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Cuando Mao se convirtió en un icono hípster
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50 años de la revolución cultural china

Cuando Mao se convirtió en un icono hípster

¿Qué atrae tanto a los modernos occidentales del líder comunista, el espíritu revolucionario de sus ideas o el cuello de sus camisas?

Foto: Hoy si eres un poco 'in' tienes que haber leído a Mao, o al menos fingirlo. (CC)
Hoy si eres un poco 'in' tienes que haber leído a Mao, o al menos fingirlo. (CC)

Si Mao Tse Tung levantase la cabeza volvería a iniciar una larga marcha. La imagen del que fuera líder del Partido Comunista Chino (PCC) se ha convertido en uno de los iconos de la modernidad consumista y 'seudo'. Cojines con su cara estampada pueden encontrarse en tiendas de decoración y curiosidades, junto a máscaras de luchadores mexicanos y tazas de 'Star Wars'. Hoy si eres un poco 'in' tienes que haber leído a Mao, o al menos fingirlo: postear fragmentos de sus discursos, tatuarse sus frases (una sobre todo: “El poder nace de la boca de los fusiles”) o pasearse por el campus universitario con el 'Libro Rojo' bajo el brazo. Pero ¿qué atrae tanto a los modernos occidentales del dictador, el espíritu revolucionario de sus ideas o el cuello de sus camisas?

[Pinche sobre la imagen para ver grandes obras de arte inspiradas en la figura de Mao Tse Tung]

Hoy se cumple medio siglo de la Revolución Cultural China (1966-76), diez años de luchas intestinas por el poder entre Mao y políticos e intelectuales a los cuales acusaba de seguir “el camino capitalista. Una caza de brujas en nombre del espíritu revolucionario en la que militares y estudiantes (colectivos difíciles de casar ya de por sí) se enfrentaron por cualquier disidencia al comunismo con marcialidad. Los hijos de esta revolución fueron una 'generación perdida'. Si bien a Mao Tse Tung se le atribuye el mérito de haber sentado las bases que convirtieron al país en una superpotencia, su interpretación y aplicación del comunismo fracasó estrepitosamente. Y es en esta aparente contradicción donde descansa el mito.

El germen de la 'maomanía'

Considerada una de las personas más influyentes del siglo XX según la revista 'Time', fue una figura controvertida cuyas reformas marxistas causaron millones de muertes y hambruna. Sin embargo, su popularidad puede compararse a la del Che Guevara, otro símbolo de la cultura pop. Tras su muerte, en 1976, el Gobierno chino inició una serie de reformas económicas hacia el libre mercado, dejando de lado las ideas de Mao. La popularidad del anteriormente aclamado líder declinó y fue desapareciendo poco a poco de los libros escolares y las calles.

A dos referentes culturales les debemos la distancia entre un hombre y su rostro reproducido hasta el infinito: John Lennon y Andy Warhol fueron quienes más hicieron por abrillantar la imagen de Mao. El primero, adalid del pacifismo, del que se dijo que había cifrado en 'Imagine' el Manifiesto Comunista, declaró en una entrevista: “Después de la revolución tienes el problema de lograr que las cosas sigan adelante, de concertar todos los diferentes puntos de vista. Es muy natural que los revolucionarios tengan diferentes soluciones, que se dividan en diferentes grupos y luego se reformen, eso es la dialéctica, ¿no es cierto? –pero al mismo tiempo tienen que unirse contra el enemigo, solidificar un nuevo orden. No sé cuál es la respuesta; obviamente Mao tiene conciencia del problema y mantiene las cosas en marcha".

Sin embargo, fue Warhol quien lo inmortalizó, al igual que hizo con Marilyn y con las famosas sopas. Y tuvo gracia que fuera él, revolucionario pero en otro sentido, el artista que ayudase a introducir a Mao en la cultura de masas gracias a sus famosas series. Insólito castigo para un líder comunista que fue responsable de la muerte de 70 millones de personas en tiempos de paz, tal como explicaba la lingüista china Jung Chang en el libro 'Mao: La historia desconocida'.

En China proliferan las tiendas 'vintage' ambientadas en la era Mao y un 'revival' de su figura que tiene mucho que ver con Occidente

En China se experimenta un 'revival' de su figura y ya es posible encontrar tiendas 'vintage' de la era Mao, que los más jóvenes asocian con valores como la igualdad y el eufemístico 'espíritu revolucionario'. Así, una adolescente japonesa confesó a 'NYT' que "los chicos quieren conectar con la experiencia de la Revolución Cultural", a pesar de que no había favorecido a todo el mundo. ¿Y a quién sí?

Según el cantante del grupo de rock de san Francisco 'Girls', Christopher Owens, el dictador chino era “un poco hípster”, sobre todo en su juventud. “Como muchos de ellos, Mao fue criticado por su estidlo de vida, que incluía la ejecución de miles de personas”. Aunque cada cual quiera llevárselo a su tribu urbana: “La gente dice que Mao era punk, porque tenía una forma de pensar muy contestataria y las imágenes de la Guardia Roja recibiendo a Mao en Tiananmén se parecen a esas imágenes de los fans con sus estrellas de rock”, explica a 'New York Times' una 'moderna' china.

¿Por qué no hay salvamanteles con la cara de Stalin y, en cambio, los bolsos con el rostro relleno del dictador chino se venden como la espuma? Una ironía del destino... que el valor de un líder comunista acabe reducido a un código de barras.

Si Mao Tse Tung levantase la cabeza volvería a iniciar una larga marcha. La imagen del que fuera líder del Partido Comunista Chino (PCC) se ha convertido en uno de los iconos de la modernidad consumista y 'seudo'. Cojines con su cara estampada pueden encontrarse en tiendas de decoración y curiosidades, junto a máscaras de luchadores mexicanos y tazas de 'Star Wars'. Hoy si eres un poco 'in' tienes que haber leído a Mao, o al menos fingirlo: postear fragmentos de sus discursos, tatuarse sus frases (una sobre todo: “El poder nace de la boca de los fusiles”) o pasearse por el campus universitario con el 'Libro Rojo' bajo el brazo. Pero ¿qué atrae tanto a los modernos occidentales del dictador, el espíritu revolucionario de sus ideas o el cuello de sus camisas?

Decoración Andy Warhol
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