Joaquín Reyes: "Si fuese ministro elegiría Hacienda, que es el ministerio más 'sexy'"

Joaquín Reyes posa ante decenas de fotógrafos en la alfombra roja de la 'premier' de 'Cuerpo de élite' en los cines Capitol, en la tarde-noche del jueves. Pone muecas para las cámaras. Se coloca ora como un tigre salvaje, sacando garra, ora como una jotera con los brazos en jarras y la pierna a la virulé. Los fans que han ido a arropar al equipo le aplauden y gritan su nombre. Una de las exportaciones más populares de Albacete, con permiso de Esther Cañadas, los miguelitos y Enjuto Mojamuto que, aparte de creación suya, fue protagonista de una campaña que quería nombrarle alcalde de honor de la ciudad manchega. La criatura matando al creador.

Hace ya más de un año, en agosto de 2015, se estrenaba el último capítulo de 'Retorno a Lílifor', la última colaboración conjunta del grupo de los chanantes -Joaquín Reyes, Ernesto Sevilla, Raúl Cimas, Julián López y Carlos Areces en el núcleo duro-, responsables de la globalización y más allá de localismos de inconmensurable belleza como 'mangurrián', 'viejuno', 'colgandero', 'pelete' o 'tunante'. Ahora, Reyes se centra en su faceta actoral -como secretario del ministro de Interior Areces en 'Cuerpo de élite' y como 'viejoven' en el teatro- y como columnista en varios medios y escritor de novelas, no se sabe aún si tan varoniles y malandrinas como las de Pérez-Reverte.

PREGUNTA. Ahora está en medio de la promoción de 'Cuerpo de élite'. Con una sola imagen, ¿cómo definiría participar en una campaña de 'marketing' de una película?

RESPUESTA. Esto es como estar sellando un taco de impresos. Al fin y al cabo estás haciendo lo mismo y diciendo las mismas cosas a gente distinta, pero bueno, es parte del trabajo. Yo creo que está bien tener la oportunidad de explicar la película, tu trabajo, lo que pasa que, bueno, a veces es un poco repetitivo. Pero está bien.

P. ¿Con qué eslogan promocionaría 'Cuerpo de élite'?

R. Me gustan mucho los aviones estos que pasan por la playa con un cartel. Que pusiera: [hace un ruido como de un avión volando] "Ve a ver 'Cuerpo de élite' porque mientras haces eso no haces otras cosas".

P. En la película hace de secretario del ministro de Interior. Si fuese ministro, ¿qué cartera elegiría? ¿Cuáles serían sus primeras medidas?

R. Si fuera ministro elegiría como Montoro, Hacienda, que me parece el ministerio más 'sexy'. Y lo primero que haría sería subir el IVA a la cultura MÁS todavía. Ya está bien. Que la cultura vive demasiado bien, en general, la cultura. Más impuestos a la cultura. Más. Un 40%. [Se ríe]

P. ¿Le interesa la política? ¿Se ha significado alguna vez públicamente?

R. Sí me interesa. Nunca he participado en una campaña o en un acto político -hay gente que lo hace y me parece muy bien- porque en mi caso me sentiría un poco utilizado. Nunca he querido participar activamente en campañas, pero cuando me han preguntado, incluso a quien voto, yo he contestado. Ahora es casi como el Día de la marmota, como ha dicho mucha gente, pero sigo confiando en la política.

"Nunca he participado en una campaña o en un acto político -hay gente que lo hace y me parece muy bien- porque en mi caso me sentiría un poco utilizado"

P. ¿Cree que el cine, la literatura o el arte en general tienen el deber de significarse?

R. A mí me educaron en el posmodernismo. Yo vengo de la Facultad de Bellas Artes de Cuenca y éramos bastante posmodernos: me interesaba el pop y no me interesaba el arte crítico. Luego sí me han gustado artistas como Banksy, que en sus obras hay una reflexión. Pero me gusta más el arte pop, más frívolo y sin 'recao'.

P. Hoy en día parece que la política se está adueñando de todos los ámbitos...

R. Lo que pasa en este país es que somos bastante tendenciosos. En cuanto alguien ya no piensa como nosotros, automáticamente nos cae mal. Me parece que eso no debería ser así. Hay gente ideológicamente en las antípodas de lo que yo pueda pensar y que me interesa lo que escribe, lo que canta o lo que haga. Este es un país de bandos y, cuando te posicionas, ya hay gente que te va a criticar por ello.

P. A mí, por ejemplo, me encanta Houellebecq. Y políticamente... no.

R. Houellebecq es un buen escritor. Y 'Sumisión' es un buen libro. También es verdad que su personaje y su imagen pública trascienden al escritor. Se le malinterpreta o se le juzga sin leerle. A mí él me cae antipático, pero me parece muy buen escritor. Eso sí, tiene una 'pintilla' muy 'regulera'. El 'pelete' que lleva…[frunce la nariz] no tiene buena pinta.

P. En España, ¿tenemos buen sentido del humor? ¿Podría haber series como las de Ricky Gervais en televisión, que tienen un humor bastante retorcido?

R. En la cultura latina tenemos muchos más prejuicios que los ingleses. Y la corrección política que yo creo que viene mucho por la culpa, que pesa mucho, más que en el mundo anglosajón.

P. En sus 'sketches' y su libro de tiras cómicas, por ejemplo, ha metido muchos 'zascas' a mucha gente. ¿Alguno se ha rebotado?

R. El libro no se vendió lo suficiente como para que nadie se molestara. A mí me gusta parodiar el lado más frívolo de la popularidad. Yo lo que he intentado cuando he hecho las parodias de los personajes es parodiar su imagen pública, no su lado más personal. Me gusta reírme de mí mismo y de la gente que estamos en esta profesión o que estamos en esto que se puede llamar 'fama'. Me parece que hay mucha frivolidad y que es un buen material para parodiar.

"A mí me gusta parodiar el lado más frívolo de la popularidad. Me gusta reírme de mí mismo y de los que estamos en esto que se puede llamar 'fama'"

P. ¿Cómo sería una parodia de Joaquín Reyes por Joaquín Reyes?

R. Yo soy una persona que tengo una imagen muy buena de mí que luego no es así. Creo que tendría que ir a terapia para que me rebajaran la autoestima. Yo me veo superbien, ahí 'anda, estoy 'delgao', pero luego veo las fotos y 'pues no, no estás tan 'delgao', ¡fondón!'. Me parodiaría como alguien que camina hacia el futuro con una sonrisa y no es consciente muchas veces de sus limitaciones y de sus fallos.

P. Para eso tiene el regulador del ego de Alaska y Mario Vaquerizo...

R. Sí, el regulador del ego (se ríe). Para eso tengo a mi mujer, que es la que me da caña. Mi mujer cumple esa función.

P. ¿Para cuándo un 'Retorno a Lílifor' o al 'Museo Coconut' o a 'La hora chanante' o a cualquier lugar de La Mancha?

R. Me encantaría volver a hacer 'sketches'. Es difícil. Yo creo que no es imposible, que se podría hacer, pero bueno, cada uno ha tomado ya su camino. Yo, por ejemplo, sigo trabajando mucho con Ernesto [Sevilla], con el que sigo escribiendo 'sketches' para el teatro, con la obra 'Viejoven', que nos llena mucho. Es una forma de matar el gusanillo de tener un programa de televisión. Me encantaría volver a hacer algo todos juntos. De las cosas de las que más orgulloso me siento es de eso.

P. Cómico, actor, guionista, director e ilustrador, entre otras cosas. ¿Es porque lo hace todo bien? ¿Es por necesidad vital? ¿Necesidad alimenticia?

R. No me han atado en corto. Me han dejado hacer muchas cosas y entonces yo he aprovechado el momento. Me siento un afortunado. Hay mucha gente preparada a la que no dan oportunidad de hacer las cosas. A mí me dieron la oportunidad, no sé por qué, algo me verían y he trabajado todo lo que he podido y he hecho todas las cosas que me han propuesto, la mayoría de ellas que me encantaban y que me parecían muy interesantes y estimulantes.

P. Ahora está con 'Cuerpo de élite', ¿y después?

R. He doblado una película que se llama 'Robinson, una aventura tropical', donde hago del personaje de una cabra con gafas, no me preguntes por qué han pensado en mí. Y luego vamos a estar girando con 'Viejóvenes' por todos los sitios en esta tercera temporada y estoy escribiendo una novela. Habla de un cómico manchego que saborea el éxito y que su vida cambia. Una historia de auge y caída de un cómico manchego. Como un 'Rojo y negro' de Stendhal, pero en La Mancha.