China censura las novelas de los autores extranjeros sin su consentimiento
La Asociación Americana de Editores y Escritores (PEN) denuncia que las obras que tratan temas políticos, sexuales o incluyen personajes homosexuales son mutiladas
La censura sigue campando a sus anchas en China. Ahora les ha tocado el turno a los escritores extranjeros que quieran publicar sus obras en el país asiático. El mensaje es claro: si quieres que tu novela no sufra mutilaciones hay que evitar temas políticos y sexuales. Así lo denuncia un informe de la Asociación Americana de Editores y Escritores (PEN) que ha dado a conocer la agencia Associated Press.
En este documento se asegura que las versiones traducidas de libros extranjeros sufren cortes sin el consentimiento del autor. Esto ocurre en los pasajes que abordan temas políticos que puedan herir sensibilidades, como la liberación del Tíbet y la matanza de la plaza de Tiananmén en 1989, así como las referencias sexuales explícitas y argumentos en los que aparezcan homosexuales.
Paul Auster ha reconocido a la asociación que su libro Sunset Park fue “mutilado” en China, algo que no descubrió hasta su publicación el pasado noviembre. La trama del personaje Liu Xiaobo, un disidente ganador del premio Nobel de la paz (una historia menor en el libro) se vio reducida en varias páginas y vio como el nombre del personaje se cambiaba por ‘L’.
Suzanne Nossel, directora ejecutiva de la Asociación de Editores y Escritores, ha declarado a AP que hay que actuar pronto para evitar esta situación. “¿Cuánto tiempo tardarán los escritores en evitar hablar de ciertos temas que puedan complicar su acceso a los lectores chinos?, añadió a la agencia.
El embajador chino en EEUU, Zhu Haiquan, ha contestado a este informe diciendo que el gobierno chino defiende la libertad de publicación, pero que el ejercicio de esa libertad debe ceñirse a las leyes chinas. Dejando claro que la censura primará para poder publicar en el país asiático. La publicación de la asociación quiere llamar la atención sobre este problema, de especial relevancia al ser China uno de los mercados editoriales más potentes y pujantes del mundo. En 2015 movió más de 16.000 millones de dólares y crece a un ritmo del 10% por año.
El informe de PEN hace hincapié en que autores, agentes y editores no tienen conocimientos suficientes del funcionamiento de la censura china. Muchos de ellos firman contratos que prometen la preservación del contenido original del autor, pero dejan la traducción a una editora china sin poder vetar la copia final. Otros autores consienten esa censura, argumentando que, aun recortadas, estas obras ayudan a que se imponga la libertad de expresión.
Es el caso de la agente de la autora Barbara De Angelis, que permitió que se eliminara casi el 30% de su obra Secretos de los hombres que toda mujer debería conocer, como publica este documento. Los editores chinos vieron demasiado explícitos todas las partes que trataban sobre sexo. Para su informe la Asociación de Editores y Escritores ha entrevistado a docenas de escritores, editoriales y agentes literarios en EEUU, China, Taiwán, Australia y Europa. Con el fin de evitar esta situación un grupo de abogados estadounidenses está advirtiendo a los autores occidentales que vigilen su trabajo en el país.
La censura sigue campando a sus anchas en China. Ahora les ha tocado el turno a los escritores extranjeros que quieran publicar sus obras en el país asiático. El mensaje es claro: si quieres que tu novela no sufra mutilaciones hay que evitar temas políticos y sexuales. Así lo denuncia un informe de la Asociación Americana de Editores y Escritores (PEN) que ha dado a conocer la agencia Associated Press.