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Miguel de Unamuno, primera víctima del nuevo ministro de Cultura
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Méndez de Vigo mueve el cuadro de gutiérrez solana

Miguel de Unamuno, primera víctima del nuevo ministro de Cultura

El pasado viernes una cuadrilla de técnicos del Museo Reina Sofía desplazó del despacho del nuevo ministro el retrato del filósofo, que ha resistido en el mismo lugar a cinco ministros durante 13 años

Foto: Retrato de Unamuno que se encontraba en el despacho del ministro. (MNCARS)
Retrato de Unamuno que se encontraba en el despacho del ministro. (MNCARS)

El primer día de trabajo de Íñigo Méndez de Vigo como ministro de Educación, Cultura y Deporte se saldó con la expulsión de su despacho del filósofo Miguel de Unamuno. Antes de jurar el cargo, pasó por su nueva oficina, en la calle Alcalá, y decidió que el retrato que firmó el pintor José Gutiérrez Solana en 1936 no podía seguir ahí colgado. Es un despacho alargado, con un gran ventanal a la vía madrileña;en el lado opuesto al escritorio se encuentra la pared dominada por el cuadrodelpensador vasco que defendió el “imperio” de la lengua española y vio en la Guerra Civil un caso de locura colectiva.

Es su primera orden al llegar al Ministerio y así se comentó entre su círculo más cercano durante la toma de posesión de la cartera del saliente José Ignacio Wert, quien mantuvo el cuadro en estos tres años. De hecho, la pintura forma parte de las colecciones del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, de donde llegó en 2002, durante el mandato de Pilar del Castillo. A lo largo de 13 años, y ante los ojos de cinco ministros, el cuadro –comprado por el Estado en 1986, entonces valorado en 20 millones de pesetas–ha permanecido en el mismo lugar. Este periódico se ha puesto en contacto con el Ministeriopara conocer el motivo del desplazamiento, pero el organismo no ha querido explicar las razones.

Es el único cuadro, de los 40 que el Museo Reina Sofía tiene cedidos, que el nuevo ministro ha decidido cambiar de lugar

Tal y como informa el Museo Reina Sofía a este periódico, el viernes pasado, dos semanas después del mandamiento, un equipo de técnicos y restauradores de la pinacoteca se trasladó para trasladarel cuadro de una habitación a otra. La pintura forma parte de las colecciones del museo y se encuentra en depósito, junto con otras 40 obras más, adornando las estancias del organismo. Pero es este retrato realizado por el mayor representante de la escuela expresionista española del tránsito entre el siglo XIX y XX uno de los más valorados. Además, es la única pieza que ha decidido apartar de su vista.

La pintura no podía volver a los almacenes de manera inmediata porque un levantamiento requiere la aprobación del Patronato del museo, que se reúne el próximo 16 de septiembre. Sin embargo, la urgencia de Méndez de Vigo, IX barónde Claret,obligó a desplazarlo a otro lugar de menor categoría. En estos momentos el museo elabora un catálogo de varias obras para que el ministro elija una de su agrado. Pero esto sí deberá ser aprobado por el Patronato. Hasta entonces, la estancia quedará coja.

“He molestado a todos los públicos y a todos los pueblos que he visitado. Y aunque, a la larga, digan 'tenía razón', enel fondo les soy antipático…Tener razón es lo más antipático que hay”, escribió Unamuno en una carta a un amigo en 1908. Defendió que había que europeizar España, aunque acabó reclamando españolizar Europa.También escribió, desesperado por la España anestesiada ante la clase política corrupta. “Sabido es lo que son y han sido siempre nuestros Gobiernos. Cuando no quieren, o no pueden, o no saben cumplir lo que la opinión pública les exige, lo falsean todo.La mayoría de los políticos viven del engaño y en él quieren mantenernos a todos, sin darse cuenta que no es posible idiotizar a los ciudadanos libres que conservan la cabeza en su sitio y un espíritu crítico, al cual no van a renunciar”.

Ramón Gómez de la Serna, cuenta en su libro sobre Solana su encuentro con el pintor en 1936, poco antes de la muerte de Unamuno. “Estaba pintando el retrato de don Miguel de Unamuno, que estaba más cascarrabias que nunca, meses antes de la hora trágica de España”. El escritor apunta que el pintor le dijo que “a don Miguel hay que pintarle con el pelo alborotado…” “Un día me vino muy peinado de la peluquería y le dije: “Así no es usted”. Y esa tarde no di una pincelada de su retrato”.

El porqué de esa amable pajarita de papel en el escritorio de Unamuno lo explica Solana, que no se perdía ni una salsa, al narrar cómo el filósofo era un gran conversador de sobremesa, mientras hacía bolitas de pan con la miga sobrante, o pajaritas. “Era el creador de esa ciencia que él bautizó con el nombre de cocotología. Era el que lograba hacer más pequeñas pajaritas, casi del tamaño de una cabeza de alfiler, pero su obsesión era llegar a hacer mamíferos con un pedazo de papel”, escribió Solana.

El primer día de trabajo de Íñigo Méndez de Vigo como ministro de Educación, Cultura y Deporte se saldó con la expulsión de su despacho del filósofo Miguel de Unamuno. Antes de jurar el cargo, pasó por su nueva oficina, en la calle Alcalá, y decidió que el retrato que firmó el pintor José Gutiérrez Solana en 1936 no podía seguir ahí colgado. Es un despacho alargado, con un gran ventanal a la vía madrileña;en el lado opuesto al escritorio se encuentra la pared dominada por el cuadrodelpensador vasco que defendió el “imperio” de la lengua española y vio en la Guerra Civil un caso de locura colectiva.

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