China manda de campamento a sus creadores para adiestrarles

El gobierno Chino sigue su labor de censura y adoctrinamiento de artistas. Además de controlar todos los filmes extranjeros – los 37 que se permiten anualmente- que se estrenan en salas del país asiático (algunos de ellos con escenas polémicas recortadas), los artistas naciones también están viendo su libertad de creación cada vez más limitada.

La censura china se ha cebado con cineastas como Jia Zhangke o Ning Hao, que han visto como prohibían sus filmes Un toque de violencia y Tierra de nadie, o con el artista disidente Ai Weiwei, que permanece en arresto domiciliario en su casa de Pekín.

Para evitar voces discordantes la Autoridad Estatal de Prensa, Publicaciones, Radio, Cine y Televisión (SAPPRFT) ha pasado a la acción y mandará a los creadores, productores y miembros del sector audiovisual a campamentos donde se les adoctrinará ideológicamente.

El programa consistirá en organizar viajes de al menos un mes para miembros del sector audiovisual (productores de televisión y cine, directores etcétera) para que estos conozcan las raíces del país. Visitarán comunidades tradicionales, pueblos, barracones militares y sociedades mineras. Incluso los guionistas y los directores de casting acudirán a estas vacaciones pagadas con la finalidad de “hace estudio de campo y experimentar la vida”, según el comunicado de la SAPPRFT.

Esta iniciativa se extiende también a los profesionales de la Televisión Central de China. Cada año 100 de sus trabajadores serán elegidos para trabajar con minorías étnicas y en zonas que contribuyeron a la victoria del país en la Revolución.

Estos entrenamientos ideológicos son la última acometida del presidente chino Xi Jinping, que ya en octubre, en el marco de un foro para la cultura declaró que el propósito del arte era “servir al socialismo” y no “ser esclavo del mercado”.

Todo ello recuerda a la Revolución Cultural (1966-76) de Mao Zedong, cuando miles de artistas fueron enviados al campo para "reeducarse", como parte del experimento social en el que 17 millones de jóvenes urbanos fueron llevados a zonas rurales de China. Muchos de ellos pasaron años viviendo en duras condiciones y fallecieron víctimas del hambre o las enfermedades.

Este anuncio se hace semanas después de otra polémica medida de la SAPPRFT, que pidió eliminar de las páginas de Video on Demand cualquier contenido sexual, así como aquellas sinopsis o imágenes que hicieran referencia a fenómenos paranormales, asesinatos, secuestros o uso de drogas.

Medidas de censura de un Gobierno que cada vez abre más su mercado cinematográfico a Hollywood, de hecho en los últimos días el grupo chino Wanda ha anunciado su interés en adquirir la productora americana Lionsgate, famosa por haber producido Los juegos del hambre.