Dylan Farrow acusa a Woody Allen: "Era una niña y me tocó mis partes privadas"

En febrero de 2014, Dylan Farrow, hija adoptiva de Woody Allen y Mia Farrow, publicó en 'The New York Times' una carta demoledora. "¿Cuál es tu película favorita de Woody Allen?", comenzaba la misiva. "Antes de que respondas, deberías saber que cuando tenía siete años Woody Allen me cogió de la mano y me llevó a un ático sombrío y encajonado que había en el segundo piso de nuestra casa. Me pidió que me tumbara boca abajo y que jugase con el tren eléctrico de mi hermano. Después, abusó sexualmente de mí. Mientras lo hacía, me susurró que era una buena chica, que ese era nuestro secreto y me prometió que iríamos a París y que me sacaría en sus películas. Recuerdo mirar fijamente el tren de juguete, concentrándome en cómo viajaba en círculos alrededor del ático. A día de hoy me sigue costando mirar trenes de juguete".

Entonces Dylan Farrow habló por primera vez en público de unos rumores que venían de mucho antes: desde 1993, la prensa sensacionalista había publicado algunos artículos sobre que la ruptura entre Mia Farrow y Woody Allen podía haber tenido que ver con algún 'incidente' con su hija Dylan. Poca repercusión más allá de las secciones de cotilleos y de alimentar el runrún en torno a la controvertida vida amorosa del cineasta desde que su historia de amor con otra de las hijas adoptivas de Mia Farrow, Soon-Yi, se hizo pública. Veinticinco años después, Dylan Farrow ha concedido en el programa 'CBS This Morning' de la cadena estadounidense CBS su primera entrevista televisiva, donde ha acusado a Allen de haberle "tocado los labios vaginales y la vulva con el dedo" cuando tenía siete años.

"¿Por qué no querría hacerle caer? ¿Por qué no debería estar enfadada? ¿Por qué no debería sentirme herida? ¿Por qué no debería sentirme de alguna forma ultrajada por haber sido ignorada, apartada y porque no me hayan creído durante todos estos años?", ha preguntado. "Supongo que [que me crean] depende de la gente, pero todo lo que puedo hacer es contar mi verdad y esperar que alguien lo haga". "He aportado pruebas, soy creíble y estoy diciendo la verdad. Y creo que es importante que la gente se dé cuenta de que una víctima, una persona que acusa, importa, y es suficiente para cambiar las cosas". Una de las personas que siempre han apoyado a Dylan Farrow —que ahora tiene 32 años, lleva casada ocho y es madre— ha sido su hermanastro Ronan, el único hijo biológico que Allen tuvo con Mia Farrow, miembro del gabinete de Obama y Hillary Clinton y el responsable de sacar a la luz el caso Weinstein a finales del año pasado.

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Una mañana de agosto de 1992, según Dylan Farrow, Allen condujo hasta la casa de campo de Mia Farrow —la pareja ya estaba inmersa en una agria batalla legal por las custodias de sus hijos en común— y la llevó al ático mientras su madre estaba de compras. "Quería a mi padre, lo respetaba y era mi héroe. Eso hace que la traición sea más fuerte", explica en la entrevista, antes de pasar a relatar en qué consistieron los abusos. "Como niña de siete años, diría que me tocó mis partes privadas. Como una mujer de 32, tocó mis labios vaginales y mi vulva con el dedo".

Una versión que Allen ha negado en varias ocasiones, entre ellas en una entrevista en la que explica que "Mia Farrow estaba tan rabiosa" que les metió la historia en la cabeza a sus hijos. "No tiene sentido que en medio de la batalla legal conduzca hasta Connecticut y elija ese momento de mi vida para convertirme en un pederasta. ¡Es una locura!". La separación de la actriz de 'La semilla del diablo' y del director de 'Annie Hall' estaba siendo bastante convulsa después de que Farrow se encontrase con unas fotos comprometidas de Soon-Yi —otra de sus hijas adoptivas, entonces mayor de edad, y con la que el director lleva más de 20 años casado— tomadas por Allen.

Lo que no entiendo es por qué la historia de que mi madre me lavó el cerebro es más creíble que mi historia

Cuando Farrow se enteró del incidente, decidió llevar a Dylan al pediatra. Después de que, "por vergüenza", según la propia Dylan, le dijera al médico que Allen la había tocado "en el hombro". Después de que su madre le dijera que "le contase al médico lo mismo que le había dicho a ella", Dylan confesó que su padre la había tocado "en sus partes privadas". Además, según la joven, Allen solía seguirla por la casa, tocarla, abrazarla y meterse con ella en la cama. Ante la pregunta de la entrevistadora de si no es ese el comportamiento normal de un padre cariñoso, ha contestado que "no trataba de la misma forma a Ronan". "Lo que no entiendo es por qué la historia de que mi madre me lavó el cerebro es más creíble que mi historia", lamenta. "Mi madre a lo que siempre me ha empujado es a contar la verdad". "Y la verdad es que he estado luchando, sobrellevando en los mejores días, con el hecho de haber sufrido abusos de niña".

En un comunicado reproducido por el programa, Allen se ha defendido diciendo que "cuando se hizo esta acusación por primera vez hace más de 25 años, el departamento de Abusos Sexuales a Menores del Hospital Yale-New Haven y el departamento de Bienestar Infantil del estado de Nueva York la investigaron meticulosamente. Ambas instituciones lo hicieron durante muchos meses y, cada una por su lado, concluyeron que los abusos nunca habían sucedido. Por el contrario, plantearon la posibilidad de que una niña vulnerable hubiese sido manipulada por su madre, enfadada y en medio de una ruptura contenciosa". "El hermano mayor de Dylan, Moses, ha dicho que fue testigo de que su madre manipuló incansablemente a Dylan, diciéndole machaconamente que su padre era un depredador sexual peligroso", prosigue Allen. "Parece que funcionó y, lamentablemente, estoy seguro de que Dylan realmente se cree lo que dice. Pero incluso aunque la familia Farrow está utilizando de manera cínica la oportunidad que le da el movimiento Time's Up para repetir esta acusación desacreditada, no la convierte en más verdadera hoy que lo que lo ha sido en el pasado. Nunca abusé de mi hija, como concluyeron los investigadores hace más de 25 años". "Está mintiendo, ha mentido tanto tiempo", ha afirmado Dylan Farrow entre lágrimas. "Me resulta difícil verlo y escuchar su voz".

Algunas estrellas de Hollywood, como la actriz Natalie Portman, han apoyado públicamente a Farrow. "Yo te creo, Dylan", ha dicho la protagonista de 'Cisne negro'. Para Dylan, ha sido muy importante ver cómo, gracias a movimientos como Time's Up y #MeToo, la opinión pública ha puesto el foco en los casos de abusos sexuales en Hollywood. Sobre los que no la creen, Dylan afirma que no está "enfadada con ellos", pero que espera que "se den cuenta de su complicidad y de que han servido para perpetuar la cultura del silencio dentro de la industria".

Mia Farrow nunca presentó una denuncia contra Allen en relación a los abusos sexuales. Y, efectivamente, los investigadores del estado de Nueva York y los médicos del departamento de Abusos a Menores del Yale-New Haven Hospital dilucidaron que los abusos no se habían producido. Sin embargo, el juez Elliott Wilk, encargado de dictar sentencia en la batalla por la custodia de la pareja, afirmó en la sentencia que "no hay evidencia creíble para apoyar la acusación de Allen sobre una posible manipulación por parte de Farrow o que Farrow actuase contra Allen para vengarse de él por haber seducir a Soon-Yi" y que "el comportamiento de Allen para con Dylan era tan sumamente inapropiado que tuvieron que tomarse medidas para protegerla".