es necesario este reggaeton feminista para contrarrestar el machismo con el que se relaciona a este género?

R. No sé si hace falta o no porque muchas feministas dicen que qué mierda de feminismo es esto. Tampoco he puesto yo la etiqueta. Pero lo más curioso de todo, y eso lo hablé con Brisa porque flipé, es que cuando la gente de Twitter escuchó un poquito de la canción empezaron a decir que qué fuerte que les hubieran puesto un reggaeton, que fuera machista…¡Y todavía no habían escuchado la letra! Me pareció terrible porque me hizo pensar “¿cuántas canciones hay de reggaeton para que yo escuche una base musical ya dé por hecho que la canción va a ser machista?” No son una ni dos. Para mí ha sido un exitazo porque las niñas que decían “tú eres el imán y yo soy el metal” y “te estoy provocando cada día un poco más” ahora dicen que deciden cuándo, dónde y con quién. ¿Que no hemos cambiado el mundo? Ya. Pero bueno, al menos hemos hecho que una canción de reggaeton tenga otro tipo de mensaje y creo que después de eso mucha gente se ha subido al carro. Para nada lo hemos iniciado nosotros, ni hemos inventado nada. Yo no he inventado el feminismo, tengo un pene entre las piernas, pero si he ayudado un poco estoy muy orgulloso.

Hemos hecho que una canción de reggaeton tenga otro tipo de mensaje y creo que después de eso mucha gente se ha subido al carro

P: Es verdad que luego todos los singles que salieron de OT, el de Mimi, el de Aitana en solitario, el de Miriam… Tenían ese regusto feminista de mujer empoderada.

R: Sí, porque hacía falta, creo. Nosotros nos dimos cuenta y seguro que no fuimos los primeros, pero fuimos los primeros en el mainstream y en que tuviera tanta visibilidad. A mí me decían que en una canción comercial no podías meter ese tipo de mensajes. Pues mira, sí. “El león que se comió las mariposas”, por ejemplo, es de un poema y es una metáfora muy heavy y es un león, no es una leona. Ella se identifica con el macho porque es el que siempre asociamos a la fuerza, a salir de caza. Aunque realmente la que caza en las manadas es la leona, es el león al que asociamos siempre a la fuerza. Y ser una "leona" es salir de caza, sí, pero hasta con connotaciones sexuales absurdas. Ellas quieren ser el león para que el león deje de significar eso. El trabajo era convertirlo en algo muy sencillo y que la gente lo cante muy fácil y que luego, si quieren indagar, se den cuenta de lo que está contando la canción. La música con mensaje estaba muy relegada al circuito indie o de cantautores y no tiene por qué. A mí me encanta el pop y hago poesía basándome en referencias de Leticia Sabater (risas).

Capullos en el teatro

P: Tu obra en el Teatro Lara, 'Capullos que vuelan', se describe como una obra de teatro millennial. Plasmas un poco estas frustraciones de nuestra generación de no conseguir el trabajo que queremos...

R: ‘Capullos que vuelan’ para mí, a día de hoy, es lo que más orgulloso me hace sentir porque partió de una necesidad. Yo trabaja repartiendo flyers en la calle cuando me vine a Madrid a ser guionista y a raíz de eso escribí un corto de mierda porque no tenía recursos que se llamaba ‘Sonrían al chico de los flyers’. Empecé a trabajar de taquillero en una sala de teatro que se quedaba cerrada en agosto y yo tenía en mi casa las llaves de una sala de teatro que sabía que iba a estar cerrada todo un mes. A mí eso me parecía una aberración. Le pregunté a la jefa “¿Si hago una obra la puedo hacer en agosto?” y me dijo que a tope. Busqué actores que estuvieran en la misma situación que yo, que quieran serlo, que lo sean, pero que trabajen doblando camisas, en una ONG o en un McDonald’s. Conseguí el primer elenco y quedaba con ellos para hablar de sus situaciones, cómo de surrealistas eran hasta que llegaban a ser divertidas y eran terribles. Por eso es una tragicomedia. Hay gags cada seis segundos pero está contando una historia que es súper trágica, que es que todo es una mierda. 'Capullos que vuelan' no va de que todo va a salir bien, va de que todo puede salir bien si por lo menos te atreves. Es un optimismo pero cuidadoso.

placeholder 'Capullos que vuelan', una comedia millennial en el Teatro Lara.
'Capullos que vuelan', una comedia millennial en el Teatro Lara.

Después de todo lo que nos dijeron de que en agosto nadie va al teatro, llenamos todas las funciones y seguimos llenando desde 2016. Intento que cada función sea diferente a la anterior porque siempre a algún actor le ha pasado algo nuevo que hay que contar. Hay algunas frases que están para ser flexibles o a veces cambiamos la música… La he visto 65 veces y la he disfrutado 65 veces.

P: ¿Por qué “capullos”?

R: Porque somos unos capullos, básicamente, y cuando haces algo que no es lo que se supone que tienes que hacer, también eres un capullo. Nos arriesgamos si queremos y si no nos quedamos encerrado en un capullo de barreras y excusas, no nos atrevemos a dejar nuestro curro de mierda para dedicarnos a lo que nos gusta pero a la vez no nos dedicamos a lo que nos gusta porque nuestro curro de mierda nos quita todo el tiempo.

P: Es la cuarta temporada y hay llenazo siempre. Supongo que nos gusta ver a gente que también esté en la mierda como nosotros.

R: Sí, la verdad es que sí. Además es una situación que todos vivimos y con la que la gente se siente muy identificada. Lo que me ha sorprendido es que la gente más mayor no se identificaba pero sí que decía que tenía un primo o un sobrino o un hijo y lo entendía.

Nos han enseñado desde siempre a ser lo que queremos y a triunfar, pero nunca nos han enseñado cómo gestionar el fracaso

Lo que intento decir con 'Capullos...' es que hay un nuevo optimismo, no el de una taza de café que te dice que vas a tener un buen día cuando ya sabes que va a ser una puta mierda. El optimismo de “a lo mejor si lo intento puedo conseguirlo”. Creo que ahí está el optimismo valioso, no en “lo voy a petar”. Porque no lo vas a petar. La obra es muy generacional en cuanto a eso: nos han enseñado desde siempre a ser lo que queremos y a triunfar, pero nunca nos han enseñado cómo gestionar el fracaso. Somos la generación que pone en valor la vuelta al psicólogo.

P: ¿Por qué nos dan tantas hostias a los millennials? ¿Qué hemos hecho?

R: Lo que hemos hecho es darle rabia a la gente que ya ha hecho cosas. Éramos una generación que no tomarse en serio, como que todo el rato estamos con las pantallas, y ahora mis padres usan más el WhatsApp que yo. No es nuestra culpa. Ha llegado un punto en que nos tienen que tener en cuenta le pese a quien le pese porque nuestra opinión también es válida. Si nosotros no desprestigiamos a la gente que nos ha educado, es terrible que ellos sí que lo hagan hacia nosotros.

De 'OT' a 'Lo siguiente': la apertura de TVE

P: 'Lo siguiente' es un programa orientado a nuestra generación, ¿es difícil enganchar al público millennial que tiene tantos estímulos?

R: Sí, es muy difícil. Abrimos las redes antes del estreno y como iban muy bien, a veces dicen que da miedo que las redes funcionen mejor que el programa. Yo les decía que es que es otro programa. Las redes son todo el día. Tienes que generar una comunidad que si no ha llegado a ver el programa, lo ve por Twitter. Tenemos que dejar de entender la figura del community manager como un complemento y empezarla a entender como un generador de contenido para otras plataformas. Yo no estoy formado en CM, yo soy guionista. Las redes ya no son un complemento, con todo el mundo transmedia que hay. La tele creo que está yendo a que solo sea en directo, como OT, 'Gran Hermano' o 'Masterchef', un reality que si no lo veo me lo pierdo. Pero para una serie, tener que aguantar la publicidad si luego lo quiero ver a la carta, no tiene sentido ya.

P: Es muy llamativo el cambio de Cárdenas a vosotros.

R: Es muy difícil conseguir audiencia. En ese sentido, el programa no está yendo ni bien ni mal, está yendo como esperábamos. Al final la gente que ve 'El Hormiguero' es muy difícil que deje de verlo o si no 'El Intermedio'. ¿Y quién verá lo nuestro? Pues la gente que veía a Cárdenas, pero no le va a gustar porque es lo contrario. Yo con mis redes sociales hago lo que puedo (risas).

P: TVE ha apostado por un público muy diferente al de Cárdenas. No sé si quizá el éxito de OT ha tenido algo que ver.

R: Yo creo que OT ha sido un cambio brutal y necesario para que la gente entienda cómo somos los jóvenes de ahora, para bien y para mal. Cómo hablamos, las cosas que nos molestan y las que nos gustan. Los jóvenes somos el futuro y los que son más jóvenes que yo, aún más, por eso siempre hay que tener esa predisposición y esa humildad de escuchar a los que vienen detrás. Yo tengo más años de experiencia pero tú tienes un filtro distinto y no tiene menos valor. 'OT 2017' en esto fue una apertura de TVE y de la sociedad en general brutal y maravillosa. Le debemos muchísimo.

Foto: Los concursantes de OT están dando voz a su propia generación (Gtres) Opinión

P: ¿Crees que su éxito tuvo que ver con que tocara la fibra a las nuevas generaciones? Con temas LGTB, feminismo, bullying…

R: Claro que sí, además tenía que ver con el talentazo del casting, con que ellos eran de verdad, con que nadie sabía nada. Ahora esperábamos otra vez 'OT 2017' y eso es muy difícil, aunque me parece un acierto de casting. Lo bueno era lo puro que fue, que no había nada premeditado, que ellos hablan así de verdad y están comprometidos con todo ello de verdad. Tampoco había nadie que despuntara para mal. Todo el mundo estaba de acuerdo cuando salía algún tema LGTB. Juntar a 16 y que todos piensen igual es muy representativo de cómo pensamos hoy en día los jóvenes.

Hay una forma de pensar que es “si esto sale por la tele, es mentira”. No, no todos los realities son 'Gran Hermano', hay muchos que son talent shows. Cuando coges a gente de la calle, lo que dicen lo piensan ellos, no son actores.

Poesía de 'stand up'

placeholder 'Mi poemario debería estar en todas las casas' (Hidroavión)
'Mi poemario debería estar en todas las casas' (Hidroavión)

P: Diriges también espectáculos de poesía, ¿qué debe tener la poesía para enganchar a la gente joven y llenar salas?

R: Con la poesía me pasa lo de antes. Se dice que el reggaeton siempre es machista y que la poesía es un coñazo de intensos y aburrida. Y no. Yo soy muy fan del humor y creo que para que un mensaje entre, si lo hace desde la comedia siempre entra un poco mejor. En el caso de ‘Lo malo’, desde el mainstream. Hay muy poca poesía con humor y la gente da por hecho algo que no es. Hay muchos géneros de poesía pero yo intento que la mía sea casi 'stand up', conseguir emocionar y reír en el mismo minuto a alguien. Siempre digo que hay dos formas de poesía, una es la que te cuenta cómo me siento y la otra la que dice “yo me he sentido así pero voy a convertirlo en ficción para que puedas entender la muerte de mi abuela como si fuera la tuya”.

P: De esta poesía millennial, la llamada poesía urbana escrita sobre todo por gente joven con mucho éxito en redes sociales, los más críticos dicen que es cursi y que tiene escasa calidad. ¿Qué te parece a ti?

R: Es verdad que la gente intensa no ha dejado de existir (risas), la gente que se cree que su poesía intensa es súper importante. Yo no puedo entender que un tuit con tres párrafos en los que ponga “la luna, tú, nosotros” tenga tres mil retuits. Es una tomadura de pelo. ¿Que hay gente que lo consume? Guay, estamos en un punto en el que la gente consume poesía de nuevo. Es como lo que dice la gente del libro de Aitana: “qué asco que Aitana haya hecho un libro”. Pues no te lo compres. Igual a mí me parece una mierda esa poesía pero no me parece una mierda que exista. Había gente que no leía poesía y ahora lo hace. Por mi parte, la forma de hacer llegar a la gente la poesía es hacerlo como 'stand up' y si vienes es como ver monólogos pero que te emocionan. Es lo que intento.

P: Me recuerda lo que has dicho al show de Hanna Gastby, ‘Nanette’.

R: Te lo iba a decir. La fusión de géneros me parece súper importante. Yo trabajo fusionando géneros y esa separación no la tengo tan marcada, igual escribo una canción, una obra de teatro o me apetece tocar el piano. Creo que estamos al servicio de lo que queremos contar. Cada uno somos buenos en una cosa pero el ejemplo de ‘Nanette’ es bestial, cómo de repente en un monólogo, sin dejar de ser comedia, estás hablando en serio. A lo mejor el problema es catalogar. No es que la comedia haya dejado de ser comedia, es que en este momento la comedia ha empezado a hablar en serio. Y ahí es donde está el valor.

‘Millennial’ no suena bien. El nombre que designa a nuestra generación, a la de Lluis Mosquera (Carcaixent, 1990), se ha cargado de tintes negativos en los últimos años, “pero no hemos hecho nada malo”, defiende el valenciano. “Hemos hecho rabiar a la generación que ya había hecho cosas”.

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