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Depedro: "Nos hemos olvidado de que somos mortales"
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Depedro: "Nos hemos olvidado de que somos mortales"

Jairo Zavala publica su cuarto disco como Depedro: 'El Pasajero', un trabajo más intimista y sincero que sigue apuntalado su acertada carrera

Foto: Depedro publica su cuarto disco, 'El pasajero' (David Ruano)
Depedro publica su cuarto disco, 'El pasajero' (David Ruano)

Depedro (Jairo Zavala) llega a las oficinas de Warner con su guitarra bajo el brazo protegida por una funda blanca que casi ha perdido el color de la cantidad de pegatinas que luce. Canguros australianos, una bandera por aquí, un festival por allá. Es la maleta visible de este viajero incansable que en su cuarto trabajo se ha convertido en 'El Pasajero'. Un nuevo disco (que se publica este viernes) que sigue labrando la personal y meditada carrera de este músico que pasó antes por La Vacazul o Calexico.

'El Pasajero' es un álbum más personal y sincero que su anterior trabajo, pero sobre todo es un disco que derrocha optimismo e influencias musicales de uno y otro lado. Además guarda perlas como 'DF', un tema que canta junto a Bunbury y que, junto a 'Déjalo ir', con los coros de Gaby Moreno, o 'Ser valiente' sigue apuntalado la trayectoria precisa que cual hormiguita está sabiendo construir. Depedro arranca la gira de presentación el 27 de septiembre en Zaragoza y pasará por Barcelona, Bilbao, Valencia o Madrid (14 de enero en La Riviera).

Foto: Repostería para perros en la tienda 'Miguitas' de Malasaña

P: ¿Qué tipo de viaje es 'El Pasajero'?

R: Es un viaje diario. A pesar de que me voy a veces muy lejos, mi viaje favorito siempre es el de volver. Y en ese camino te encuentras con gente, te saludan, comes diferentes platos, tocas diferentes músicas y el disco es el resultado de esos pequeños momentos que he querido guardar a lo largo de estos tres años que he tardado en grabarlo.

'Hay algo ahí', Depedro

P: Aunque no es un disco conceptual, sí pivota por todas las canciones un mensaje de 'céntrate y vive la vida'.

R: Me gusta mucho la mirada al mundo desde el interior de cada uno y creo que cuando quieres grandes cambios, lo primero que tienes que hacer es cambiar tu mismo. Sí es un leitmotiv en mi forma de ver las cosas y así, además, puedes disfrutar de todo de una manera más fácil. Tener la mente abierta y vivir el momento. Carpe diem y optimista siempre, por supuesto.

P: De su anterior trabajo, 'La increíble historia de un hombre bueno', dijo que era un disco dedicado "a los superhéroes sin capa, a los vecinos del quinto". ¿Este para quién va?

R: Quizá este disco es más personal. Está centrado más en la mirada del que te habla y del que hace el trabajo. Es más introspectivo y sincero.

P: Pero aunque no hay esas referencias tan evidentes a la situación, en algunos temas sí extraigo cierta mirada social. Por ejemplo, en 'Hay algo ahí' habla directamente de habitar "un país que no sea un negocio".

Es muy duro ver la prepotencia que tiene el primer mundo hacia los demás

R: Soy una persona que vive este momento y permeable a todo lo que pasa a mi alrededor, a mis familiares, a mis amigos y a mi país. Aunque más que a mi país, a mi mundo porque, como gran viajero que soy, te das cuenta de que al final del día todo el mundo tiene las siete u ocho cosas básicas que todos queremos son las mismas. Pasa lo mismo en cualquier cultura. Quizás en algunas culturas... Por ejemplo, ahora con los Juegos Olímpicos de Brasil toda Europa decía que iba a ser un desastre. Es muy duro ver la prepotencia que tiene el primer mundo hacia los demás. Pues no. Fueron en Brasil y no se ha hundido el planeta, todo el mundo ha disfrutado y las personas que han quedado mal y han hecho escándalos no eran de allí precisamente.

P: "Habíamos olvidado por un momento ser valientes", dice en 'Ser valiente'. ¿Estos nos está pasando como sociedad?

R: Sí, claro que sí. Estamos muy acomodados, yo el primero, enterrados en tecnología y es cada vez más fácil quedarte en la superficie de la existencia. Tenemos que tener mucho cuidado con eso, aunque hay mucha gente que por suerte no lo hace, que tiene los pies en la tierra, no pierde la comunicación real y disfruta del día a día, que al final es lo importante. Esto que digo es un tópico, pero es un caldo para la inspiración de mis letras.

'DF', Depedro y Bunbury

P: Esto de hablar de ser valientes me lleva a la situación política. ¿Falta valentía en la política con lo que estamos viviendo tras no sé ya cuántos meses sin Gobierno?

R: Yo prefiero no hablar de política. Es algo que me indigna y me aburre soberanamente.

P: Hay una canción, 'Solo sonido', que habla un poco de esas juergas y la noche. ¿Autobiográfica? ¿De dónde nace?

R: 'Solo sonido' es la canción más hedonista de todas. Me gusta mirar historias ajenas y contarlas a través de mi voz, y creo que es algo que todos conocemos: alguien que ha dado pasos en falso. No solo que esté de fiesta y escapándose de su realidad sino, a veces, tomando decisiones. Esa canción habla de eso.

P: Y seguida suena 'Gigante' que habla de esa madurez y de lo que se deja atrás.

R: Es una mirada atrás totalmente. Me gustan muchos los extremos, poner las cosas al límite y forzar para ver qué pasa, pero siempre guardándome algo para mí porque la honestidad brutal te acaba destrozando y hay que poner un poco de distancia.

P: ¿Por qué ha decidido grabar el disco de forma analógica? ¿Qué le ha aportado?

R: Porque el sonido me encanta y el color, pero lo que me gusta es que no hay opción de dar pasos atrás, no hay posibilidad de editar ni de arreglar. Al final es por vagancia (risas) porque las nuevas tecnologías te dan todo tipo de posibilidades de cambiar, de editar, arreglar en la mezcla. En analógico, lo que grabas es lo que está. Había que tomar decisiones, ha costado un poco más de trabajo hasta que teníamos la canción pero luego la tocas y ya está. Está un poco grabado como el primer disco. Dura 45 minutos y lo grabamos en 55 o 60 porque repetimos una canción.

P: ¿Y este?

R: Este he tardado más (risas) porque me lo he tomado con más calma. La experiencia...

'Déjalo ir', Depedro

P: De aquel Depedro que tocó por primera vez en el Búho Real a ahora, ¿qué queda -además de cuatro discos-?

R: Soy el mismo.

P: ¿El éxito no le ha influido?

R: Siempre digo que el éxito es mantener tu estilo de vida y como músico me considero muy afortunado porque llevo viviendo de la música más de 20 años. Depedro fue una aventura nueva que me ha llevado a estar aquí ahora hablando contigo. Sigo igual. Me va bien hoy, a ver mañana. El camino hay que andarlo despacio para enterarte de donde estás.

placeholder Depedro publica 'El pasajero' (David Ruano)
Depedro publica 'El pasajero' (David Ruano)

P: Eso no es muy común a día de hoy.

R: Quizás sí, pero para mí es mucho más interesante este proceso. Cuando empecé con Depedro no era un chaval. Si tienes ni 20 años, es otra sensación. Yo lo que puedo decir es que me quedo con todo lo bueno que me ha ido pasando y que soy el mismo, pero también con añadidos de toda la gente que he conocido en este camino y que me ha ayudado a terminar el cuarto disco, que ni lo podía imaginar.

P: ¿Es difícil mantener esa cierta constante en esta industria frenética de éxitos fugaces y fulgurantes?

R: En inglés hay una expresión que dice 'ranking way of life, yo soy lo opuesto. No me interesa en ninguna de sus connotaciones ni el crecimiento económico. ¿Qué sentido tiene en la vida solo crecer? Eso no va a ningún lado, solo te vas a estrellar. Hay que disfrutar el camino. Ahora mismo parece que la gente se ha olvidado de que somos mortales. Todos. Las actitudes de la gente que nos gobierna, por ejemplo, parece que se les olvida. Es muy sorprendente porque si eres consciente de tu mortalidad vas a aprovechar mucho más el viaje.

P: ¿La maquinaria de la industria musical ha pervertido también esto?

R: Hay gente que todavía se lo cree porque no te puedes subir a este carro si no te gusta la música, es imposible. No es para vender. Esto no son lavadoras.

Depedro (Jairo Zavala) llega a las oficinas de Warner con su guitarra bajo el brazo protegida por una funda blanca que casi ha perdido el color de la cantidad de pegatinas que luce. Canguros australianos, una bandera por aquí, un festival por allá. Es la maleta visible de este viajero incansable que en su cuarto trabajo se ha convertido en 'El Pasajero'. Un nuevo disco (que se publica este viernes) que sigue labrando la personal y meditada carrera de este músico que pasó antes por La Vacazul o Calexico.

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